Hace justo un año desde que hablamos de Mistral por primera vez. Acababa de fundarse y prometía rivalizar con toda una OpenAI desde París. Un año después acumula muchas buenas noticias, coronadas por la ronda de inversión que acaba de cerrar y que la valora en casi 6.000 millones de euros.
Por qué es importante. Mistral es la gran oportunidad europea para conseguir un líder propio en IA generativa, alguien capaz de competir con los grandes de Estados Unidos y China. Su enfoque de código abierto y su dominio multilingüe la diferencia de rivales como OpenAI, respaldada por Microsoft.
Para Francia y para toda la Unión Europea es clave apoyar a Mistral para reducir la dependencia de las grandes plataformas estadounidenses a la hora de definir los estándares de la tecnología que va a transformar la sociedad.
La trayectoria de Mistral. Fundada en junio de 2023 por Arthur Mensch, Timothée Lacroix y Guillaume Lample, ingenieros procedentes de DeepMind (Google) y Meta. En su primer año han lanzado modelos de IA en francés, inglés, alemán, italiano y español que rivalizan con GPT-4.
Han captado más de 1.000 millones de euros en tres rondas de financiación:
- La de hace un año por 105 millones de euros (récord europeo para una ronda semilla).
- La de diciembre de 2023 por 385 millones de euros, a una valoración de 2.000 millones de euros.
- La de junio de 2024 por 600 millones de euros, a una valoración de 5.800 millones de euros.
Microsoft también invirtió 15 millones de euros en febrero para incorporar los modelos de Mistral en Azure, pero no participó en la última ronda. Entre sus inversores están NVIDIA, Samsung, IBM, BNP Paribas, Salesforce, Andreessen Horowitz, Lightspeed...
El respaldo del gobierno francés. El presidente Macron calificó a Mistral de ejemplo del "genio francés" e invitó a cenar a su CEO al Elíseo. Bruno Le Maire, ministro de finanzas, elogia frecuentemente a la startup como una joya tecnológica nacional.
Cédric O, exministro de Asuntos Digitales, es asesor y accionista de Mistral. Y Francia presionó en Bruselas para que la nueva Ley de IA de la UE, aprobada hace unos meses, limitase la regulación de los sistemas de IA de código abierto, lo que beneficia a Mistral.
Desafíos y oportunidades. Mistral apuesta por liberar el código de sus modelos para que cualquiera pueda examinarlo, usarlo y adaptarlo, algo que según ellos acelerará la innovación.
No obstante, mantener el ritmo de inversión en computación que exigen estos sistemas es un gran rato. Mistral dice que le basta con "poco más de 1.000 GPUs de alta gama" para entrenar sus modelos.
Lo próximo. Convertir su tecnología en un negocio rentable y escalable. De momento ingresa "varios millones de euros" al año con una plantilla de 60 personas. Tiene clientes como Renault o BNP Paribas. La visión es ayudar a las empresas a reinventarse con la IA.
Otra baza es su capacidad para procesar lenguaje e interfaces en las distintas lenguas europeas, frente al dominio del inglés por parte de sus rivales... si bien no es que solo se limiten al inglés.
En perspectiva. El ascenso de Mistral en solo un año demuestra que hay capacidad en Europa para dar la batalla en la era de la IA generativa, pero también de su dependencia del capital riesgo... y de los proveedores de nube estadounidenses.
Si Mistral triunfa, puede ser el nuevo estandarte tecnológico a este lado del Atlántico. Si fracasa, será una oportunidad perdida para un continente cuya fama de excesivamente regulador y no tan innovador es más acentuada cada año que pasa.
Imagen destacada | Wikimedia Commons, Mistral, Xataka
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