Noticias de HTC One M8 en Xataka
Es sin duda uno de los grandes protagonistas de este nuevo curso para los fabricantes de dispositivos móviles. Ha llegado el HTC One (M8), que conserva muchas de las características del modelo que tanto nos gustó hace un año --incluido el nombre--, pero trata de diferenciarse con mejoras incrementales que consolidan la apuesta que el fabricante taiwanés hizo hace 12 meses.
El HTC One (M8) que se ha presentado hoy simultáneamente en Nueva York y Londres es en esencia un desarrollo conservador y continuista, y parece que la firma se ha puesto de acuerdo con el resto de grandes fabricantes en no ofrecer cambios diferenciales en sus terminales franquicia. Porque ya se sabe, si algo funciona, ¿para qué cambiarlo?
Review en vídeo del HTC One M8
Mismo diseño, pero en cinco pulgadas
Una de las características diferenciales del modelo del año pasado era su diseño y acabados. El HTC One original marcó un punto de inflexión en los dispositivos de esta empresa, y las críticas por parte de medios y de usuarios fueron muy positivas, y con razón. Esos aciertos probablemente hayan sido el principal motivo de que el nuevo HTC conserve las mismas líneas de diseño y los mismos materiales.
Eso sí: en HTC se han esforzado por pulir algunos pequeños defectos de la anterior iteración, y por ejemplo ese cuerpo totalmente metálico gana con unos bordes algo más redondeados y más atractivos al tacto. El aluminio domina toda la construcción de un smartphone que, eso sí, propone una diagonal sensiblemente mayor a la de su antecesor.
Así, pasamos de las 4,7 pulgadas del HTC One original a las 5 pulgadas del HTC One (M8), un aumento que responde a esa demanda de los usuarios por pantallas cada vez más grande pero que no penaliza apenas las dimensiones generales del dispositivo, que ha reducido el marco que rodea la pantalla en el frontal y que por tanto resulta teóricamente casi tan manejable como la primera edición.
En ese diseño aparecen además tres colores diferenciados: al color blanco que le caracterizaba el año pasado se suman un elegante gris cepillado y, cómo no, un dorado/champagne que ha sido protagonista en los últimos meses y que en HTC han decidido incluir como opción, aunque con una tonalidad algo menos chillona que en otros smartphones.
La funda es la gran sorpresa de HTC
Si ha habido una sorpresa en este HTC One (M8) ha sido precisamente en algo que no forma parte integral del dispositivo. Los responsables del departamento de diseño e ingeniería de la compañía se las han ingeniado para añadir valor al dispositivo a través de una funda realmente llamativa a la que han llamado "Dot View".
Y es que la funda dispone de un frontal totalmente perforado con puntos situados en una matriz que tiene un cometido claro: el de dejar pasar la luz para que incluso cuando tapamos totalmente el HTC One (M8) con la funda, éste pueda mostrar información relevante.
De hecho, el software del terminal se encarga de mostrar por ejemplo la hora y el estado del tiempo con iconos que tienen ese acabado LED que los hace visualmente muy atractivos. No solo eso: las notificaciones también se muestran en estas fundas cuando nos llaman o nos envían un mensaje, y las fundas nos permiten interactuar con esas notificaciones ya que en realidad son fundas táctiles. Basta con dar dos pequeños toques en la funda para activar esa información o desactivarla.
Eso permite que podamos contestar una llamada sin necesidad siquiera de descubrir el teléfono, simplemente desplazando el dedo hacia arriba por la funda para activar la llamada y poder hablar con el HTC One (M8) protegido. Las fundas están disponibles en varios colores --negro, azul, rojo, naranja, cián--, y son sin lugar a dudas uno de los accesorios móviles más destacados de los últimos tiempos.
Especificaciones: todo son buenas noticias en el HTC One (M8)
Las mejoras incrementales también son una realidad en el caso del hardware interno del dispositivo. Lo primero que llama la atención es el procesador, el Qualcomm Snapdragon 801 --presentado en el MWC-- a 2,3 GHz que ya hemos visto en otros dispositivos de alta gama y que es sin duda el estándar de facto para todos los fabricantes hoy en día.
