Los perros robóticos tienen infinidad de aplicaciones. Lo mismo vigilan una obra que escupen un enorme chorro de fuego letal a diez metros de distancia. Son versátiles, relativamente asequibles y, en muchos casos, extremadamente configurables. Eso los hace interesantes para la guerra y el último ejemplo es el de MARSOC, Mando de Operaciones Especiales de las Fuerzas del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, que ya está probando unos nuevos perros robots a los que, entre otras cosas, se le pueden enganchar unos rifles con detección de objetivos por IA en el lomo.
Ghost Robotics. Esa es la compañía detrás del perro robot cuyo nombre es Ghost Robotic's Vision 60 Quadrupedal Unmanned Ground Vehicle, a.k.a. Q-UGV. Es un robot de tamaño medio "para su uso en una amplia gama de entornos urbanos y naturales no estructurados para aplicaciones de defensa, nacionales y empresariales". Pesa 51 kilos, alcanza una velocidad máxima de tres metros por segundo y puede cargar con hasta diez kilos. ¿Y qué pesa menos de diez kilos?
Un rifle con IA. Concretamente, el SENTRY de Onyx Industries. Según ha confirmado Eric Shell, Head of Business Development de la firma, a The War Zone, este rifle ya se está probando en dos unidades Q-UGV. Onyx describe este rifle como "un sistema de armas remoto (RWS) multifuncional diseñado para ser un multiplicador de fuerzas en misiones de cero fallos". Entre sus funciones destacadas está la siguiente:
"El sistema de armas a distancia SENTRY aprovecha un sistema DIS (Digital Imaging System) con ATD/ATR para escanear, detectar, clasificar, rastrear e informar de forma autónoma sobre cualquier amenaza para una acción táctica rápida y eficaz. Puede desplegarse en una posición de vigilancia o de negación del terreno para proteger a las fuerzas amigas en el fragor de la batalla".
Dos, exactamente. Uno de los robots monta un SENTRY de calibre 7,62 x 39 milímetros, mientras que el otro dispara cartuchos 6,5 mm Creedmoor. De momento, Shell ha confirmado que los robots están "trabajando en túneles, así como en la seguridad del perímetro", pero no se ha especificado dónde exactamente. En cualquier caso, los robots no son capaces de disparar por sí solos, sino que la decisión recae en manos del operador. El robot solo detecta y avisa, pero no dispara. En el vídeo bajo estas líneas puede verse uno parecido en movimiento:
No es la primera vez. Ni seguramente sea la última. Los perros robots han sido armados en diferentes ocasiones y, de hecho, el que hoy nos ocupa ya ha sido objeto de mods enfocados a la guerra. Hace unos años pudimos ver a SPUR (Special Purpose Unmanned Rifle), una colaboración entre Ghost Robotics y SWORD International que, básicamente, era un perro robot armado con cartuchos 6,5 Credmoor. También los hemos visto portando lanzacohetes y, más recientemente, lanzallamas. En cualquier caso, desde MARSOC han remitido un comunicado explicando lo siguiente:
"El Q-UGV, conocido como "perro robot", está siendo evaluado por el MARSOC como una de las muchas piezas de tecnología en la evaluación de la robótica terrestre. Por el momento, el MARSOC no está desarrollando esta capacidad. Las armas son sólo una de las muchas posibles cargas útiles de esta tecnología, y otras pueden incluir cargas útiles ISR o EW. MARSOC conoce y sigue toda la política del Departamento de Defensa sobre armas autónomas y los comentarios de Onyx Industries pueden ser más indicativos de sus ofertas actuales o futuras. Esos comentarios no deben interpretarse como una capacidad o un interés singular en uno de los muchos casos de uso durante una evaluación."
Un dispositivo bastante práctico. Más allá de lo curioso que es ver un perro robot con un arma, lo cierto es que, si hablamos de guerra, tienen todo el sentido del mundo. Los perros robots son baratos en comparación con otros vehículos y, a diferencia de las personas, desechables y reemplazables. Pueden ser usados en vigilancia de perímetros, en lugares estrechos o como avanzadilla en terrenos peligrosos.
Imagen | Onyx Industries y Ghost Robotics, montaje de Xataka
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