En un nuevo episodio de ataque a la privacidad, que lamentablemente es un tema que sigue estando presente, hoy se dado a conocer que la policía de Nueva York ha usado en más de mil ocaciones desde 2008 y hasta mayo de 2015, los dispositivos llamados StingRay, que sirven para obtener información de teléfonos móviles en una zona especifica, esto sin que el usuario se dé cuenta de que está siendo rastreado.
La información surge después de que la Unión de Libertades Civiles de Nueva York (NYCLU), levantara el año pasado una solicitud basada en la ley de libertad de la información, donde se detallan las prácticas ilegales por parte del departamento de policía de la ciudad de Nueva York.
Más de 1000 casos de rastreo desde 2008
Lo que hacen los StingRays es crear una red de telefonía móvil, simulando ser una antena celular 2G, lo que provoca que todos los móviles cerca de la ubicación de este dispositivo se conecten de forma automática, con lo que el dueño del dispositivo puede dar seguimiento a las ubicaciones, escuchar llamadas y ver el contenido de mensajes de texto de cualquiera de estos móviles.
El uso de estos dispositivos han estado en uso desde hace más de una década, pero no fue sino hasta 2011 que se supo de su existencia y uso por parte de los Estados Unidos para rastrear posibles sospechosos. Asimismo, en noviembre de 2014, se dio a conocer un programa secreto de US Marshals, que consistía en instalar estos dispositivos en aviones para rastrear diversas zonas de las ciudades.
A partir de ese momento, y debido a toda la polémica suscitada, el uso de StingRays fue limitado, más no prohibido, para casos de emergencia y sólo puede estar dirigido a un móvil especifico, además de que se necesita una orden judicial para su uso. Pero aquí las lagunas legales y la falta de claridad han provocado que, por ejemplo, la policía de Nueva York pueda solicitar una orden de bajo nivel para una investigación, en lugar de una orden judicial completa y justificada para rastrear el móvil de una persona.
Lo delicado de todo esto es que gracias a estas ordenes de bajo nivel, la policía puede decir que va rastrear a una personas en especifico, un posible sospechoso, pero la realidad es que pueden tener acceso a la información de todos los móviles conectados en ese momento, ya que no existe una manera de comprobar y garantizar que en realidad sólo están monitorizando la actividad de una persona.
Hasta el momento la policía de Nueva York no ha emitido declaraciones al respecto de estos rastreos, ya que se supone que todo está especificado en la solicitud de información de NYCLU, donde todo está justificado y avalado por la ley.
Vía | NYCLU En Xataka | EEUU puede localizar cualquier teléfono a través de antenas "falsas" instaladas en aviones
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