Hace años, cuando las televisiones catódicas, de plasma o LCD apenas podían aportar matices de color e iluminación de las zonas oscuras –no digamos ya de tecnologías de corrección de brillo como el HDR (alto rango dinámico)– las películas y series no podían ser grabadas dando tanto peso al color o al contraste entre el blanco y negro, y no había modo posible de jugar con estos parámetros.
Ahora que la tecnología de pantallas LED, y su evolución natural OLED, están entrando a nuestros salones, es posible para las productoras derivar parte de la importancia que antes se daba a la escena, los diálogos o la actuación a una imagen más cuidada.
Analizamos tres series en las que el color y la iluminación son claves para meternos en su historia: _Stranger Things_, una historia de neones y oscuridad; _Dirk Gently_, en la que el color aporta información; y _Westworld_, con un dominio absoluto de las sombras.
_Stranger Things_, oscuridad ochentera con neones
Esta serie de Netflix sonó mucho cuando la primera temporada se emitió en 2016, y en 2017 su segunda temporada ha sonado todavía más. _Stranger Things_ tiene una imagen muy ochentera, una mezcla entre E.T., Alien o Tron que combina escenas oscuras con luces de neón, ya sean fruto de videojuegos o de luces de Navidad colocadas por toda la casa (si has visto la serie, lo entenderás). Y, por supuesto, el "otro lado", que por algún motivo emite luz ochentera en algunas ocasiones.
Incluso el bosque en el que buena parte de la trama de la serie se centra también brilla con cierto tono azulado, tanto el de nuestro lado como el de ese "otro lado" que toma relevancia en la segunda temporada. Mientras cae permanentemente la lluvia de partículas brillantes, estos tonos oscuros azulados brillan en nuestra pantalla.
Si esta es LED, LCD o incluso más antigua, como los televisores de plasma, es muy probable que no disfrutemos de una buena experiencia, y que parte de la serie nos la pasemos tratando de orientar la cabeza para comprender si estamos en el "otro lado" o en el lado normal, el humano, el de toda la vida.
Los televisores OLED de LG, nos ofrecen una visualización de más calidad, especialmente si contamos con focos de luz cercanos, reduciendo al mínimo los reflejos. La iluminación píxel a píxel que tiene como base la tecnología _organic light-emitting diode_ hace que los colores se perciban más vivos.
_Dirk Gently's Holistic Detective Agency_, cuando los colores cuentan historias
Estos colores cobran relevancia en series donde lo extraño forma parte de lo cotidiano, como _Dirk Gently_, empezando por el chaleco amarillo y coche azul eléctrico de Dirk y pasando por todos los carteles con que Netflix anunció la serie. En ellos se resaltaban colores vivos sobre el rojo o azul del fondo.
En esta serie encontramos escenas de todo tipo, incluidas las que conservan una iluminación total de un color que no es el blanco, como habitaciones completamente rojas o en amarillo brillante. Otras resultan apagadas, obligándonos casi a ver en blanco y negro, y algunos de los fotogramas tienen tantos colores que resultan abrumadores. El caos que generan es importante.
Eso sí, es un caos ordenado. Basta con echar un vistazo al trailer de abajo para darnos cuenta de que esta serie parece que ha sido rodada por un equipo de adictos a la cafeína, pero cada escena tiene un tono y gama de colores por un motivo específico y muy concreto, que vamos masticando durante la emisión.
Cuando encontramos en sus anuncios el texto «todo está conectado, incluida "la nada"» no es porque la frase sea pegadiza. Realmente todo lo está, y la pantalla, sus colores y luces, los diálogos y la cronología juegan un papel importante dentro de la trama. La segunda temporada, con el tráiler abajo, parece que usa el color de un modo similar.
En esta serie, la música también juega un papel importante, ya que "acelera" o "ralentiza" las imágenes, e incluso convierte escenas en un perfecto juego de relojería o caos en no pocas ocasiones. Contar con un buen sistema de sonido como el que tiene DOLBY Atmos nos aportará un plus muy interesante.
Westworld, cuando la oscuridad juega con la luz
Quien haya visto la primera temporada de _Westworld_ de 2016, es posible que se haya dado cuenta de que casi todas las escenas cuentan con un importante factor de oscuridad. Este juego de luces y sombras destaca ya en el _opening_ de la serie:
Ya sea debido a que estas discurren en habitaciones y sótanos oscuros, o porque las sombras caen hacia los personajes, las escenas abiertas al Sol son poco frecuentes, e incluso entonces presentan unas sombras muy marcadas. Podemos diferenciar tres tipos de escenarios recurrentes en esta serie.
El interior de Delos, un gigantesco edificio soterrado en una cima baja y en cuyo interior solo existe la luz artificial. Como resultado, gran parte de las salas se encuentran siempre en sombra, y los flexos tienden a iluminar solo zonas muy concretas sobre los personajes, dejando el resto en la oscuridad. En muchas escenas resulta difícil si el fondo son paneles negros o cristales que dan a habitaciones no iluminadas, efecto con el que juegan los productores.
La sala de mando, la de fabricación de los robots, las habitaciones, y los distintos centros de mantenimiento localizados por todo el parque, así como el almacén (antiguas oficinas) siguen una dinámica similar con la luz. Incluso cuando esta debiera inundar una sala, aparece difuminada y tenue.
Interior del bar, una escena que aparece con frecuencia. De esta se copian muchos elementos para el tren o la vivienda que aparece en uno de los últimos capítulos (cuya propiedad no mencionaremos para no hacer spoilers).
Las pantallas y el sistema operativo también disponen de una temática oscura, y aunque no debe resultar muy cómodo leer texto blanco sobre fondo negro, los trabajadores de Delos no parecen notarlo. ¿Veremos más luz en la segunda temporada que se estrenará en abril?
Las series modernas tienen un formato muy diferente de aquellas que veíamos hace tan solo unos años, y la calidad de imagen y sonido se apoya en nueva tecnología como las pantallas OLED, que pueden aportar mucho más en cuanto a nitidez, color, juego de sombras; o tecnología DOLBY Atmos, cuyo sonido 360º nos lleva directamente a donde está la acción.
Las pantallas OLED consiguen, gracias a píxeles de genuino color negro (en lugar de otras tecnologías que componen el negro mediante polarización o mezcla de colores), aportar más brillo relativo a los píxeles de color de la pantalla. Y es que no es necesario que se alcancen altos valores de nits para que mejore la experiencia, sino que los colores se encuentren más definidos, algo que consiguen con creces.
Sumado a esto, el aumento de la gama cromática en pantallas OLED hace que otro tipo de televisores no alcance los tonos que son capaces de mostrar, mucho más cercanos a como percibimos las personas la realidad.
Imágenes | Efe Kurnaz, Stranger Things, Dirk Gently, Westworld
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