El lanzamiento de Windows 10 el pasado 29 de julio ha supuesto todo un acontecimiento en el segmento de los PCs y portátiles, y argumentos como las nuevas políticas de Microsoft a la hora de ofrecer la actualización -gratuita para quienes dispongan de una licencia válida de Windows 7 o superior- ha hecho que su adopción sea mucho más rápida que la de su predecesor.
Según los datos de Statcounter Global Stats, Windows 10 contaba el pasado miércoles con un 3,2% de cuota a nivel global, una cifra realmente destacable para un sistema operativo que acaba de debutar en el mercado. Las comparaciones con la adopción de Windows 8 son inevitables: en sus primeros meses de disponibilidad ese sistema operativo contaba con un 3,17% de cuota según NetApplications.
Evidentemente Windows 10 cuenta con esa ventaja fundamental de su gratuidad en la actualización que ha hecho que muchos usuarios se decidan a probarlo -es posible volver a la versión anterior de Windows gracias a las herramientas de restauración del sistema-, pero es que además el salto y el cambio a Windows 10 desde versiones previas es mucho menos traumático.
Mientras que en Windows 8 los usuarios se encontraban con que la interfaz apostaba por las pantallas y la interfaz táctil, en Windows 10 volvemos al concepto de escritorio tradicional controlado con ratón y teclado. Esa y otras prestaciones muy interesantes -Cortana, el nuevo navegador Microsoft Edge, las mejoras visuales y la promesa de la convergencia- han hecho que esa adopción se acelere. Y la cosa irá a más y más en los próximos meses, seguro.
Vía | ComputerWorld
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