Madrid acaba de recibir en sus calles la llegada de un nuevo vehículo eléctrico de alquiler. Pequeño, destinado al transporte personal y que, a falta de una ratificación en el pleno del ayuntamiento de la ciudad, le espera un futuro incierto con la nueva ordenanza de movilidad. El servicio de patinetes eléctricos compartidos sin estaciones fijas participado por Alphabet y Uber, Lime, ha entrado en funcionamiento en Madrid.
Desde este miércoles, los madrileños habrán encontrado en aceras, plazas y parques estos pequeños patinetes eléctricos que pueblan desde junio otras ciudades europeas como París o Zurich. Los vehículos, de color blanco, negro y lima, están diseminados por el centro de la urbe y dicen querer ser "una alternativa ecológica y eficiente para moverse por la ciudad y una solución real a los problemas de movilidad urbana".
Alquilar un patinete eléctrico Lime-S cuesta 1 euro, en concepto de desbloqueo, más 0,15 euros el minuto de viaje. A continuación te explicamos, al detalle, cómo funciona este nuevo servicio, cómo son estos pequeños vehículos y qué limitaciones existen al respecto de su utilización actual y futura por las calles de Madrid.
Aseguran que tras su llegada a Madrid, Lime "ampliará su flota a las principales ciudades españolas" en las próximas semanas.
Cómo usar Lime y sus patinetes eléctricos
Para comenzar a usar los patinetes eléctricos Lime-S basta con instalar la aplicación móvil del servicio, disponible para iOS y Android, y registrarse con un número de teléfono o nuestra cuenta de Facebook. Según hemos podido comprobar, al menos en la versión para Android, la aplicación de momento es bastante inestable y se cierra a menudo. En cualquier caso, tras llevar a cabo el registro, tendremos pleno acceso al servicio.
Con un modelo de funcionamiento —y negocio— similar al de otros servicios de compartición de vehículos como car2go, Zity o eCooltra, en la pantalla principal de la aplicación de Lime encontraremos un mapa de la ciudad con la ubicación de todos los patinetes disponibles mediante un icono que también nos informará sobre la carga de la batería.
Cuando seleccionemos cualquiera de ellos, podremos ver su número de serie, los kilómetros aproximados que nos permitirá recorrer con la cantidad de energía de la que disponga, tendremos la posibilidad de hacer sonar un timbre por si no conseguimos verlo a simple vista e informar de su pérdida, si pese a estar en la ubicación correcta no está visible.
Y para alquilar un patinete, ¿qué hay que hacer? Pues simplemente escanear el código QR que tiene en el manillar y listo. Para finalizar el trayecto habrá que aparcar este vehículo de movilidad personal en un lugar seguro y en el que esté permitido su estacionamiento, para a continuación acceder nuevamente a la aplicación con el fin de bloquear y dar por terminado el viaje.
El euro por desbloqueo y los quince céntimos que nos costará cada minuto de uso se cobrarán de crédito promocional, si tenemos, o de cupones de 10, 20 o 50 euros que podremos comprar introduciendo una tarjeta bancaria en las opciones de configuración de la aplicación, en la sección Cartera.
Y un detalle importante: el servicio funciona entre las 5 de la madrugada y las 9 de la noche. Todas las noches a partir de las 21 horas, aseguran, los patinetes eléctricos se recogerán para ser recargados y revisados mediante controles de mantenimiento.
La empresa lleva unas semanas ofreciendo trabajo en Madrid, por un salario de entre 500 y 1.000 euros a la semana según la oferta, cuyas funciones son la recogida de los patinetes con medios propios, la carga de los mismos en el domicilio particular de los trabajadores y su posterior repartición por la ciudad. En otros anuncios en los que buscan personal para el mismo trabajo en Valencia, donde todavía no operan, se señala que pagarán entre 6 y 12 euros por patinete cargado. El puesto de trabajo lo denominan como Lime Juicer o personal de recarga de patinetes eléctricos.
