Esta madrugada ha tenido lugar la primera pelea de robots gigantes de la historia, un espectáculo en el que los mechas pilotados de Japón y Estados Unidos se han dado de leches por puro entretenimiento. Al final el Eagle Prime (EEUU) y Kuratas (Japón) han quedado empate, pero lo importante aquí ha sido el estreno de una nueva categoría deportiva... o algo parecido.
El combate ha tenido de todo, desde victorias de un sólo golpe hasta demoledores golpes que han acabado con parte del escenario como si fuera un videojuego, pasando por disparos a distancia y abrazos en los que se quedan atascados. Aquí tenéis un pequeño resumen de cómo ha sido el combate.
Hay que recordar que se trata de auténticos robots gigantes con pilotos humanos manejándolos en cabinas interiores llenas de cámaras y botones. El Eagle Prime mide unos cinco metros de altura y pesa un total de doce toneladas, mientras que el Kuratas mide cuatro metros de altura y pesa menos de la mitad, unas cuatro toneladas. Pero al final las dimensiones no han sido tan decisivas como cabía esperar.
Round 1: victoria con un sólo golpe
Del primer round del combate no hay demasiado que decir. Ha sonado la bocina que daba inicio al combate y Kuratas ha empezado a acercarse a toda velocidad a su enemigo con la intención de lanzar un puñetazo. Eagle Prime ha intentado evitarlo con un disparo de su cañón pero no ha sido suficiente, y no ha impedido el avance del mecha japonés.
Al final, Kuratas ha acertado con su puñetazo y el Eagle Prime ha caído al primer golpe. Así de simple, así de rápido. Por lo tanto, Japón se llevó el primer round en apenas un minuto y sin gran resistencia por parte de su rival, al que tuvieron que sacar como pudieron de la cabina de su robot.
Round 2: abrazos amorosos
Después de la rápida resolución del primer round, en el segundo ambos pilotos han sido más precavidos y han empezado colocándose detrás de unos barriles el mecha japonés y detrás de un coche de chatarra el estadounidense. Quedándose los dos a distancias considerables, Eagle Prime lo ha intentado con varios disparos de su cañón que no han conseguido demasiado.
Después de unos segundos mirándose las caras sin que pase gran cosa, ambos robots han decidido pasar a la ofensiva y han ido uno al encuentro del otro. Después de un choque de trenes, ambos simplemente se han quedado abrazados con algún que otro puñetazo y disparo de cañón poco efectivo. Finalmente sonó la bocina declarando el round finalizado sin que hubiera un ganador.
Round 3: el turno de los efectos especiales
Tras dos rounds el Kuratas seguía en cabeza uno cero, por lo que el tercer y último asalto se presentaba como clave para ver quién se alzaba con la victoria final. Después de la rapidez del primero y la ineficacia del segundo, este tercer combate sí que ha sido bastante más animado. En esta ocasión ha sido el mecha japonés el que ha tratado de llevar la iniciativa tratando disparando con una ametralladora hacia las cámaras del rival para intentar quitarle visibilidad a su piloto.
Tras demostrarse la ineficacia de los disparos el Eagle Prime ha cogido una columna metálica del decorado del evento y se ha puesto a girarla frente a su rival sin saber muy bien cómo utilizarla. Ambos mechas se han quedado mirándose un rato y finalmente han vuelto a acercarse para iniciar un combate cercano mano a mano.
El enfrentamiento ha sido bastante confuso, y lo único que hemos podido ver es que el Eagle Prime empezaba a destrozar la armadura de su rival con una sierra que tenía acoplada en uno de los brazos. Ambos robots se han movido, han saltado chispas tras arrasar con parte del decorado en un intento de darle espectacularidad, y cuando el Kuratas no podía hacer más que ver cómo la sierra ababa con su armadura se ha dado por terminado el round dándole la victoria al Eagle Prime.
En resumen: mucho ruido y pocas nueces
Por lo tanto, al final lo que hemos tenido es un combate en el que dos mechas han utilizado armas que no han servido demasiado (salvo el primer puñetazo del japonés) para acabar abrazados hasta que sonase la bocina. Todo narrado como si estuviéramos viendo un trepidante combate en el que no estaba pasando nada.
En definitiva, la combinación de narración, apariencias y efectos especiales han dado como resultado un combate que ha dado la impresión de estar tan guionizado como la lucha libre, y donde se ha intentado sin demasiado resultado dar espectácilo. En cualquier caso recordemos que esta ha sido la primera pelea de estas características que se hace nunca, o sea que es de esperar que en futuros eventos similares se le de un poco más de dinamismo al espectáculo.
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