Desde que el pasado mes de octubre comenzara el desfile de compilaciones de Windows 10 se han ido sucediendo las mejoras y cambios en un sistema operativo que ya está a punto de presentarse en su edición definitiva. Hace escasas horas Microsoft ha publicado la compilación 10240 que todos los miembros del programa Windows Insider ya pueden descargar.
La cercanía de una versión "Release To Manufacturing" hizo que hace unos días Microsoft bloquease la aparición de nuevas actualizaciones en el sistema operativo, pero la disponibilidad de esta compilación 10240 y la cercanía del 29 de julio hacen pensar que estamos ante Windows 10 RTM. Pero hay más indicios de que no veremos más compilaciones previas antes del lanzamiento definitivo.
Dos semanas para la versión final de Windows 10
Entre ellos destaca el hecho de que la tradicional marca de agua con el número de compilación en la esquina inferior derecha deja de aparecer, pero es que además esta actualización está disponible tanto en el canal de actualizaciones "Lento" como en el "Rápido", algo que no debería suceder a no ser que las pruebas internas de Microsoft certificasen que se trata de una compilación "especial".
En la nota que acompaña a esa publicación Microsoft no da detalles sobre esa circunstancia, pero sí indican que Microsoft Edge es ahora más rápido en la ejecución de código JavaScript -afirman que supera a Chrome en algunas pruebas de este tipo-, además de señalar la corrección de algunos conflictos y las mejoras de rendimiento en otras áreas genéricas.
Nosotros ya tenemos instalada esta última compilación de Windows 10 -aquí la imagen de cabecera a tamaño completo- y en una prueba rápida basada en Peekeeper, de FutureMark, los resultados son contundentes: Microsoft Edge es el que peor se comporta al compararlo con Opera, Chrome y Firefox, que gana la partida con mucha ventaja.
De izda. a dcha. y de arriba a abajo: Edge, Opera, Chrome y Firefox. Todos en sus últimas versiones a día de hoy.
Si esta es realmente la RTM, será la versión en la que los fabricantes se basarán para su preinstalación en equipos, pero además pasaremos del esquema válido hasta ahora -cada actualización era casi como una reinstalación del SO- a uno en el que las actualizaciones serán mucho menos "dramáticas", y se podrán obtener a través del tradicional programa Windows Update.
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