Durante los últimos años los delincuentes de medio mundo han estado utilizando ANoM. ANoM es un completo sistema con teléfonos modificados y software cifrado que permite a los delincuentes comunicarse sin miedo a que la policía o cualquier organización husmee. O eso creían, pues en realidad ANoM fue impulsado por el propio FBI y sus socios en Europa y Oceanía.
Tras haber explotado la herramienta durante años, las autoridades han hecho publico el hecho de que tenían una puerta trasera en ANoM. Eso sí, después de haber arrestado a más de 800 sospechosos de delitos y haber interceptado 8 toneladas de cocina, 22 toneladas de cañabais, 250 armas de fuego y 48 millones de dólares en monedas tradicionales y criptomonedas.
Operación Trojan Shield
Todo comenzó a mediados de 2018, cuando un delincuente ofreció a los agentes del FBI de San Diego (Estados Unidos) la oferta de una puerta trasera en las comunicaciones cifradas de una vasta red de delincuentes internacionales a cambio de una reducción de la condena. Dicho y hecho, el FBI tuvo acceso a ANoM.
ANoM es un dispositivo móvil modificado y despojado de cualquier software y hardware que pudiese comprometer las comunicaciones. Así mismo, se le instalaba un software cifrado personalizado que permitiese la comunicación segura entre los usuarios.
Durante tres años ANoM se utilizó por miles de delincuentes de 90 países de todo el mundo. El sistema de comunicaciones sirvió para organizar cientos de crímenes, como complots de asesinato, tráfico de drogas, lavado de dinero y más. Mientras que los delincuentes pensaban que operaban a sus anchas, las fuerzas policiales estaban escuchando.
El FBI colaboró con Europol en Europa y la policía de Australia y Nueva Zelanda, así como Canadá. un total de 16 países de todo el mundo tuvieron acceso a la red cifrada de los delincuentes. Con ello consiguieron durante estos años incautar toneladas de drogas y arrestar a cientos de delincuentes.
Los dispositivos ANoM que se distribuían a los delincuentes (y que estos compraban) contaban todos y cada uno de ellos con una clave maestra. Con esta clave maestra las autoridades podían tener acceso y descifrar el contenido que se enviaba y llegaba a cada teléfono. El comunicado de prensa de Europol dice que 300 sindicatos criminales utilizaron dispositivos ANoM en países como Australia, Alemania, Países Bajos, España, Serbia y otros tantos.
No es la primera vez que el FBI se infiltra en un sistema de comunicación cifrado. Tampoco es la primera app cifrada de los delincuentes. Sin embargo, sí que es la primera vez que lo hace y ayuda a distribuir e impulsar el uso del sistema de comunicaciones. Con esto, más allá de escuchar las conversaciones, permite a las autoridades mermar la confianza de los delincuentes, haciendo que se fíen cada vez menos de las tecnologías anónimas y cifradas para sus operaciones.
Vía | The Guardian
Más información | Europol
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