Que un partido de fútbol sea suspendido cuando el árbitro considera que, por altercados en la zona del público puede haber peligro no es algo nuevo. Lamentablemente tampoco lo es que dos aficiones rivales comiencen una batalla campal, máxime cuando estamos hablando de un partido de selecciones donde entra en juego mucho más que el aspecto deportivo.
Lo extraño y único del partido que ayer se tuvo que suspender entre Serbia y Albania (con una tensión a nivel político más que intensa) es que el culpable fue un drone, que actuó como un hooligan más.
El cuadricóptero fue usado como elemento provocador entre las aficiones al llevar atada una bandera de la Gran Albania y que un jugador de la selección de Serbia, el defensa Mitrovic, tratara de retirar el drone tirando de la bandera.
Los jugadores rivales no se tomaron muy bien ese gesto y arremetieron contra los jugadores serbios. Tras momentos de tensión y amagos de invasión del campo y posible batalla descontrolada, el árbitro ordenó detener el partido durante 30 minutos. Al no poderse reconducir la situación, el partido de clasificación para la Eurocopa 2016 acabó siendo suspendido.
Imagen | SkySports.
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