Circuito integrado

Cuando NVIDIA dio a conocer en marzo de este año su chip B200 para aplicaciones de inteligencia artificial era evidente que tenía entre manos un auténtico monstruo.

La industria de los semiconductores no descansa. Y es que ya sabemos oficialmente algo que podíamos intuir: el desarrollo tecnológico de la litografía de 2 nm ya ha empezado.

El 50% del tiempo que es necesario invertir en la fabricación de un circuito integrado avanzado lo acapara el proceso fotolitográfico, y el 30% de su coste procede, precisamente, de esta etapa del ciclo de fabricación.

El camino que nos ha traído hasta aquí ha sido emocionante, pero ha estado repleto de retos. El futuro de los procesadores es muy prometedor, pero los fabricantes no van a tener nada fácil cumplir las promesas que nos están haciendo.

La demanda actual de circuitos integrados es monstruosa. Tanto, de hecho, que los nodos de fabricación más avanzados están al límite de su capacidad, y los más antiguos, como los de 40, 45, 65 y 90 nm, están resurgiendo.

Solo en Estados Unidos la industria de los circuitos integrados necesitará contratar de aquí a 2025 a entre 70 000 y 90 000 trabajadores adicionales. El futuro de las personas formadas para trabajar en este sector está asegurado.

Intel sabe qué tiene entre manos mejor que nadie, y por esta razón ha dado a conocer algunas de las innovaciones en las que está trabajando en un claro intento de propinar a su tecnología de integración el espaldarazo que necesita.

Esta compañía diseña y fabrica los equipos fotolitográficos utilizados por los productores de semiconductores, y actualmente gobierna esta industria con pulso firme porque tiene las tecnologías más avanzadas.