La desaceleración de la IA generativa es claro argumento para la búsqueda de un plan B
Las empresas que nos asombraron con los chatbots ahora quieren hacerlo con los agentes de IA
Los chatbots no acaban de cuajar. Lo hacen en algunos terrenos como la programación, sí, pero la revolución que planteaba la IA generativa no acaba de producirse. Las empresas y los inversores se están gastando cantidades irreverentes de dinero en el desarrollo de estos modelos, pero ChatGPT, Claude, Gemini o Copilot no logran generar el retorno esperado. ¿Qué hacer entonces? Buscar otro camino. Uno llamado agentes de IA.
Cómo funcionan las cosas en 2024. Te quieres ir de viaje el fin de semana, así que te pones en el ordenador y empiezas a buscar opciones de hotel en dos o tres ciudades. Primero habrás mirado qué tiempo hace y quizás si hay algún evento deportivo o concierto al que quieras aprovechar para ir. Y luego vas filtrando hasta que llegas a la decisión final, reservas y pagas.
Cómo pueden funcionar en 2025. Te quieres ir de viaje el fin de semana, así que hablas con tu ordenador (o escribes) tus intenciones y le dices dos o tres posibles destinos. El ordenador se encarga de todo: mira la previsión del tiempo, te dice si habrá eventos interesantes, y te ofrecerá opciones de hoteles para que tú solo tengas que hacer una cosa: confirmar el pago en el que hayas elegido.
Ordenador, haz cosas por mí. Esa es un poco la idea de los agentes de IA. Hacer cosas por ti y ahorrarte mucho tiempo por el camino. Anthropic lanzó hace pocas semanas su "Computer Use", una función que es capaz de tomar el control de un navegador para completar acciones en él. Microsoft planteó algo parecido, aunque aparentemente más limitado y mucho más centrado en empresas. Y Google prepara Jarvis, su propio "mayordomo virtual".
OpenAI prepara "Operator". La última en subirse al carro es OpenAI, que según Bloomberg prepara un nuevo agente de inteligencia artificial llamado "Operator". La idea, como en el caso de los desarrollos de Anthropic o Jarvis, es permitir decirle a un ordenador que haga cosas por nosotros y por ejemplo nos reserve un viaje.
Agentes con pañales. Se espera que OpenAI presente dicha función en enero en versión preliminar a través de su API. Se sumará así a los proyectos que mantienen sus rivales y que por el momento o no están disponibles o lo están de forma "controlada" porque aún están verdes, casi "en pañales". Anthropic, por ejemplo, ofrece Computer Use dentro de una máquina virtual aislada para evitar males mayores, aunque hay quien logró aprovechar esa función para "salir" de ese aislamiento y controlar por ejemplo un iPhone desde la pantalla del ordenador o encargar su comida vía el servicio DoorDash.
Los nuevos niños bonitos. Que OpenAI se sume a la tendencia confirma que los agentes de IA son previsiblemente la "próxima gran cosa" en este ámbito. Los chatbots como ChatGPT parecen estar desacelerando en cuanto a la mejora de prestaciones, y a falta de saltos cualitativos importantes, la posibilidad de aplicar estos modelos a la vida cotidiana es especialmente interesante.
Desaceleración = buscar otro camino. En las últimas semanas venimos contando cómo las grandes empresas de IA están comenzando a preocuparse. Estamos viviendo una desaceleración de la IA. Los modelos ya no evolucionan tan rápido como hace dos años, y las próximas grandes versiones de ChatGPT, Gemini o Claude se están retrasando porque no son suficientemente llamativas.
Costes masivos, retorno bajo. No solo eso: desarrollar esos modelos ha generado costes absolutamente colosales. La inversión en centros de datos por parte de las Big Tech nos habla de cifras mareantes, y lo mismo ocurre con las gigantescas rondas de inversión en empresas como OpenAI. Las expectativas eran enormes, pero el retorno sigue sin ser el esperado y esta y otras empresas están quemando el dinero como si no hubiera mañana. Hay que buscar otros caminos para tratar de que la IA se instale masivamente en nuestras vidas, y los agentes de IA son ahora mismo los caballos ganadores de la industria.
Pero cuidado. Eso sí: dado que aún inventan cosas y cometen errores, es importante que el despliegue de dichos agentes de IA sea especialmente cauteloso. No sea que queramos que nos reserven un viaje para el fin de semana y acaben haciendo alguna locura.
Imagen | Xataka con Freepik Pikaso
En Xataka | Los chatbots como ChatGPT se nos quedan cortos: puede que la próxima revolución sean los agentes de IA
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