Este micro quad-core aporta mejoras sensibles respecto al Snapdragon 800, con frecuencias de trabajo de la CPU y la GPU que son superiores en los modelos MSM8974AB y AC, y con un ISP a 465 MHz (320 MHz en el 800) que tendrá un beneficiado fundamental: el procesado de imágenes y, por tanto, todas las operaciones con la cámara de fotos. No se especifica el modelo concreto que integra el HTC One (M8) (la frecuencia de 2,3 GHz apunta al MSM8974AA o al AB en versión 3, no la 2 de los 800), pero en cualquier caso las ventajas con respecto a su antecesor son interesantes y nada despreciables, algo que por ejemplo contaban en detalle esta mañana nuestros compañeros de Xataka Móvil.
Por ejemplo tenemos soporte DSDA (Dual SIM Dual Active), una característica de la que no se ha hablado apenas pero que permite que en configuraciones Dual SIM ambas tarjetas se mantengan activas. De este modo, cuando estamos hablando con una SIM podemos recibir mensajes en la otra, por ejemplo, e incluso podríamos recibir llamadas a ambas SIMs, poner una llamada en espera y atender la otra de forma normal.
A ese procesador se le suman 2 GB de RAM --parece que en HTC no consideran necesario el salto a los 3 GB, como han hecho algunos competidores-- y 16 GB de almacenamiento interno. Buenas y grandes noticias para muchos usuarios que deseaban un cambio importante en este sentido: el HTC One (M8) sí admite tarjetas de memoria microSD para ampliar esa capacidad de almacenamiento global.
Por supuesto otro de los aspectos fundamentales del HTC One (M8) es su pantalla Super LCD3 de 5 pulgadas con Gorilla Glass 3 y que ofrece la misma resolución 1080p que su antecesor. La apuesta conservadora se refuerza en ese apartado también, y a pesar de que hace unos meses todo apuntaba al salto de varios terminales a resoluciones 1440p, parece que tendremos que esperar a la siguiente hornada de dispositivos franquicia para ver cambios generalizados en ese apartado.
La batería se beneficia de ese ligero aumento de tamaño y da el salto a los 2.600 mAh, algo que unido a las mejoras en eficiencia que prometen desde Qualcomm y que también se han implementado en el software deberían afectar positivamente a la autonomía de un dispositivo que, eso sí, debe contrarrestar el hecho de tener una pantalla sensiblemente mayor.
En HTC aseguran que esta batería dura un 40% que en el modelo anterior --una afirmación afirmación que nos parece algo arriesgada, aunque suponemos que la hacen con matices-- pero además disponemos de un modo "Extreme Power Saving" en el que es posible aguantar hasta 10 días en modo standby con la batería completa y con un uso mínimo de recursos. La tecnología Quick Charge 2.0 permite según los responsables de la empresa realizar la carga un 75% más rápido que otros dispositivos con tecnologías similares.
El apartado del sonido también ha tratado de ser mejorado con la tecnología BoomSound, que según sus responsables ofrece un 25% más de volumen --que lógicamente habrá que usar con moderación-- y una amplificación del audio mejorada que tendremos que evaluar cuando dispongamos de un dispositivo de pruebas. Por supuesto, la disposición de los altavoces se mantiene con respecto al modelo anterior, y es una de las señas de identidad de este dispositivo de HTC, como lo fue de su antecesor.
En términos de conectividad, el HTC One (M8) cuenta con puerto NFC e infrarrojos, además de soporte para redes 3G y 4G/LTE. Esas opciones se completan con el soporte Bluetooth 4.0 y también el soporte de las nuevas redes WiFi 802.11ac. El receptor GPS es otro de los imprescindibles en un smartphone que en estos aspectos nos tendrá más que cubiertos.
Es interesante también destacar el soporte USB 3.0 que aporta el micro de Qualcomm, y que junto a su soporte de memorias eMMC 5.0 habilita transferencias de hasta 300 MBps, lo que hará que las transferencias de ficheros de gran tamaño a o desde el HTC One (M8) se realicen --al menos, sobre el papel-- más rápidamente.
