Noviembre es un mes que desde hace algunos años se ha convertido en un pequeño homenaje a aquellos que lucen bigote en sus caras. El evento Movember se ha convertido en un símbolo para impulsar la concienciación sobre algunos problemas de salud en los hombres como el cáncer de próstata o la depresión, y dejarse crecer el bigote y presumir de él es algo ya tradicional estos días.
En Microsoft han querido aportar su granito de arena con una campaña dedicada a recaudar fondos para diversos proyectos de investigación, y han publicado un simpático experimento: uno en el que nos detectan el bigote y nos dicen lo largo que es en relación al resto de participantes del experimento.
La idea forma parte del Microsoft Garage Project que ya nos sorprendió calculando nuestra edad y buscándonos un doble, y ahora vuelve a centrar esas tecnologías de reconocimiento facial para estudiar la longitud de nuestro mostacho, en caso de tenerlo.
Si ese no es el caso el sistema es capaz de crear un bigote virtual para que sepamos cómo nos quedaría. Como indican en Microsoft aun "donando nuestra foto para la ciencia" no se recolecta información personal, y esa imagen simplemente sirve como una forma de alimentar ese sistema de aprendizaje automático que hace que el cálculo de la longitud del bigote sea cada vez más preciso y se ofrezcan "interesantes estadísticas bigotudas que podremos compartir".
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