Hace una semana hice de abogado del diablo. La mayoría de medios criticaban abiertamente a Microsoft por el uso de diversos sistemas de recolección de datos en su nuevo sistema operativo, Windows 10. En mi opinión el problema no era la recolección en sí -destinada a mejorar servicios como Cortana y a poder exprimirlos al máximo-, sino el hecho de que Microsoft los hubiera habilitado por defecto sin ser transparentes al respecto. Microsoft podía haber actuado mucho mejor en este apartado, porque aunque ofrece todo un apartado de la Configuración dedicado a la Privacidad, esa glotonería por los datos -por mucho que mejore la experiencia de uso- tenía que haberse ofrecido de forma opcional.
El problema es que aun desactivando ese tipo de recolección de datos, Windows 10 seguirá mandando datos a Microsoft. Lo han revelado en Ars Technica, donde explican qué datos se envían -aparentemente, inofensivos- y por qué. Microsoft se ha defendido indicando que por ejemplo al usar la búsqueda en el menú de inicio "no se envían a Microsoft ni datos sobre la búsqueda ni sobre el uso del buscador", pero aún así el hecho de no poder detener completamente el envío de datos es sospechoso.
Microsoft debe explicar qué pasa
Y lo dice alguien que como digo cree en que Microsoft había hecho cosas lógicas para una empresa y se había equivocado en la transparencia al hacerlas. Esto, sin embargo, es peor. Uno detiene la recolección de datos pensando que Microsoft efectivamente dejará de recolectarlos, y aún así se sigue enviando cierta información.
En algunos casos, como indicaban en Ars, estaba claro que la información era inocua. Se enviaba un ID aleatorio de máquina -que persiste en distintas sesiones- con algo de información sobre Cortana aunque no usemos esa opción, algo que también ocurre con OneDrive, un servicio sobre el que se intenta recolectar información aun teniéndolo deshabilitado. En ese estudio deducen que se trata de información relacionada con la telemetría: de cómo usamos el sistema operativo y sus funciones. ¿Para qué siguen haciéndolo incluso con Cortana y OneDrive activados? ¿Quizás para detectar mejores formas de proponernos que los usemos? A saber.
También explican cómo al conectar a una nueva red las máquinas con Windows 10 tratan de hacer una petición a dos URLs de Microsoft para determinar si esa red es "segura" o cuál es la mejor forma de acceder a ella gracias a la tecnología NCSI (Network Connection Status Indicator) que ya estaba presente en Windows Vista. Este descubrimiento pone en tela de juicio la reflexión original que hice hace unos días: desde luego que cuando uno utiliza ciertos servicios hace ciertos sacrificios (uno suele ganar en comodidad, pero sacrificar un poco su privacidad), pero ese tipo de actividad no habla bien de Microsoft ni, de nuevo, de su transparencia. Veremos si el gigante del software mundial explica qué ocurre.
Actualización: Microsoft ha emitido el siguiente comunicado sobre este asunto:
Como parte de ofrecer Windows 10 como un servicio, las actualizaciones pueden llevarse a cabo para proporcionar de forma continuada nuevas características a las búsquedas de Bing, como nuevos diseños visuales, estilos y código de búsqueda. No se envía a Microsoft ningún dato de uso por petición o búsqueda, de acuerdo con la configuración de privacidad escogida por el usuario. Esto también aplica a las búsquedas offline para elementos como apps, archivos y configuraciones del dispositivo. Para saber más sobre la política de privacidad, se puede visitar el Microsoft Privacy Statement.
Vía | ArsTechnica UK
En Xataka | Windows 10, privacidad y sacrificios
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