Facebook parecía inmortal. Ni los escándalos de privacidad podían con ella. Lo que al final pudo con ella fueron otras redes, y, en concreto, una propia: Instagram molaba más, y todo el mundo parecía estar allí. El texto que era importante en los mensajes de Facebook dejaba de ser atractivo en Instagram, donde se hacía más real que nunca eso de que "una imagen vale más que mil palabras".
Instagram también parecía inmortal, de hecho. La red social creó una industria de la nada y dio vida al fenómeno influencer. Todo parecía fantástico (más o menos), y entonces llegó TikTok, que con sus vídeos cortos fue convenciendo a más y más usuarios. De repente las fotos tampoco eran suficientes, y los vídeos cortos ganaban la batalla. Todos quieren ser TikTok, incluida Instagram.
De las Stories a los vídeos cortos
A Zuckerberg jamás le ha temblado el pulso cuando se trataba de adaptarse a los nuevos tiempos. Si había que cambiar, se cambiaba. Y si había que copiar, se copiaba. Con Instagram aplicó el mismo principio, y eso ha acabado pervirtiendo esa red social que encumbró la fotografía móvil (y los selfies) para acabar dejándolos en segundo plano.
La evolución de Instagram ha sido singular: cuando Snapchat creó la función de 'Stories' en su red social desató una singular tendencia. Los minivídeos y pequeños montajes que desaparecían a las 24 horas triunfaban, y todas las redes sociales acabaron copiando la función.
Así, vimos Stories en Twitter (en 2015, con sus Moments), pero también a YouTube, WhatsApp, Facebook, Skype y hasta LinkedIn. Pero claro, una de las primeras en copiar adoptar esa idea fue Instagram, que no quería que Snapchat acabase amenazándola de verdad.
El formato funcionaba, pero no era suficiente. De repente TikTok se había convertido en la nueva red social de moda. Había que ofrecer distintas opciones para publicar vídeos cortos (y no tan cortos con IGTV, que quería competir con YouTube). Superada la 'crisis Snapchat', en Facebook pensaron que podían hacer exactamente lo mismo que habían hecho en ese caso. Para competir con TikTok solo tenían que ofrecer esos mismos vídeos cortos que triunfaban allí, así que lanzaron sus Reels.
Aquello fue otra gota que empezaba a colmar un vaso demasiado lleno. El cambio al feed algorítimico en 2016 y esa opción del "Descubrimiento" —una que posiciona mensajes, fotos y vídeos de desconocidos antes de los que tú estás siguiendo— acabaron por transformar la experiencia: ya no seguías solo a quien querías: Instagram hacía que siguieras a mucha otra gente. Gente que además tenía que publicar cierto número de Stories o de Reels para seguir siendo influencers (o aspirar a ello), lo que a su vez convirtió la experiencia en una verdadera condena para muchos de esos usuarios.
Esa copia indiscriminada, como sucedió con Reels, era, como decían en Inc., "un ejemplo de todo lo que está mal con Facebook". Y mientras TikTok seguía a lo suyo, Instagram declaraba su derrota. Lo hacía Adam Mosseri, el máximo responsable de la red social, que hace unos días hablaba de algunas novedades en Reels para luego contar cómo "están pasando un montón de cosas en Instagram ahora mismo".
Mosseri explicaba cómo el nuevo feed de Instagram no acaba de cuajar y cómo las recomendaciones podían no ser adecuadas, pero sobre todo hablaba sobre el papel de las fotos y los vídeos en Instagram.
"Tengo que ser honesto", explicaba el CEO de la compañía en un pequeño vídeo que publicaba también en Twitter. "Creo que Instagram va a convertirse más y más en un sitio de vídeos con el tiempo. Lo estamos viendo incluso sin cambiar nada. [...] Si uno se fija en lo que la gente comparte en Instagram, se comparten más y más vídeos cada vez".
Mosseri tiene razón: el mundo está cambiando a los vídeos cortos —hasta YouTube trata de copiar la idea con sus Shorts—. El éxito de TikTok es tan rotundo que los usuarios de Instagram descargan vídeos de TikTok para luego republicarlos en Instagram. El problema es que Instagram no se creó para eso: la gente iba a Instagram a ver (sobre todo) fotos, y se ha ido adaptando con parches que han acabado traicionando la idea original para convertirla en una copia de TikTok.
La pregunta, claro, es si la estrategia logrará funcionar. Las críticas sobre esos cambios anunciados se unen a un mensaje claro de parte de la comunidad: el de "Hacer que Instagram vuelva a ser Instagram". La campaña iniciada por la creadora de contenido Illumitati era compartida por megacelebridades de esta red social como Kim Kardashian (326 millones de seguidores) o Kylie Jenner (360 millones). En Change.org se ha creado una petición de firmas (ya van más de 180.000 apuntados) para pedir lo mismo y que vuelva el feed cronológico.
Ese último vídeo de Mosseri era precisamente la respuesta a esas quejas, pero en él parecía claro que el vídeo (corto) es el futuro de Instagram, y eso parece significar solo una cosa. Que TikTok ha ganado.
Imagen | Solen Feyissa
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