Airbnb es uno de los servicios más llamativos de los últimos tiempos: esta alternativa al alquiler de distintos tipos de vivienda se ha convertido en un éxito rotundo de la nueva economía, pero no está exenta de problemas.
Hace unos meses se descubrió que algunos anfitriones habían colocado cámaras ocultas para espiar a sus usuarios, y a pesar de los términos de uso, en Airbnb no pueden hacer mucho al respecto. De hecho se han vuelto a descubrir cámaras ocultas en más domicilios, algo que podría acabar teniendo consecuencias preocupantes para este servicio.
Anfitriones que espían a sus huéspedes
Esta vez el descubrimiento de un usuario estaba camuflado tras un hipotético sensor de movimiento. El tuit del usuario de la plataforma que descubrió esa cámara oculta se ha vuelto viral y tiene más de 23.000 retuits, lo que ha desatado una vez más la polémica sobre este tipo de actividades por parte de los anfitriones del servicio.
Un portavoz de Airbnb indicaba en BuzzFeed que este tipo de incidentes son "increíblemente escasos" y que ese anfitrión en concreto ha sido vetado del servicio.
El usuario afectado ha recibido un reembolso completo de su alquiler, y es uno de los varios casos que en los últimos tiempos se han dado entre anfitriones de Airbnb que espiaban a sus huéspedes sin que estos lo supieran.
El problema no solo afecta a Airbnb
El problema es grave porque los anfitriones que espían a sus inquilinos sin que estos lo sepan no solo tienen esas imágenes: conocen el nombre, dirección o el número de teléfono de los afectados, algo que plantea una seria amenaza a su privacidad.
Las cámaras ocultas no solo son un problema de Airbnb, y por ejemplo en Time indicaban recientemente cómo las quejas sobre el problema pueden afectar también a hoteles convencionales.
Aunque los expertos indican que el riesgo es reducido, puede existir, sobre todo en aquellas habitaciones en las que se pueden hospedar famosos y figuras públicas a las que algunos podrían tener como objetivo para obtener imágenes íntimas. Eso le ocurrió a Erin Andrews, una presentadora de Fox Sports, que acabó recibiendo una compensación de 55 millones de dólares.
El problema puede afectar también a los huéspedes convencionales, algo que por ejemplo sucedió el año pasado en un hotel de Virginia en el que se descubrieron cámaras ocultas. Los expertos aconsejan revisar rejillas de ventilación, comprobar dispositivos "raros" conectados a la corriente e incluso desconectar relojes alarma y orientarlos hacia la pared.
Para los hoteles el riesgo es mucho mayor, sobre todo porque si se descubren este tipo de actividades la reputación del establecimiento puede verse muy afectada. En Estados Unidos está prohibido grabar audio en las habitaciones de hotel sin permiso expreso y conocimiento del usuario, pero no hay una ley específica que prohíba la instalación de cámaras, aunque varios estados sí tienen leyes propias al respecto.
Para los anfitriones de Airbnb la prohibición es clara en los términos de uso, y en este ámbito explican cómo:
Exigimos a los anfitriones que informen sobre cualquier dispositivo de vigilancia instalado en sus alojamientos. Asimismo, prohibimos el uso de cualquier dispositivo de vigilancia en determinados espacios privados (como dormitorios y cuartos de baño), independientemente de que se informe sobre ellos.
Aunque la prohibición no obstante es patente, poco puede hacer Airbnb para validar que efectivamente sus términos se cumplen. Si eres usuario de la plataforma, te recomendamos tenerlo en cuenta y en caso de duda consultar al anfitrión sobre este tema.
En Xataka | Qué hacer para que no te estafen en Airbnb
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