Los aviones de transporte gigantescos tiene algunos de los diseños más curiosos, como el 'Super Guppy' o el (adorable) Airbus BelugaXL. Pero si nos remontamos décadas atrás encontramos algunos de los primeros que desafiaron las capacidades de vuelo y peso que llevar encima, como el caso del Myasishchev VM-T, capaz de cargar con cohetes y trasbordadores espaciales a sus espaldas.
Myasishchev VM-T, apodado 'Atlant', es en realidad el antecesor de un viejo conocido en Xataka, el Antonov An-225, considerado el avión más grande del muno. Antecesor porque nos tenemos que remontar a los años 80 para verlo en acción. Concretamente fue introducido en enero de 1982, cuando comenzó a operar en los centros de investigación secretos de la Unión Soviética.
Cuestión de geografía
Para entender al Myasishchev VM-T primero debemos entender su razón de ser. Esa razón de ser no es otra que, esencialmente, la geografía del territorio de la Unión Soviética. Los grandes lanzamientos espaciales de la Unión Soviética se produjeron desde los desiertos de la actual Kazajistán. Una zona remota y especialmente distante de donde se encontraba la industria aeroespacial soviética, en la zona de Moscú y San Petersburgo.
Esta distancia de cientos de kilómetros se convierte en un problema a la hora de transportar toneladas en forma de piezas para cohetes especiales, satélites, transbordadores y otros artefactos. Más aún si tenemos en cuenta que hay que cruzar los Montes Urales y otros obstáculos geográficos a lo largo y ancho del territorio de la URSS. Si bien disponían de una red de ferrocarriles envidiable, piezas tan grandes y pesadas en semejantes desniveles eran tarea imposible.
Entres las opciones que se plantearon desde Moscú estaba la de construir los cohetes al lado de la plataforma de lanzamiento. Pero claro, eso implicaba mover a miles e incluso de cenas de miles de personas (investigadores, ingenieros, mano de obra...) en mitad del desierto. Al final, la opción más viable fue seguir transportando los cohetes, pero por aire. Así es como surgieron algunos de los primeros aviones de transporte, entre ellos el magnífico Myasishchev VM-T.
Myasishchev VM-T a.k.a Atlant
Los antecedentes del Myasishchev VM-T los encontramos en el bombardero estratégico 3M, construido en la década de los 50. Se trataba de un avión pensado para dejar caer misiles nucleares y bombardear a Estados Unidos. No fue especialmente bueno en su objetivo, pero fue los orígenes de los aviones de transporte de la Unión Soviética. Su diseñador decidió modificarlo ligeramente para adaptarlo a una nueva tarea: servir de transporte para grandes cargas. Así es como se diseñador diferentes versiones con el propósito de transportar cohetes y transbordadores, así es como surgió el Myasishchev VM-T.
Al Myasishchev VM-T se le conoce como Atlant también, que en ruso significa Atlas. Atlas, para los familiarizados con la mitología griega, era el dios que mantenía sobre sus espaldas la Tierra. No es un nombre en vano, hace referencia a una de las características más peculiares del Myasishchev VM-T, poder transportar grandes cargas encima de él como si llevase una baca en su parte superior.
La modificación del 3M se trataba de estirar unos cinco metros el fuselaje del avión para acomodar la carga. También se añadieron estabilizadores verticales duales a la cola para que fuese más estable a menor velocidad. Y, por supuesto, se le añadieron nuevos y más potentes motores para que pudiese levantar toneladas de carga.
Finalmente en 1984 el avión comenzó a transportar piezas aeroespaciales o incluso un transbordador completo. El resultado fueron espectaculares imágenes que parecen desafiar a al física, con una pieza de carga casi más grande que el propio avión. Los pilotos además de tener que lidiar con la carga, debían controlar otros factores. Por ejemplo, la presión interna de los tanques de los cohetes para que estos no reventasen en el aire.
Desde su puesta en operación hasta que fue retirado en 1988 el avión realizó más de 150 vuelos transportando piezas y componentes aeroespaciales. Con destino a Baikonur (Kazajistán) donde estaba la plataforma de lanzamiento, el avión recogía todo tipo de cargas desde las fábricas y aeródromos soviéticos al norte del país.
Su muerte llegó con la llegada del el Antonov An-225, un avión mucho más grande y capaz de llevar, como su propio nombre indica, 225 toneladas de carga.
Más información | Buran Space Shuttle
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