La guerra es de los sigilosos… O de quienes saben atraparlos.
Desde que hay batallas, que ya es decir, los ejércitos son conscientes de que una de las habilidades que más rédito pueden aportarles es la de burlar el control enemigo. Gracias a ese empeño tenemos hoy la tecnología furtiva (stealth), el bombardero B-21 Raider o los avanzados radares de China para "cazar" aviones, misiles y drones enemigos. En ese tira y afloja, EEUU ha logrado hacerse con una valiosa superioridad naval submarina gracias a sumergibles como los de la clase Virginia u Ohio, modernos vehículos de propulsión nuclear que destacan por su navegación sigilosa.
China saca músculo militar. Y aunque lo haya hecho a un nivel teórico y en un entorno casi académico, su mensaje ha sido lo suficientemente rotundo como para que haya quien ve ya una amenaza para la fortaleza submarina de la que ahora disfruta EEUU en los océanos. En un estudio científico, unos investigadores aseguran haber dado con la forma de detectar rastros de submarinos. Sí, incluso de los modelos más avanzados. Y sí, incluso cuando estos navegan a largas distancias.
Pero… ¿De dónde sale el estudio? De una de las revistas revisadas por pares más respetadas de China, Chinese Journal of Ship Research, publicación que tiene detrás a una institución con una larga trayectoria en el campo de la ingeniería naval. El artículo se publicó el año pasado y se basa en el trabajo del Instituto Fujian de Investigación sobre la Estructura de la Materia, ligado a la Academia China de Ciencias (CAS). Al frente de los investigadores está Zou Shengnan.
¿Y qué dice? Que con la ayuda de un detector magnético ultrasensible se pueden localizar submarinos. Incluso a largas distancias e incluso los modelos más avanzados. Para llegar a esa conclusión Shengnan y sus colegas usaron modelos informáticos que les permitieron averiguar si podían localizar las burbujas que genera un sumergible de propulsión nuclear —como los de la clase Ohio y Virginia, orgullo de EEUU— a medida que avanza a gran velocidad. El resultado es prometedor, al menos para los intereses del gigante asiático.
"Brinda una nueva solución para la detección y seguimiento de submarinos", exponen en su artículo los investigadores chinos, quienes precisan que la señal de frecuencia extremadamente baja de las burbujas de un sumergible puede ser más fuerte que la sensibilidad de los detectores avanzados de anomalías magnéticas.
¿Por qué es importante? Tanto por su potencial, como por la "pista" de la que se aprovecha: las burbujas se generan al fin y al cabo a medida que el submarino avanza a velocidad de crucero y el agua fluye por el casco. Para sacar partido a su propuesta, a los investigadores aún les queda sin embargo trabajo por delante.
Lo que hacen los investigadores chinos es aprovecharse del efecto magnetohidrodinámico (MHD), las emisiones de las burbujas de cavitación y señales de frecuencia muy baja que pueden desplazarse a grandes distancias. Sus conclusiones también tienen otro uso: "Aporta una referencia para la selección de frecuencias de comunicación electromagnética para submarinos de alta velocidad".
¿Es una tecnología perfecta? Es una tecnología fruto de la necesidad y que afronta sus propios desafíos. En el campo militar avanzan tanto los métodos de detección como las contramedidas que buscan precisamente burlar su alcance gracias a tácticas como el uso de materiales de bajo magnetismo o el diseño.
Los expertos buscan nuevas fuentes de señales, pero como recoge South China Morning Post, ese empeño afronta sus propios desafíos: la desaparición de la señal cuando los submarinos reducen su velocidad o se detienen, interferencias, el ruido electromagnético natural, las señales generadas por el hombre o las turbulencias en el flujo de agua, lo que puede distorsionar las burbujas y las señales.
Imagen | Dvidshub (Flickr)
*Una versión anterior de este artículo se publicó en agosto de 2023
Ver 2 comentarios