En el CES 2016 los coches están teniendo gran protagonismos, especialmente por tecnologías concretas que se presentan para ellos, pero también hay lugar para presentaciones de conceptos, como si de un salón del automóvil se tratara. Volkswagen, con sus heridas bien abiertas, se ha querido acercar al gran público con una visión rejuvenecida de un clásico, en el que la electricidad da vida a sus ruedas.
No es que se trate exactamente de una Volkswagen Van - también conocida como Bus -, pero sí guarda la misma filosofía de furgoneta pequeña con ganas de aventura, llevada hasta el siglo XXI. Lo que nos encontramos se llama BUDD-e, y debe quedar claro que es un concepto.
BUDD-e es un compendio de ideas tecnológicas, una declaración de intenciones por parte de la firma alemana: conectividad, electricidad e interfaces que terminaremos viendo en vehículos de producción. Dicho sea de paso, y aunque me guste mucho el concepto, parece complicado que se convierta en un coche real.
La furgoneta es el primer diseño que se monta sobre MEB, que es la plataforma modular para coches eléctricos de Volkswagen.
Nos debemos quedar bien con ese nombre, a partir de ella se crearan muchos vehículos basados en baterías, y con la que se pretende crear el mejor diseño para colocar los elementos que distinguen a un coche del futuro: sistemas de ayuda a la conducción, baterías, sistemas de información, etc.
600 kilómetros con una carga
En BUDD-e hay un par de motores eléctricos - uno para cada eje - que le permiten llevar a la furgoneta hasta los 150 kilómetros por hora. Pero lo más importante no son las prestaciones puras y duras es la capacidad que tiene esa batería de 101kWh para llevar al vehículo a una autonomía de 600 kilómetros.
Volkswagen presume de una autonomía genial para un vehículo eléctrico, pero también lo hace con su sistema de carga, que considera que puede rellenar el 80% de la capacidad en un cuarto de hora.
Este tipo de tecnología de baterías y carga será una realidad en 2019. Para el que le suenen los números, son los mismos que promete el Porsche Mission E Concept, ese concepto y laboratorio tecnológico que también es responsabilidad del Grupo Volkswagen.
A pantalla completa
O panorámica, como podéis comprobar en las imágenes. Volkswagen idea un sistema de información en el que la parte central del salpicadero y la instrumentación principal se funden en una pantalla, que también queda a la mano del pasajero.
Esa pantalla es continua en su representación, pero realmente se divide en tres zonas: Conducción - navegación e información relativa -, Control - parámetros del vehículo - y Consumo de contenidos. En esta última se engloba todo aquello que tenga que ver con información secundaria en la conducción: mensajes, entretenimiento, tiempo meteorológico, etc.
La forma de controlar alguno de los elementos del coche también es novedosa, tanto dentro como fuera del mismo se podrían emplear gestos que BUDD-e interpretaría como acciones, como abrir puertas. Si lo tuyo no son los movimientos de manos, la pantalla que se propone es táctil, y también habrá reconocimiento de voz en marcha.
Conectividad
La intención de Volkswagen es que el usuario que entre en el coche tenga las mismas posibilidades de conectividad que tiene en su casa. Pero no solo hablo de Internet, hablo del Internet de las cosas: la furgoneta debe reconocer los objetos inteligentes que entran dentro de ella, y en consecuencia, darles lo que necesitan.
Asimismo, BUDD-e debe ser un elemento más de la vida conectada del conductor, proponiendo cosas como conectarlo con la casa. Podríamos ver en su pantalla lo que ocurre en una habitación, y controlar de forma remota elementos. El nombre de la tecnología que Volkswagen está empezando a dar forma es Home-Net technology.
Con BUDD-e se estrena, aunque sea de forma conceptual, la plataforma MEB. Sobre ella se montarán los coches eléctricos del grupo Volkswagen
Aquí el diseño es lo importante, dentro y fuera del vehículo, con un mayor peso en las ideas para el interior. El exterior no es tan innovador, en la línea Volkswagen, aunque se atreve con dobles tonos en la pintura y algún detalle que nos hace recordar a las Van del siglo pasado. No hay retrovisores, sí iluminación LED por todos lados. Creo que pega darse un paseo por la galería completa:
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