General Motors (GM) quiere que utilices sus coches eléctricos para ir al trabajo, de excursión, a hacer la compra, a recoger a tus hijos al cole... y, por qué no, para alimentar tu casa con electricidad en caso de apagón. La multinacional estadounidense acaba de anunciar un proyecto piloto conjunto con la energética PG&E Corporation para probar la capacidad de sus vehículos VE como fuentes de energía de respaldo en hogares, algo así como enormes power banks sobre ruedas.
Para conseguirlo, ambas compañías empezarán a experimentar ya este mismo verano con la tecnología de carga bidireccional, que incluye el coche y un cargador con capacidad para suministrar energía entre el vehículo y el hogar, el conocido como V2H (Vehicle-to-home). Las pruebas se harán en California, un estado donde no es extraño que las familias sufran apagones en verano, cuando las operadoras se ven obligadas a cortar el suministro para reducir los riesgos de incendios.
Un apoyo para los hogares
"Imagine un futuro en el que todos conduzcan un VE y en el que sirva como opción de energía de respaldo en el hogar y, en términos más generales, como un recurso para la red. No es solo un gran avance para la confiabilidad eléctrica y la resiliencia climática, es otra ventaja más de los vehículos eléctricos de energía limpia", destaca la directora general de PG&E Corporation Patti Pope a través de un comunicado conjunto con GM en el que ambas compañías resaltan el potencial de los vehículos eléctricos como apoyo para suministrar energía a los hogares.
Sus planes pasan por probar ya este verano el primer EV y sistema V2H, incluidos el hardware bidireccional y los protocolos de comunicación recogidos en el software. Aunque GM no concreta qué modelos usará, sí avanza que se manejarán "múltiples vehículos eléctricos". Tras una primera fase en el laboratorio, pasarán a evaluar el proyecto en un grupo de hogares. Ambas firmas se marcan en cualquier caso el objetivo de avanzar en el desarrollo de cara a finales de este mismo año.
General Motors no es la única compañía del sector que experimenta con las ventajas de la carga bidireccional y los sistemas V2H y V2G (Vehicle-to-grid), enfocado a la red. Como señalan en Motor Pasión, apuntan en una dirección similar la pick-up eléctrica Ford F-150 Lightning, los Volkswagen ID.4 e ID.5 GTX o el nuevo Volvo XC90. El objetivo, detalla Pope, es ofrecer un servicio extra a los usuarios. La carga bidireccional permite que la energía fluya en una doble dirección, tanto hacia como desde el VE, gracias a un convertidor que pasa de corriente continua a alterna.
¿Por qué resulta interesante? Un sistema V2H ayudaría a equilibrar la demanda de energía. Un usuario podría por ejemplo cargar su vehículos en horarios de menor demanda y reducir el consumo en hora punta o echar mano de su suministro durante un corte de energía programado.
Las ventajas son igual de interesantes para el conjunto de la red de suministro, en especial en regiones como las que opera PG&E, en las que se concentra buena parte de los coches eléctricos que circulan por Estados Unidos. "Empiezas a mirar todas esas baterías móviles. ¿Cómo logramos que ayuden realmente en algunos de los impactos que estamos viendo debido al cambio climático y otros eventos relacionados con el clima?", explica a TechCrunch Aaron August, de PG&E.
Antes de extenderse de forma general el sistema aún tiene que hacer frente a algunos puntos débiles. La capacidad de las baterías es aún limitada y complican que el usuario disponga de un remanente de energía eléctrica, un hándicap que se suma a una infraestructura de carga todavía en expansión y el efecto de la conocida como "ansiedad por la autonomía". Un uso continúo del V2G acelera además el desgaste de las baterías y el sistema exige también encarar retos como minimizar las pérdidas de conversión durante la transformación de corriente continua en alterna.
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