Cómo son y cómo funcionan los patinetes eléctricos Lime-S
Según explica la compañía, los patinetes eléctricos Lime-S han sido desarrollados en asociación con el conocido fabricante Segway y concebidos como un vehículo "ligero y a la vez robusto". Todos ellos llevan ruedas de ocho pulgadas, frenos delanteros y traseros, un faro central, una luz trasera, una maneta de freno y un gatillo, situado en la maneta derecha del manillar, que es el acelerador.
Desde Lime señalan que, "conforme a las reglas de tráfico para estos vehículos en la ciudad", la velocidad de los Lime-S se limita a 24 kilómetros por hora. E indican que con una carga completa los patinetes tienen una autonomía de 50 kilómetros de distancia.
Una vez esté desbloqueado el vehículo, debemos impulsarnos con el pie para ponerlo en funcionamiento. Cuando ya estemos en movimiento, accionando el gatillo podremos acelerar. Regulando la presión, podremos controlar la velocidad a la que circulamos.
La compañía dice que proporcionará cascos de forma gratuita a sus usuarios "en un futuro próximo", sin detallar cómo lo hará, y que cada nuevo registro de la aplicación va acompañado de tutoriales obligatorios que recuerdan el uso y las precauciones de seguridad.
El número total de patinetes eléctricos que se encuentran desplegados por la ciudad no ha sido revelado por una cuestión estratégica.
Limitaciones presentes y futuras en Madrid
Lime comenzará su actividad en Madrid gracias a la falta de regulación actual de las empresas de su tipo, ya que por el momento no necesitan un permiso para operar en las calles. Según la compañía con sede en San Mateo, California, han estado en contacto con responsables institucionales de la capital española para explicar su modelo de funcionamiento, extremo que desde el consistorio desmienten.
La actual normativa municipal al respecto de la movilidad señala que los patinetes solamente pueden circular por las aceras si mantienen un ritmo de desplazamiento similar al de los peatones, pero estas directrices no tienen en cuenta si los vehículos disponen de motor o no.
Es por esta razón, entre otras, que desde el Ayuntamiento de Madrid se ha impulsado una nueva ordenanza de movilidad que regula la utilización de los patinetes eléctricos y los distingue en varios tipos, con varias regulaciones específicas, a partir de una clasificación confeccionada hace unos años por la Dirección General de Tráfico.
Según esta norma, aprobada por la Junta de Gobierno y que entrará en funcionamiento si es ratificada en un pleno municipal a la vuelta del verano, estos vehículos de movilidad urbana deberán abandonar aceras y la mayoría de calzadas por las que actualmente se ven circulando.
Los patinetes eléctricos de Lime, que por su velocidad quedarían enmarcados en el tipo B de VMU, únicamente podrán circular por ciclocalles, carriles bici protegidos y pistas bici siempre que la anchura del vehículo lo permita en condiciones de seguridad y por las aceras bici y sendas bici. En estos lugares deberán hacerlo con velocidad moderada, respetando la prioridad de paso de los peatones en los cruces señalizados y haciéndolo con precaución ante posibles irrupciones de peatones, en especial de niños y niñas y de personas con discapacidad.
Además, la nueva regulación contempla expresamente que las compañías con las características de Lime, que presenten servicios de vehículos de movilidad urbana compartidos sin base fija, se someten "a la previa obtención de la correspondiente autorización demanial temporal". Para obtenerla, entre otros requisitos, deberán cumplir obligaciones como el compromiso de implantación en distritos y áreas geográficas concretas, teniendo el deber de disponer de un determinado porcentaje de flota en cada distrito o área al inicio y fin de cada día.
De igual manera, también se regula el estacionamiento de los patinetes eléctricos, que solo podrán aparcar en la acera bajo "determinadas condiciones", teniendo como alternativas las reservas de bicis y motos.
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