En la Universidad de Tokyo un equipo de científicos ha desarrollado lo que pretende ser una piel artificial para robots. Se trata de una fina lámina de plástico en la que se han incluído sensores termales y de presión utilizando semiconductores orgánicos. Es decir, que con esta piel un robot podría tener sensación de tacto, pues notarían tanto el calor como la presión al tocar objetos.
El material con el que se ha desarrollado es muy flexible y maleable, así como de bajo coste, lo que permitirá que se siga la línea de investigación iniciada y se continue mejorando esta piel, ajustándose cada vez más a la sensibilidad humana.
¿Llegarán los robots a sentir como nosotros?
Vía | Elastico.net.
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