Si hablamos de tanques seguramente se nos vengan a la cabeza los clásicos M1 Abrams, M4 Sherman o M10 Wolverine de Estados Unidos, el Leopard 2A4 del Ejército Español o el T-90 ruso, pero el Carmel de Israel no tiene nada que ver con ellos. Se trata de un tanque en fase de prototipo que no tiene palancas, muchos botones y ventanas, sino que se controla con un mando de Xbox y su interior está lleno de pantallas que muestran la imagen del exterior.
El carro de combate está basado en el M113 APC de Estados Unidos. Ha sido desarrollado por tres organizaciones en un esfuerzo conjunto, a saber Israel Aerospace Industries (IAI), Elbit y Rafael. El interior ha sido diseñado para que quepan dos personas/operadores y su cerebro ha sido entrenado usando videojuegos como 'StarCraft II' o 'DOOM'.
Una interfaz de control que los operadores conocen
En Washington Post explican que el tanque se ha diseñado "con una experiencia de usuario específica en mente". En concreto, la del servicio activo de la Fuerza de Defensa israelí, cuya edad oscila entre los 18 y 21 años. Son personas que, de una forma u otra, están familiarizados con los videojuegos, por lo que llevar unos controles que conocen a un carro de combate ayuda a que la curva de aprendizaje sea más amigable.
Udi Tzur, comandante de la Brigada Blindada, explica que ya ha podido comprobar las ventajas de optimizar la tecnología con los soldados más jóvenes en mente. Asegura que les llevó unas cuatro horas hacerse a los comandos y el control y que "no es exactamente como jugar a 'Fortnite', pero algo así, y sorprendentemente traen sus habilidades a la efectividad operacional en poco tiempo". El motivo,esgrime Meir Shabtai, director general de operaciones de sistemas robóticos de IAI, es que los operarios conocen el mando y la ubicación de los botones.
Pero no solo es una cuestión de interfaz. Las pantallas que cubren el interior y permiten ver todo lo que sucede fuera del tanque muestran información como un crosshair, un mapa, una lista de armas disponibles e incluso la munición restante. Con todo, no deja de ser controlar un tanque en la vida real, por lo que no es exactamente igual que controlar semejante vehículo en un videojuego como 'Battlefield'.
Por otro lado, el dispositivo está equipado con inteligente artificial. Dicha IA ha sido entrenada usando juegos como 'StarCraft II' o 'DOOM', títulos muy cambiantes y exigentes a nivel de estrategia que han servido para que la IA aprenda estrategias de navegación, detección de objetivos o selección de armas. El resultado, explican en WaPo, es un 20%-30% mejor que los humanos a la hora de llegar del punto A al B sin ser herido.
Además, el carro de combate tiene un sistema de conducción completamente autónomo, semiautónomo y manual. Es capaz de detectar objetivos y seleccionar el arma adecuada automáticamente, pero no puede disparar. Esa acción sigue recayendo en el operador humano y es una decisión que también han tomado otros ejércitos, como el estadounidense.
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