A partir del 31 de enero de 2020, los más de 860 supercargadores Ionity cambian su política de precios. Pasaremos de un precio cerrado de 8 euros por sesión en toda Europa, a un coste de 0,79 euros el kWh para aquellos que no tengan una tarifa especial con alguno de los fabricantes que integran el consorcio, como son Audi, Volkswagen, Porsche, BMW, Mercedes-Benz, Ford, Kia y Hyundai. Es decir, todo aquel que no esté suscrito a alguna oferta con su marca pasará a pagar por la recarga hasta casi tres veces más de lo que hasta ahora hacía.
"Tal nivel de precio a cobrar no tiene precedentes", explica Christina Bu, de la Asociación Noruega de Vehículos Eléctricos. Es "más caro que la gasolina y el diésel" apunta. Y es que en el país nórdico más de un 60% de los nuevos coches son eléctricos o híbridos, pero además se da la situación en que el precio allí será todavía superior: de 0,85 euros el kWh al no ser un Estado miembro de la Unión Europea.
Supercargadores abiertos a todos los fabricantes pero cada vez más caros
Las críticas no se han hecho esperar y múltiples usuarios han mostrado su indignación en las redes con calificaciones como "¡Es un puro robo! ¿Significa que 50 kWh de carga costará 40 euros? Más caro que la gasolina. ¡Vergonzoso!" o "esto es un desastre, ¡robo a la luz del día! El precio es absurdo. El consumo de mi BMW i3 es de 20 kWh por 100 km, por lo que son 16 euros por 100 km. Creo que un BMW X5 [de combustión] es más barato". Comentarios que reflejan bien lo significativo de esta subida de precios.
En España, Ionity dispone de un punto de recarga en Barcelona y tiene en construcción otros cuatro puntos. Según la compañía, ofrecen una potencia de 350 kW con electricidad 100% renovable.
La principal diferencia de los supercargadores de Ionity es que funcionan con todas las marcas, sea un Volkswagen i3 o un Tesla Model 3. Sin embargo su objetivo no parece convertirse en una alternativa a las gasolineras tradicionales, sino ser un punto de recarga recomendable para los clientes de los fabricantes del consorcio, sin excluir a otros clientes de manera puntual.
Con esta nueva política de precios lo que ocurre es que esta filosofía de que cualquier usuario podía utilizar uno de sus supercargadores ya no es tan interesante. Lo que nos lleva a una situación de mercado donde de nuevo cada marca "barre para casa".
En el lado opuesto están los supercargadores de Nissan o Tesla, con unos precios considerablemente más baratos de 0,15 y 0,29 euros por kWh, respectivamente. Los usuarios de estas dos marcas también podían utilizar un punto Ionity si lo tenían cerca, pero con las nuevas tarifas les saldrá mucho más a cuenta intentar buscar un supercargador de su propio fabricante.
Los cargadores de coche eléctrico son uno de los problemas más importantes relacionados con estos nuevos vehículos, hasta el punto que la DGT se sinceró y reconoció que "no había dónde enchufarlo y el precio es carísimo".
Una guerra de voltajes y precios
"Ionity se está sacando a sí misma del mercado, lo que resultará inevitablemente en un menor número de consumidores", aseguran desde la Asociación Noruega de Vehículos Eléctricos. Por parte de la marca, han justificado este aumento de tarifas porque no afectará a quienes tengan una tarifa de carga especial. Es el caso del Volkswagen ID.3 cuyo clientes tienen un año de uso gratis o de Audi, que con sus tarifas de pago anual tienen un coste de 0,43 euros el kWh en cualquier cargador o de 0,33 euros el kWh en los de Ionity. Costes más cercanos a lo que encontramos en los supercargadores de Nissan o Tesla.
La carga rápida del coche eléctrico se ha convertido en un campo de batalla entre las marcas. Ya no solo por esta lucha de precios el kWh, también por el voltaje ofrecido. Aquí tenemos desde el supercargador de Tesla V3 de 250 kW hasta los supercargadores de Ionity de 350 kW para aquellos vehículos que lo aprovechen. Porque como ocurre con los móviles, para aprovechar toda la ventaja del cargador el coche también tiene que ser compatible.
En este punto encontramos el nuevo Porsche Taycan que permitirá adaptarse a un voltaje de 800V, permitiendo cargar el 80% en tan solo 22,5 minutos. Un voltaje que se sitúa en el doble de lo que actualmente ofrecen los fabricantes pero que terminará llegando, pues otras marcas como Hyundai también lo han anunciado en sus prototipos. Un voltaje que continuará escalando, pues desde China nos llegan proyectos de supercargadores de hasta 900 kW.
La infraestructura de carga es muy reducida y las colas en los supercargadores son bastante habituales. Grupos industriales como Ionity nos prometían una red universal y potente, compatible con todas las marcas. Pero con esta nueva política de precios se vuelve a manifestar el enorme coste que tiene implementar toda una infraestructura de carga rápida. Esperemos que en el futuro podamos seguir cargando nuestro coche en el punto más cercano y no tengamos que buscar exclusivamente la recarga de nuestra marca.
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