Vida extraterrestre

Los planetas errantes son planetas que no orbitan una estrella. Algunos pueden ser de gran tamaño, como Júpiter. Y, como pasa con Júpiter, podrían albergar vida en sus satélites.

Durante la última semana hemos leído un reguero de informaciones acerca de la posibilidad de que una “nave nodriza” estuviera enviando pequeñas sondas para explorar el sistema solar y la Tierra con él.

Los astrónomos cuentan ya con un nuevo par de ojos en la misión de buscar señales de radio extraterrestres que pudieran indicarnos cuál es nuestro lugar en el universo: las inteligencias artificiales.

La paradoja de Fermi nos plantea una de las preguntas más famosas en el ámbito de la exploración del espacio: ¿Si es que hay vida fuera de nuestro planeta, cómo es posible que no se haya manifestado aún?

Los últimos meses hemos presenciado algunos movimientos en la búsqueda de un sucesor para el James Webb. Sí, los astrónomos ya están buscando sucesor a la joya de la corona de los telescopios, y llevan y llevan tiempo haciéndolo.

El agua es un compuesto que podemos encontrar en multitud de formas en nuestro entorno más directo. Esto incluye su presencia en el ópalo, una singular piedra preciosa.

Las invasiones alienígenas son un plato frecuente en las narraciones de ciencia ficción. Sin embargo es poco probable que vengan a conquistarnos. Eso no quiere decir que esta potencial visita alienígena deba ser sencilla.

Marte siempre ha sido un eje central en la especulación sobre la existencia de vida extraterrestre desde que empezamos a considerar esa posibilidad. Pero por más que investiguemos seguimos lejos de encontrar la clave.

Hace 3.700 millones de años, la Tierra y Marte se parecían más de lo que creemos. Luego cada uno siguió caminos (muy) diferentes

Encélado es uno de los más de 60 satélites de Saturno y uno de los cuerpos de nuestro sistema solar con más posibilidades de albergar vida. Pero había algo que faltaba hasta ahora: el fósforo, uno de los elementos esenciales para la ello.

Un grupo de investigadores ha analizado un fenómeno curioso que probablemente se dé en el océano que recubre Europa, una de los satélites que orbita Júpiter: Nueve ascendente.

La noticia de que un telescopio en China ha detectado una posible señal de origen alienígena ha corrido como la pólvora. Lo cierto es que ni siquiera el anuncio, que al parecer ya exigía cautela, es oficial.