Las historias de naufragios suelen ser muy interesantes. Aunque controlamos bastante la superficie terrestre, el fondo marino aún es muy desconocido. Es por eso que hay diferentes proyectos para cartografiar este territorio de cara a ayudarnos a entender mejor nuestro planeta, encontrar especies nuevas de animales y plantas y estudiar la viabilidad de proyectos de energía renovable offshore. De vez en cuando, nos encontramos barcos de siglos pasados repletos de tesoros(algunos suponiendo el reflote de disputas internacionales).
Pero ahora, lo que hemos encontrado es un buque de Estados Unidos de la Segunda Guerra Mundial que lleva casi 80 años perdido y que tuvo una vida de lo más curiosa. Por fin, Estados Unidos ha encontrado, por segunda vez, el USS Stewart.
Buscando plata, encontraron oro. Todo comenzó hace unas semanas. El pasado 1 de agosto, un barco se plantó a unos 110 kilómetros de la costa de San Francisco y tiró al mar tres robots. Cada uno de más de seis metros de largo, con forma de torpedo y propiedad de Ocean Infinity, una compañía de exploración submarina.
Estos drones acuáticos tenían una misión: escanear unos 130 kilómetros cuadrados de fondo oceánico al día para encontrar sitios óptimos de cara a la instalación de parques eólicos en alta mar, así como puntos para construir plataformas petrolíferas y trazar rutas para tuberías y cables submarinos. Y para ayudar a llenar los huecos en los mapas submarinos, claro. Pero dieron con algo grande, algo muy grande: los restos de un buque de guerra.
USS Stewart. En los radares de los drones apareció el tesoro. A unos 1.066 metros de profundidad, los drones de Ocean Infinity se toparon con el 'Barco Fantasma del Pacífico', el único destructor estadounidense capturado por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial. La historia del destructor es curiosa. Japón atacó Estados Unidos en diciembre de 1941, abriendo otro frente en la guerra y terminando con las famosas bombas de Nagasaki e Hiroshima.
Estados Unidos envió el USS Stewart, un destructor con una apabullante potencia de fuego y una longitud de casi 100 metros, a Indonesia, donde los japoneses estaban avanzando. Sufrió daños y, aunque intentaron repararlo, la tripulación norteamericana detonó unas cargas para hundirlo.
Patrullero 102. El Stewart estuvo bajo el agua unos meses, hasta febrero de 1943. Los japoneses sabían donde estaba y resultaba un arma muy jugosa como para dejarla escapar. Así, lo sacaron a flote y lo pusieron en dique seco para su reparación. Lo volvieron a poner en marcha y se rebautizó como Patrullero 102.
Aunque el Patrullero 102 no entabló batalla contra los barcos estadounidenses, éstos sí lo vieron patrullando por aguas japonesas. Imaginad la sorpresa que se llevaron al verlo. Sin embargo, como decimos, Japón perdió la guerra, abandonaron el barco y, en 1945, los estadounidenses se lo encontraron en un puerto. Lo llevaron a casa, pero uno de los motores falló y su último servicio fue el de servir de blanco para unas prácticas de tiro en San Francisco. Ahí descansó durante casi 80 años.
Objetivo secundario. La Marina no registró en su momento al posición exacta del naufragio, pero estos años ha habido personas que han buscado el modo de encontrarlo y, cuando Russ Matthews, presidente de la Air/Sea Heritage Foundation se enteró de que Ocean Infinity iba a inspeccionar la zona, se le encendió la bombilla: ¿por qué no aprovechar para buscarlo?
Así, con el permiso de la National Oceanic and Atmospheric Administration, los drones de Ocean Infinity se zambulleron en la zona, encontrando en cuestión de horas un pecio que, con otros recursos, habría llevado semanas.
No es la primera vez. Tras el avistamiento, los drones de Ocean Infinity siguieron haciendo su trabajo, pero como ya tenían la ubicación del Stewart, tres días después lanzaron otro grupo de drones a fotografiar el pecio. El buque está en perfecto estado (más allá de por la flora y fauna que ha crecido a su alrededor) y se encuentra en posición vertical sobre el fondo marino. Además, han podido capturar TB de datos, por lo que la historia del destructor ha llegado a su fin.
Pero, como decimos, no es la primera vez que Ocean Infinity está involucrada en una tarea de estas. En 2020, ayudaron a encontrar los restos del USS Nevada (uno de los buques más veteranos de EE.EE. que participó en las dos guerras mundiales, incluido el ataque a Pearl Harbor) y, en 2022, también contribuyeron en el redescubrimiento del Endurance(un buque rompehielos australiano).
Imágenes | Ocean Infinity (Vía New York Times)
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