Fue uno de los productos más esperados de los últimos años, y todos esperaban que ocurriese lo mismo que en otros mercados ya maduros: que Apple reinventase la rueda y le diese la vuelta de tuerca definitiva. Cuando el Apple Watch llegó, no obstante, no se produjo la disrupción que algunos planteaban.
Casi un año después de su llegada nos encontramos ante una situación desconocida para la firma de Cupertino: su producto ciertamente se vende mejor que los de la competencia, pero eso no es suficiente. El índice de satisfacción es alto entre los propietarios, pero una encuesta reciente revela que muchos creen que el producto no es especialmente convincente.
Los usuarios del Apple Watch, satisfechos
La encuesta realizada por la empresa Fluent se realizó entre casi 2.600 personas en Estados Unidas, y al ser preguntadas si consideraban un éxito al Apple Watch, el 53% respondió que no. Al mismo tiempo quedó claro que la mayoría de usuarios del dispositivo están contentos con él: un 77% de los que sí lo tenían respondían que sí les parecía un éxito, y dos de cada tres indicaron que se actualizarían a la nueva versión cuando apareciera.
¿Qué es lo que más les gusta a esos usuarios del Apple Watch? La encuesta reveló que no necesitar sacar el iPhone para acceder a los recordatorios o notificaciones era la razón clave por la que compraron el Apple Watch. Otra encuesta similar realizada por Wristly reveló que a pesar de que muchos veían al Apple Watch como una "novedad mediocre" el dispositivo sorprendía por su alto nivel de satisfacción.
El 92% de los propietarios estaban satisfechos o muy satisfechos de la compra, y la recomendaban a sus amigos y conocidos. Pero incluso esos usuarios consideraban que el Apple Watch era caro -no digamos ya sus pulseras-, algo que la empresa ha querido corregir con la reciente rebaja en estos dispositivos.
Unas ventas envidiables y envidiadas
La empresa no ha indicado oficialmente cuántas unidades ha vendido, pero según IDC se distribuyeron 11,6 millones de Apple Watch en 2015 y se estima que eso ha dejado más de 5.000 millones de dólares en las arcas de la empresa liderada por Tim Cook. Es un número enorme, pero que es casi una gota en ese océano plagado de iPhones del que Apple sigue viviendo.
Hay quien considera que el Apple Watch ya ha fracasado, pero lo cierto es que conseguir esas ventas para un dispositivo que ni siquiera es tan revolucionario como se esperaba es notable. Mucho más se espera del Apple Watch 2, que según las últimas filtraciones llegará en junio y lo hará con un formato un 40% más delgado (pero no redondo).
No obstante lo importante de ese producto no será su diseño -que también- sino su software, ya que con watchOS 3.0 se consolidarán las aplicaciones nativas que son la gran esperanza de un dispositivo que como en el resto del segmento debe declararle la independencia al iPhone.
Un segmento con mucha incertidumbre
Los relojes inteligentes fueron tendencia el año pasado, pero en el MWC 2016 pudimos comprobar como de repente se habían convertido en los grandes ausentes. Sin apenas anuncios relevantes, la única novedad interesante que se perfiló fue la relevancia de la eSIM y cómo esta tarjeta integrada podría ser fundamental para esa buscada independencia.
Lo cierto es que hay otras cuestiones que afectan al futuro de estos productos, y la batería -salvo en el caso de los Pebble- es una de las más acuciantes. Introducir la conectividad para dotarles de independencia hará que esa batería se consuma aún más rápido, algo que de nuevo podría condicionar la futura utilidad de estos relojes inteligentes.
Y aún así, es evidente que existen muchos escenarios en los que estos dispositivos siguen teniendo un futuro prometedor. La salud o los pagos móviles son dos casos muy comentados, pero son los desarrolladores los que acabarán sorprendiéndonos con nuevas facetas que seguramente acaben dándole mucho más sentido tanto al Apple Watch como a los relojes inteligentes basados en Android Wear y en otras plataformas como la de Pebble.
La autonomía de estos dispositivos con respecto a los móviles -no tener que depender de ellos- podría ser un salto relevante, pero tendremos que esperar a comprobar hacia dónde se dirige un producto (y un segmento) que a pesar de llevar un año en el mercado sigue planteando numerosas incógnitas.
Vía | Re/code
En Xataka | ¿Merecen la pena los smartwatches? Enfrentamos a los mejores del año
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