Ultrapixel, una apuesta comprometida
Llegamos a uno de los apartados que probablemente generen más críticas entre los potenciales compradores del terminal: el de la cámara de fotos del HTC One (M8), que en realidad es un conjunto de dos. La llamada Duo Camera combina la misma cámara con tecnología Ultrapixel del modelo del año pasado con una cámara de apoyo de la que la firma no ha dado detalles técnicos y que sobre todo aporta a la hora del post-procesado de imágenes.
El pilar fundamental de la experiencia fotográfica en el HTC One (M8) vuelve a ser esa cámara Ultrapixel que no se ha visto modificada en absoluto. Seguimos contando con una resolución de sensor de 4 Mpíxeles, con una apertura f/2.0 y con un tamaño de píxeles de 2 nanometros. ¿Qué cambia por tanto en un apartado tan importante para los usuarios como el de la fotografía?
Ahí es donde entran en juego dos de los nuevos componentes del terminal: el procesador Qualcomm Snapdragon 801 con su ISP y esa cámara de apoyo serán fundamentales para ofrecer velocidad de enfoque y captura y, sobre todo y como comentábamos, posibilidades de post-procesado. La segunda cámara permite acceder a opciones como el reenfoque de la fotografía una vez tomada, pero de una forma singular que implica que no tendremos que esperar tiempo adicional para tomar fotos "reenfocables". La captura se ejecuta en un instante, y el software permitirá gracias a la información adicional capturada por esa segunda cámara aplicar esos efectos de reenfoque.
Esas opciones de post-procesado van más allá --por ejemplo, con la posibilidad de tomar capturas con un ligero acabado 3D--, y aunque las capturas de demostración mostradas por la firma son prometedoras, la calidad de las fotografías tomadas por el HTC One y su tecnología Ultrapixel demostró estar un escalón por debajo en términos generales de terminales rivales la pasada temporada.
Aunque ese mayor tamaño de pixel y esa apertura favorecen las fotos en condiciones de baja luminosidad, un sensor de 4 Mpíxeles se quedaba algo corto para fotos en exteriores en los que muchas comparativas determinaron que el tamaño, en este caso, sí importaba. Resulta irónico, por cierto, que la cámara frontal tenga un sensor de mayor resolución que su compañera en la parte posterior, ya que HTC ofrece un sensor de 5 Mpíxeles BSI.
Pocos cambios en HTC Sense 6
La apuesta software del HTC One (M8) se basa en Android 4.4 y, por supuesto, en la capa de personalización de esta empresa, que da el salto a una nueva versión. En HTC Sense 6 encontramos una interfaz de usuario que sobre todo recoge el testigo de la anterior edición con cambios incrementales sensibles pero, de nuevo conservadores.
Blinkfeed sigue manteniendo su relevancia en la interfaz de usuario de HTC, y los responsables de HTC han introducido alguna que otra mejora, como la posibilidad de agrupar temáticas o la de compartir de forma más sencilla aquellas noticias y artículos que nos parezcan interesantes. Otra novedad interesante: lo abren a desarrolladores, lo que potenciará probablemente su uso en aplicaciones paralelas que aprovechen esta utilidad. También hay cambios en algunos apartados visuales de la interfaz, como la barra de notificaciones que cambia de color según los tonos de cada aplicación individual.
La aplicación de la cámara, por ejemplo, permite a los usuarios intecambiar entre el sistema Duo Camera y la cámara frontal con un simple gesto de deslizamiento lateral del dedo. Uno de los apartados de configuración de la cámara, que por supuesto sigue reforzada con la interesante característica Zoe, se dirige precisamente a toda esa fiebre de las fotos que se hacen los usuarios a sí mismos. Su nombre no podía ser otro que "Selfie".
Hay algunas mejoras software adicionales en la interfaz como la posibilidad de desbloquear el teléfono con un el dibujo en pantalla de un patrón (algo distinto al típico de Android) o con la capacidad de despertar a nuestro HTC One (M8) a base de un doble toque en la pantalla.
HTC One (M8), precio y disponibilidad
Uno de los principales problemas que HTC tuvo con su anterior terminal de gama alta