Se acercan las elecciones autonómicas en España, y el periodo de campaña electoral está sirviendo para descubrir algunas iniciativas curiosas. La última la ha puesto en marcha el partido político Más Madrid liderado por Manuela Carmena e Íñigo Errejón, que quieren que cambies el nombre de tu WiFi.
Así, sugieren nombres como "VotaMásMadrid", "VotaMásMadrid26M" o "VotaCarmenayErrejon" para animar a que cualquiera que busque una red WiFi vea en su móvil esa propaganda electoral indirecta al tratar de conectarse. Más allá de lo acertado de la idea a nivel electoral, esta propuesta puede provocar varios problemas técnicos y de privacidad.
"Balcones digitales"
Este partido político ya solicitó a los madrileños que colgaran en sus balcones propaganda física de este partido político para animar a que otros ciudadanos les votaran, pero ahora van más allá con lo que llaman los "balcones digitales".
Los responsables de este partido han emitido un mensaje en diversas redes sociales como Twitter o Facebook en el que invitan a la gente a cambiar el nombre de tu WiFi, conocido como SSID (Service Set Identifier).
"Cédele a Carmena y Errejón el nombre de tu wifi", indican, explicando con algunas instrucciones adicionales cómo puedes cambiar el SSID en tu router para convertirlo en un elemento más del mecanismo de propaganda electoral de este partido político.
En esas instrucciones se sugieren algunos nombres que puedes utilizar si decides apuntarte a una iniciativa que sirve "para pedir el voto a Más Madrid a través de vuestros WiFi". La petición puede ser más o menos discutible como estrategia electoral, pero es que no es buena idea a nivel técnico y práctico.
El secreto (y el problema) está en roaming WiFi
Esta opción es común desde hace tiempo gracias a la tecnología de roaming WiFi o su variación más moderna, Fast Roaming, una característica que permite que los clientes WiFi se conecten automáticamente al punto de acceso con mejor cobertura de señal para mejorar la experiencia WiFi.
La opción no está universalmente soportada, aunque desde diciembre de 2017 la Wi-Fi Alliance definió su programa de certificación Agile Multiband que precisamente especificaba los requisitos que permitían validar que un router, punto de acceso o dispositivo de conexión Wi-Fi estuviese dotado de tal capacidad.
Esa certificación forma parte de varios productos en la actualidad y ya es parte integral de los estándares 802.11k, 802.11v, 802.11r y 802.11u, pero no todos estos estándares están integrados en todos los dispositivos de conexión actuales.
Las redes Mesh precisamente se basan en esa característica para ofrecer ese comportamiento "transparente" que hace que podamos saltar de punto de acceso en punto de acceso sin que nos enteremos, y en este caso específico pueden hacer uso del estándar 802.11k Neighbor Reports que ayuda a facilitar ese roaming WiFi.
¿Muchas WiFis con el mismo nombre? Mala idea
El nombre de tu red WiFi es una parte importante de este tipo de conexiones ya que ese es el primer dato que consultan nuestros dispositivos (móviles, tabletas, portátiles) cuando intentamos conectarnos a ellos.
Si dos o más redes WiFi tienen el mismo nombre, los dispositivos que se conectan a ellas podrían ser menos eficientes. Esto sucede porque al alejarnos de estos routers o puntos de acceso y acercarnos a otros el dispositivo tratará de buscar siempre la mejor señal: detectará que hay una red con el mismo nombre e intentará conectarse, pero no lo logrará si no tenemos la contraseña de esa segunda red WiFi con el mismo nombre.
Este proceso hace que el consumo de batería se incremente ante esa búsqueda activa y constante de la mejor conexión, y si tenemos la conexión WiFi activada en el móvil y vamos por la calle sucederá que al pasar por puntos de acceso con la misma SSID que el nuestro se sucederán los intentos de conectarnos a esos puntos.
Las redes WiFi actuales hacen uso de protocolos de seguridad que integran el llamado 'handshaking de cuatro vías' en la cual los extremos que intervienen se comunican para demostrar que ambos conocen la contraseña WiFi sin enviarla hasta que eso no se confirma. Con ello se evita que alguien con una WiFi con la misma SSID pueda capturarla para intentar crackearla.
Aún así hay ciertos riesgos si además el propietario de esa red WiFi con tu mismo SSID está abierta acabaremos conectando a una red desconocida que podría estar también sirviendo como punto de acceso para recolectar datos sobre nuestras sesiones conectados.
Así pues, más allá de que la idea pueda ser o no válida a nivel electoral, lo que es cierto es que a nivel práctico, técnico y de privacidad hay conflictos claros para quienes quieran ponerla en práctica.
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