Crecer rodeado de tecnología y con acceso a internet no te vuelve inmediatamente inmune a todos los peligros de la red. Es la principal diferencia entre la generación Z, aquellos nacidos entre 1994 y principios de la década de 2010, respecto a los boomers, que ya acostumbran a tener nietos. Los primeros nacieron junto al uso de internet, mientras que los segundos lo aprendieron por el camino. Sin embargo, los más jóvenes caen en más estafas online que sus abuelos, según un reciente informe de Deloitte.
Más acostumbrados, pero también más confiados. La encuesta 'Connected Consumer Survey 2023' expone que los jóvenes de la Gen Z son más propensos a ser estafados en internet que los boomers. Y no por poco.
La generación Z, los segundos nativos digitales, tienen hasta tres veces más probabilidades en ser víctimas de phishing, robo de identidad, estafas románticas o ciberacoso. Y el doble de posibilidades de que les hackeen la cuenta en redes sociales.
Y va a peor. El caso es que la tendencia de los segundos nativos digitales en caer en estafas va en aumento. En este caso no tiene por qué representar que se ha bajado más la guardia, sino que cada vez son más habituales estas prácticas.
Según un estudio de Social Catfish en 2023, las estafas online de menores de 20 años representaban en 2017 unas pérdidas de unos 8,2 millones de dólares. En 2020, estas pérdidas fueron de 210 millones de dólares en Estados Unidos.
Fíjate en tu abuelo: si no estás seguro, mejor no hagas clic. De todas las generaciones estudiadas, los mayores de 55 años fueron quienes caían en menos estafas. Según apunta Avast, solo un 24% era propenso a caer en una estafa, por el 49% de quienes tenían entre 24 y 34 años.
La explicación es que los mayores no han nacido con internet y por ello llevan mucho cuidado a cada paso que dan en la red.
La experiencia es un grado. Los Gen Z han nacido rodeados de internet, pero no han pasado tanto tiempo en ella por una simple cuestión de edad. Si comparamos los datos con los millenials, vemos que la tendencia a caer en estafas disminuye. El análisis del informe apunta que "cada hora que pasas online aumenta la probabilidad de que un estafador intente comunicarse contigo", pero también aumenta la experiencia sobre cómo funcionan estas tácticas.
La responsabilidad en el individuo y no en las aplicaciones. Aplicaciones como Instagram o TikTok, muy populares entre la Gen Z, tienen numerosas opciones de privacidad. Sin embargo, dejan en manos del usuario que la configuración sea la apropiada. "La configuración de privacidad debería ser más fácil de acceder y comprender", expone el informe.
Imagen | Fausto Sandoval
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