Samsung no se ha dormido en los laureles. Las buenas críticas que han cosechado sus paneles QD-OLED instalados tanto en el televisor A95K de Sony como en el S95B de la propia marca surcoreana no han provocado que se acomode. En la edición del CES que acaba de celebrarse en Las Vegas (Estados Unidos) hemos podido ver en acción la nueva matriz de 77 pulgadas, y os aseguramos que no nos ha dejado indiferentes.
No lo ha hecho por una razón: los paneles QD-OLED que Samsung va a comercializar en 2023 no son idénticos a los de 2022. La segunda generación de estas matrices nos entrega, según esta marca, un rendimiento perceptiblemente más alto que los paneles orgánicos integrados en los dos televisores que he mencionado en el apartado anterior.
Suena bien, especialmente si tenemos presente que el A95K de Sony es el primer televisor al que nosotros hemos calificado con un 10 durante la evaluación de su calidad de imagen global. Durante el CES hemos tenido la oportunidad de participar en una sesión técnica exclusiva muy interesante durante la que varios ingenieros de esta marca nos han explicado con detalle qué innovaciones incorporan las matrices QD-OLED de segunda generación. Y os anticipamos que son importantes.
Son más brillantes y más fiables. Y lo logran tirando de (mucho) ingenio
Una de las mejoras más impactantes introducidas por los técnicas de Samsung en la segunda generación de matrices QD-OLED es su capacidad máxima de entrega de brillo. Los paneles de 2022 eran, sobre el papel, capaces de entregar picos de 1.500 nits, y las matrices con las que podremos hacernos este año serán capaces de rozar, según esta marca, los 2.000 nits. Es impactante, sobre todo si tenemos presente que los paneles OLED hasta ahora apenas eran capaces de entregar 1.000 nits en regiones acotadas de la matriz.
Es evidente que este año tanto Samsung como LG se han puesto las pilas con el brillo. Y es que la tecnología MLA (Meta-lit Lens Array) que ha desarrollado esta última marca permite a sus televisores W-OLED de 2023 entregarnos, en teoría, picos de 2.100 nits. Hace unos meses era impensable que un televisor OLED alcanzase los 2.000 nits. Además, Samsung nos promete algo importante: sus nuevos paneles QD-OLED entregan este brillo sin degradar el color. Será interesante ponerlos a prueba cuando caigan en nuestras manos con contenidos HDR de calidad.
Las matrices QD-OLED de 2023 rozan, según Samsung, picos de 2.000 nits
Otra mejora que nos proponen los paneles QD-OLED de segunda generación que merece la pena que no pasemos por alto es su fiabilidad. Y es que, según Samsung, su vida útil es más larga y minimizan la probabilidad de que se produzca retención de imágenes estáticas en el panel. De hecho, según esta marca sus matrices orgánicas para 2023 son el doble de fiables que las del año pasado. Suena bien, pero esto no es todo: también consumen menos. Por supuesto, comprobaremos todo esto cuando uno de los nuevos televisores caiga en nuestras manos.
Durante la sesión técnica en la que hemos participado los técnicos de Samsung han hecho hincapié en lo mucho que se han esforzado para optimizar la reproducción del color y mantener un alto nivel de saturación cuando la entrega de brillo se incrementa drásticamente. De hecho, han desarrollado una estrategia nueva para evaluar la capacidad de entrega de brillo del panel y la colorimetría de forma conjunta. Y, según ellos, los nuevos paneles QD-OLED rinden mejor en esta área que sus predecesores.
Las mejoras implementadas en los paneles QD-OLED de segunda generación son el resultado de la combinación de dos ingredientes diferentes. El primero de ellos es la estructura física de la matriz, en la que destaca la lámina de nanocristales (o puntos cuánticos, como los llama Samsung) impresa de alta eficiencia que se responsabiliza de la reproducción del color. El segundo ingrediente es un algoritmo de procesado de la señal de vídeo que recurre a la inteligencia artificial para refinarla y alinearla con la percepción de calidad de imagen que tiene el espectador.
La última imagen en la que merece la pena que nos detengamos resume las mejoras que, según Samsung, nos ofrecen los nuevos paneles QD-OLED si los comparamos con las matrices de 2022. Podemos entender la luminancia de una forma intuitiva como la cantidad de luz que es capaz de entregar una fuente luminosa, y, de acuerdo con esta marca, la vinculada a los colores primarios RGB es un 130% superior a la de los anteriores paneles.
Además, su fiabilidad es dos veces más alta y su consumo es inferior. Durante la sesión técnica los ingenieros de Samsung se esforzaron para resultar convincentes, y en cierta medida lo fueron porque emplearon argumentos sólidos desde un punto de vista técnica. Aun así, hasta que tengamos la oportunidad de analizar a fondo un televisor equipado con uno de los nuevos paneles QD-OLED de segunda generación lo más prudente es tomar todo esto con ciertas reservas. Eso sí, suena bien. Sorprendentemente bien.
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