El MWC 2024 ha llegado a su fin y es hora de hacer balance. Quien firma estas líneas lleva bastantes ediciones a sus espaldas (no diré cuántas...) y, si hay algo que he podido comprobar en los últimos años, es que las demos del 5G se suceden por doquier.
No hay operador que se precie que no lleve a su stand diferentes casos de uso relacionados con las virtudes de la quinta generación de redes móviles. Y no sólo desde 2019, cuando Vodafone lanzó comercialmente el 5G NSA en nuestro país, sino desde mucho antes.
Pero algo ha cambiado este año. La tecnología 5G ha madurado y ya está implantada completamente en la sociedad, lo que ha provocado que las demos, por fin, no vayan enfocadas sólo al ámbito industrial. Ahora el 5G le sirve al usuario de a pie. Y el MWC de este año es la mejor prueba de ello.
La realidad aumentada viene pisando fuerte
No nos vamos a engañar. Hace años que los casos de uso del 5G se convirtieron en un mal común entre los operadores, una suerte de epidemia que sufría su punto álgido anual en el MWC de Barcelona. Y sí, remarco lo de "sufrir" porque a los periodistas del sector nos ha tocado sufrir muchas.
Quien más y quien menos recordará esas demos con drones, ya fuera como sistema de vigilancia desde el aire o para el mantenimiento de las redes eléctricas, entre otros ejemplos. También hemos visto casos de uso para favorecer la reforestación, evitar accidentes, gestionar eficientemente un hospital o una ciudad inteligente, controlar robots industriales en remoto...
Eso sin olvidarnos del OpenRAN, los proyectos de Open Gateway y el famoso metaverso. Tampoco faltaban los videojuegos, donde la ultrabaja latencia del 5G juega un papel fundamental. Precisamente los juegos, junto a las aplicaciones del 5G relacionadas con el turismo, eran de lo poco que, hasta ahora, podía resultar interesante para los usuarios particulares.
Repetimos: hasta ahora. Este año ha sido cuando, por fin, he encontrado casos de uso que realmente pueden servirnos en nuestro día a día. O, al menos, que muestran un avance importante respecto a lo que conocíamos hasta ahora.
Vodafone, por ejemplo, ha presentado HyperRealityHub, una plataforma que externaliza gran parte de la computación y de los sensores informáticos del equipo AR/VR para hacerlo más ligero, más cómodo y más asequible. Ya no necesitas un casco, ahora son suficientes unas gafas, de manera que la realidad virtual podrá llegar a más gente.
Hablando de gafas, Telefónica ha mostrado un caso real de la Copa del Rey acb de baloncesto que he podido disfrutar de manera inmersiva, parecido a lo que viví hace tiempo con un partido de fútbol en el Cívitas Metropolitano. Es algo que la teleco lleva probando unos años, pero ahora está mucho más pulido.
En esta ocasión, he podido situarme en la cancha del Martín Carpena de Málaga y, con unas gafas VR, disfrutar de una perspectiva inmersiva de 180º o 360º. Desde casa, la API 'Quality of Demand WiFi' (QoD WiFi) permite optimizar la calidad del WiFi en el hogar, mientras que la API 'QoD Mobile' se ocupa de optimizar la calidad de la red móvil en el estadio.
Y más deporte: el caso de uso de Vodafone con la selección de rugby de Irlanda. Consiste en una unidad móvil con una serie de cámaras y drones conectados a una red privada 5G que capturan flujos de vídeo en tiempo real, los analiza junto a los datos de los sensores biométricos de los jugadores y envía los informes al cuerpo técnico. Lo describen como "análisis deportivo del siguiente nivel". Y vaya si lo es.
Un abanico de posibilidades en medicina
En el stand que Vodafone ha montado este año en el MWC, también he conocido su plataforma HealthTwin, que gestiona los historiales médicos y datos IoT (biométricos) a la vez que los coteja con grandes bases de datos médicas.
Y no sólo eso, sino que, con unas gafas de realidad aumentada, permite ver un modelo virtual en 3D del cuerpo humano con sus distintos sistemas biológicos, como el muscular, el cardiovascular y el nervioso. Muy útil tanto para médicos como para pacientes.
Pero si hablamos de medicina y salud, tenemos que destacar la demo del quirófano virtual que llevó a cabo Telefónica. En ella, conectaron en directo con el hospital Germans Trias i Pujol durante el transcurso de una operación real con el sistema robótico da Vinci.
Desde el stand, a través de una tablet 3D o unas gafas VR, podíamos acceder a distancia a tres vistas diferentes del quirófano del hospital: una cámara estereoscópica del robot, una cámara dirigida con zoom y una cámara 360. Todo ello gracias a la nula latencia del 5G. Fue realmente impresionante.
Otra demo de la teleco española que me gustó especialmente fue la experiencia de computación espacial para reuniones holográficas que ha desarrollado junto a Matsuko y NVIDIA. Después de probarlo en Apple Vision Pro, creo firmemente que esta solución, en un futuro a corto plazo, nos hará olvidar las videollamadas.
Con motivo del Centenario de Telefónica, también hubo un acto en el que el pianista chino Lang Lang tocó un piano holográfico mientras una representación digital de sí mismo tocaba un piano real. El concierto arrancó, además, con 36 drones formando el logo de la compañía, todo ello bajo una red privada 5G desplegada por Ericsson y Telefónica.
En definitiva, este año he podido ver cómo las ventajas del 5G, cuya cobertura ya está mucho más extendida en nuestro país, pueden beneficiar al deporte, a la medicina, a las reuniones de trabajo o al entretenimiento, aspectos todos ellos muy presentes en nuestro día a día. Lástima que para muchos de los casos de uso necesitemos unas gafas que, por el momento, no son precisamente baratas.
Imagen de portada | Xataka
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