Durante la pasada edición de los premios Xataka celebramos diversos debates y mesas redondas en las que escogimos temas que marcan la actualidad de la tecnología. Uno de los más destacados era lógicamente el de los relojes inteligentes, pero hay un apartado clave dentro del futuro de ese segmento.
Se trata concretamente de la relación que la moda tendrá con estos dispositivos, un debate en el que participaron Elías Fullana, director general de marketing de LG España, Sandra López, directora de marketing de Sony en España y Portugal, Gaby Treiband, vicepresidente de marketing de Mediatek en Europa, Miguel Ángel Uriondo, periodista especializado en tecnología, telecomunicaciones y empresas de Actualidad Económica. y Natxo Sobrado, periodista especializado en moda y coordinador de Trendencias.
Qué es primero, ¿moda o tecnología?
Desde LG Elías Fullana afirmaba que de momento "no hay una necesidad como tal, pero estamos llenos de tecnologías y de productos que nos hacen la vida más fácil". También ahorra el sacar el teléfono del bolsillo constantemente y la capacidad de estar siempre conectado y de por ejemplo acceder a las notificaciones de forma muy cómoda.
Gabi Treiband, de MediaTek, afirmaba que los fabricantes de tecnología tienen que "encontrar la forma de que ese producto que hemos generado, se venda, se compre, se utilice y se convierta en un producto deseado, y aquí entra la moda".
Miguel Ángel Uriondo también confiaba en que el año que viene veríamos la versión definitiva de esos relojes inteligentes, pero incidía en la relevancia del papel de los desarrolladores porque echaba en falta "más utilidades".
Como explicaba el moderador, Roberto P. Jiménez, "la moda no necesariamente tiene que ser útil". Natxo Sobrado, coordinador de Trendencias, se preguntaba qué hubiera pasado si hubieran sido las empresas de moda o especializadas en relojes las que hubieran sacado estos relojes. Sobre eso Sandra López dudaba: no tenía claro que "el desarrollo de los wearables hubiera podido llegar a través del mundo de la moda", y destacaba que no veía este segmento "como un complemento de moda, sino como una evolución de la tecnología",
Uriondo también incidía en los dos tipos de público a los que actualmente parecen ir dirigidos estos dispositivos. Uno tecnológico, muy centrado en dispositivos en los que la relación precio/prestaciones es clave -precios bajos, muchas funcionalidades-, u otro muy centrado en la relevancia del diseño y de la moda, que paga más por un mismo dispositivo sólo por el hecho de que éste esté diseñado en colaboración con alguna firma de moda o algún conocido diseñador.
Limitaciones actuales
Aquí entraba también el discurso del portavoz de MediaTek, que daba un punto de vista interesante: las marcas de moda sí tienen esa capacidad de ofrecer sus propios dispositivos gracias a la filosofía de este fabricante chino. La razón: MediaTek ofrece diseños base de referencia con los componente internos imprescindibles sobre los cuales luego añadir esa capa exterior de diseño que completa la experiencia.
También se habló de las actuales limitaciones y de una especialmente destacada como la batería. Fullana comentaba que el smartwatch era "otro dispositivo más que tenemos que acordarnos de cargar", y discrepaba con el responsable de MediaTek afirmando que no creía que una empresa de moda "fuera capaz de conseguir un producto tan redondo y tan útil" como la que las empresas de tecnología.
Natxo Sobrado hablaba de cómo los ritmos de la moda son tan frenéticos como los de la tecnología, otro de los debates que plantea este nuevo segmento. Roberto Jiménez planteaba la duda de si quien compre un reloj inteligente sentirá la necesidad de cambiarlo en un año, algo que condicionaría el apartado del diseño. Sandra López cree que el deber de las empresas de tecnología es la de seguir renovando y mejorando sus productos, y aunque muchos usuarios no aprovechen esas novedades todos los años, sí habrá consumidores que quieran siempre la última tecnología. En ese mismo punto incidía también Elías Fullana, afirmando que existen distintos tipos de público, y los fabricantes seguirán ofreciendo sus alternativas.
Miguel Ángel Uriondo se mostraba de acuerdo y apuntaba a otro dato interesante: "creo que la moda va a ser clave en este entorno porque es la única forma que tiene la tecnología de vender con más margen". Ahí está probablemente una de las claves de la filosofía de Apple, que desde hace mucho tiempo es diferencial no solo en prestaciones, sino también en diseño.
Futuro del reloj inteligente
Todos los ponentes estaban de acuerdo en que el futuro del reloj inteligente pasa por parecerse más a un reloj -y aquí el diseño y la moda serán partes fundamentales de estos dispositivos- pero apuntaban a otros retos. Elías Fullana señalaba que en el futuro podríamos ver dispositivos más autónomos y no tan dependientes del móvil como lo son ahora.
Uriondo comentaba que los fabricantes tradicionales de relojes, que hasta ahora parecían ignorar este tipo de dispositivos, podrían cambiar de parecer en 2015. "Creo que los fabricantes de relojes se van a dar cuenta de que esto se les viene encima", y también destacaba la relevancia de un mercado al que apenas se le ha dado relevancia hasta ahora: el de las mujeres, para las cuales apenas existen ofertas específicas en materia de relojes inteligentes.
Para Natxo Sobrado estos relojes plantearán un cambio gigante también en el mundo de la moda, donde los fabricantes ya están fichando a grandes de ese segmento -Apple es el claro ejemplo de ello-, y donde seguramente comenzaremos a ver a las grandes estrellas de la música o del cine sirviendo como escaparate de esos nuevos dispositivos.
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