El Boeing 747 es sin lugar a dudas uno de los aviones más famosos del mundo. Se trata de un icono de la industria de la aviación cuyas extraordinarias cualidades le han garantizado permanecer en escena durante más de cincuenta años. No es ninguna casualidad que gran parte del protagonismo que acompaña a esta aeronave provenga de su país de origen. El presidente de Estados Unidos dispone de dos Boeing 747-200B modificados especialmente, que pasan a ser el Air Force One cuando él sube al avión.
Pero el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas no es el único alto cargo que puede volar en versiones especiales de esta aeronave. El Secretario de Defensa y el Estado Mayor Conjunto del país norteamericano también tienen acceso a unos Boeing 747-200 en determinadas ocasiones. Estamos hablando de cuatro versiones militarizadas del avión que forman parte del Centro Nacional de Operaciones Aerotransportadas, que ayuda a garantizar el funcionamiento del Gobierno en situaciones extremas.
Un avión preparado para actuar en caso de un ataque nuclear
Las cuatro unidades del programa son llamadas E-4B, aunque extraoficialmente reciben el nombre de “Nighwatch” o “aviones del juicio final”. Ciertamente, esta última denominación mantiene una relación estrecha con su esencia. Es que una de las principales misiones de la flota es entrar en acción en casos de emergencia nacional donde los mencionados puestos del Gobierno se vean comprometidos en tierra. Aquí, los escenarios son diversos, pero podemos mencionar, por ejemplo, un ataque nuclear.
En una situación de estas características, sería la flota E-4B la encargada de garantizar la operación de un centro de comando y control móvil conectado de manera segura con diferentes ramas estratégicas del gobierno y las fuerzas militares. Desde allí, precisamente, se podrían ejecutar órdenes de guerra de la primera potencia armamentística, así como coordinar acciones con miembros civiles. “Las operaciones E-4B abarcan todas las fases del espectro de amenazas”, explica la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Como podemos ver, se trata de un activo militar de vital importancia. Esta versión del Boeing 747-200 cuenta con una área de trabajo de mando, una sala de reuniones, otra de conferencia, un área de equipo de operaciones, un área de comunicaciones con equipos de tecnología avanzada y hasta un área de recreación. Todas estas áreas se traducen en un sacrificio en la capacidad para llevar pasajeros. Mientras que las versiones comerciales pueden acomodar a más de 600 personas, esta tiene un límite de 112.
Las mejoras en el avión también incluyen un sistema de defensa de pulso electromagnético, vías de comunicación segura por satélite y protección contra los efectos de un ataque nuclear. Los detalles en este apartado son secretos, algo que hemos visto en gran parte de los vehículos y tecnologías militares. Algo que sí se sabe es que al menos un E-4B está operativo las 24 horas del día, los 7 días de la semana. La Fuerza Aérea dice que el avión está listo para responder en cualquier momento en caso de ser necesario.
Pese a todas estas cualidades, Estados Unidos está buscando renovar su flota de aviones del juicio final, pero esta tarea parece estar siendo más difícil de lo esperado. Los detalles el programa son clasificados, pero se sabía que Boeing y Sierra Nevada estaban compitiendo por desarrollar el avión de próxima generación, sin embargo, Boeing se retiró después de no llegar a un acuerdo sobre los términos de contrato. Por lo que se sabe, el desafío ahora se sostiene en un único contratista de defensa.
Imágenes: Balon Greyjoy | Fuerza Aérea de Estados Unidos | Leio McLaren
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