Ayer hicimos un pequeño viaje en AVE para probar las gafas multimedia Epson Moverio BT-100 en el entorno móvil para el que han sido pensadas. Las Moverio son una muestra de lo que marcas como Epson o Sony pueden ser capaces de diseñar en el segmento de reproductores multimedia personales.
Con un precio en Europa de 599 euros, Epson no espera posicionar sus gafas Moverio como un gadget masivo ni mucho menos, pero era necesario que alguien comercializara uno de estos dispositivos para que los usuarios vayan tomando consciencia de su existencia y, sobre todo, para ir puliendo su diseño de cara a futuras versiones gracias a las opiniones de los propios usuarios.
En esencia,el sistema Moverio consta de unas gafas equipadas con dos proyectores, y un sistema de sonido Dolby, todo ello unido a un reproductor multimedia de bolsillo basado en Android. Aquí es donde encontramos probablemente el primer y mayor problema de las Moverio. Su conexión al reproductor es mediante un cable específico que sólo admite su propio reproductor. En otras palabras, no se puede conectar nuestro smartphone o tablet al sistema porque no está estandarizado.
Desde mi punto de vista, una conexión WiFi Direct con DLNA y compatibilidad con distintos dispositivos Android hubiera sido el ideal, pero parece que Epson ha optado por una versión cerrada y llave en mano con la que quizá tentar a un público con posibles pero no muy exigente en tecnología.
Con almohadillas de un material similar al latex en sienes y nariz, las Moverio BT-100 no son especialmente incómodas y se dejan llevar mejor, por ejemplo, que el visor de Sony, que es casi un casco.
El sonido está resuelto de una manera peculiar. Dos minijack Mono sirven para conectar unos auriculares independientes que no son muy ergonómicos precisamente. Por fortuna, el reproductor de bolsillo cuenta con entrada jack de 3.5 milímetros. El único problema que le vemos es de compatibilidad con auriculares de diadema por el propio tamaño de las gafas.
El reproductor de bolsillo está equipado con tan sólo 1GB de memoria interna y apoya su almacenamiento sobre todo en una ranura para tarjetas MicroSD de hasta 32GB. El sistema operativo es Android 2.2 y, de momento, Epson no contempla su actualización a versiones superiores.
El sistema de control se basa en un touchpad, una cruceta de control de apoyo y los botones clásicos de Android. Un detalle que no nos ha gustado particularmente es que la opción de pulsar y mover debe hacerse manteniendo unos segundos el dedo sobre el touchpad, lo que resulta un tanto extraño al principio. Para hacer más sencillo su manejo, Epson ha creado un widget en forma de carrusel con el que pasar de una opción a otra facilmente.
La tecnología de visualización es, probablemente, lo mejor del Epson Moverio BT-100. Las gafas no nos aíslan completamente del entorno como en el caso de las Sony. En su lugar podemos ver a nuestro alrededor simplemente apartando la vista de la pantalla proyectada en el centro. El tamaño de esta pantalla no puede modificarse y tiene una resolución de QHD de unos 556 DPi que, virtualmente, emula a una pantalla de 80 pulgadas que estuviese flotando ante nosotros a unos cinco metros de distancia.
Las Moverio BT-100 tienen una autonomía teórica de seis horas. No hemos tenido tiempo suficiente como para constatar este extremo,aunque parecen aguantar bastante para ver dos o tres películas sin problema.
Probablemente no sean un gadget de consumo masivo, sobre todo por su caracter cerrado a otros dispositivos y su alto precio. Con todo, las Moverio BT-100 abren la puerta a una línea de desarrollo muy interesante de accesorios para dispositivos móviles.
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