Elon Musk se ha autoproclamado "First Buddy" del recién elegido Dpresidente de EEUU, Donald Trump
Su posición de privilegio supone una potencial ventaja para sus empresas... y una desventaja para las de sus rivales y competidores
Y si hay un competidor especialmente importante para Musk ahora mismo, es es probablemente Sam Altman, de OpenAI
Trump no solo tendrá primera dama. También tendrá "primer colega" ("First Buddy"). Será Elon Musk, que lleva calificándose así desde poco después de que Trump ganara las recientes elecciones presidenciales. Su cercanía e influencia sobre el presidente parece clara con proyectos como DOGE, pero es que además ese nuevo papel plantea un impulso para sus empresas y una seria amenaza para sus rivales. Muy especialmente para uno: Sam Altman.
Musk, el otro gran ganador de las elecciones. Cada vez parece más claro que además de Donald Trump, el otro gran ganador de ese proceso electoral ha sido Elon Musk. El magnate invirtió 200 millones de dólares en la campaña de Trump, pero tras la victoria ha recuperado esa cantidad con creces. Tesla ha crecido de forma espectacular en capitalización de mercado, y SpaceX tiene también un futuro prometedor gracias a los acuerdos con el gobierno.
Inseparables. Como señalan en The Wall Street Journal, Elon Musk ha estado especialmente cerca de Trump en la súltimas semanas. Ha dormido en el club privado de Donald Trump en Mar-a-Lago, en una de sus sedes en Palm Beach, Florida, y también le ha acompañado en conferencias presidenciales como las que mantuvo recientemente con Volodymyr Zelensky —presidente de Ucrania— y con Sundar Pichai —CEO de Alphabet—.
Altman, persona no grata. La rivalidad entre Musk y Altman es clara, y una persona cercana a la familia de Trump ha indicado que tras la reelección y el apoyo de Musk, Sam Altman es "persona non grata". Eso podría ser un problema para los objetivos OpenAI, que entre otras compite con xAI, la startup de IA de Musk. Al parecer Altman ha intentado contactar con otras personas cercanas a Trump, pero según WSJ "nada ha funcionado demasiado hasta el momento".
Y Musk tiene otros enemigos. Aunque Altman es probablemente uno de los potencialmente más afectados por esa nueva situación de privilegio de Musk, hay otras grandes personalidades del mundo tecnológico que podrían salir perjudicados. Su rivalidad con Bill Gates se ha acentuado, pero también ha tenido desencuentros con Mark Zuckerberg —al que le propuso hasta una pelea de MMA— o con Jeff Bezos, cuya empresa aeroespacial, Blue Origin, lleva años tratando de competir con SpaceX.
Malas noticias para la competencia. Los temores a la influencia de Musk sobre Trump son claros en diversos sectores. En el citado sector aeroespacial, los posibles "favores" a SpaceX podrían perjudicar a Boeing o Blue Origin. Lo mismo podría ocurrir con el sector del coche eléctrico. Trump pretende cancelar las ayudas a la compra de estos vehículos, y Musk ya ha indicado que eso podría perjudicarles, pero podría perjudicar aún más a sus competidores.
OpenAI vs xAI. Pero más allá de Tesla o SpaceX, hay especial interés por saber cómo se desarrollarán los acontecimientos en el segmento de la IA. La reciente medida cautelar solicitada por Musk para evitar que OpenAI se convierta en una empresa con ánimo de lucro es un buen ejemplo. La regulación, el papel de esta tecnología en el ámbito gubernamental y la inversión en este campo —como en el de las criptomonedas— parecen ahora poder ser áreas de influencia de Musk.
Incertidumbre. La victoria de Trump y la posición de privilegio de Musk pueden ser un problema para los competidores, aunque de momento todo son incógnitas. El mandato del recién elegido presidente comenzará el próximo mes de enero, y será en los primeros meses de Trump en el cargo cuando podremos comprobar si efectivamente la influencia de Musk ha acabado perjudicando especialmente a sus rivales —y sobre todo, a Sam Altman y OpenAI— o no.
Imágenes | Ministerio de Comunicaciones de Brasil | Village Global
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