Solemos hablar de los ciberataques que afectan a las grandes tecnológicas de hoy en día, pero esos problemas van mucho más allá de ese sector y son una constante en todo tipo de sectores industriales.
Lo saben bien en Hydro, un gigante noruego del aluminio que esta semana ha sufrido un ciberataque que les ha dejado prácticamente todos sus sistemas e infraestructura tecnológica afectados.
Una empresa no tecnológica respondiendo a la amenaza tecnológica
Es probable que no hayáis oído hanlar de Hydro, pero en su segmento esta empresa es una de las más importantes del mundo. Cuenta con 35.000 empleados en todo el mundo y con delegaciones en cerca de 50 países.
El sitio web oficial de la empresa que antes informaba de todos sus productos está bajo mínimos ahora mismo, y han informado a los usuarios de que el canal de comunicación actual es su página de Facebook.
Es allí donde han ido dando novedades sobre un ciberataque que comenzó el pasado lunes y que afortunadamente, aseguran en Hydro, "no ha afectado a la seguridad de la gente". La mayoría de sus sistemas se han visto afectados a nivel global y sus responsables han tenido que "pasar a una operativa manual en la medida de lo posible".
Sus centrales energéticas están funcionando de forma adecuada gracias al uso de una infraestructura IT aislada del resto, y también han ido informando de cómo la producción de bauxita y óxido de aluminio (alúmina) en sus plantas no se ha visto afectado.
Su producción de aluminio va volviendo a la normalidad gracias a las operaciones manuales y parece que el ciberataque a sus plantas de fabricación se ha limitado a Noruega. La empresa indicaba hace unas horas que ya había "detectado el origen de los problemas" y está trabajando para restablecer todos los procesos y la infraestructura tecnológica de forma segura.
Cualquiera puede ser víctima de un ciberataque
Las noticias que llegan sobre el ataque a Hydro demuestran que la ciberseguridad es "un riesgo del negocio, no solo un problema IT", como apuntaban en Forbes hace tiempo. Hace tiempo ya que este segmento ha demostrado ser clave para todo tipo de compañías cuya operativa puede verse muy perjudicada por una de estas intrusiones.
La cada vez mayor dependencia de la tecnología no hace sino agravar el problema. Lo vimos con ataques como el caótico WannaCry que pareció afectar inicialmente a Telefónica para luego mostrar que sus garras estaban por todas partes: hasta 300.000 máquinas en 150 países estuvieron expuestos a aquel ciberataque.
Esas amenazas persistieron incluso un año después de producirse, y son un ejemplo de los retos a los que se enfrentan todas las empresas -no solo las tecnológicas- a la hora de plantearse proteger sus operaciones y datos frente a este riesgo latente.
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