No, Intel no va a dedicarse a hacer coches, quiere estar dentro de ellos, como desarrollador de componentes muy especiales. Hasta aquí todo bien, tiene lógica que el principal creador de procesadores siga poniendo huevos en diferentes cestas, y es que ya tiene una mala experiencia con el mundo móvil, donde perdió completamente el tren ante la oleada de soluciones basadas en diseños ARM.
En la keynote que el jefazo Brian Krzanich ha dado en el salón LA Auto Show, se hizo hincapié en que tienen un plan para estar ahí, y por lo pronto podemos adelantar que la inversión de Intel será de 250 millones de dólares. Una cantidad que será utilizada en los dos próximos años, con una prioridad: el desarrollo del vehículo autónomo.
En los últimos años hemos visto a Intel mover ficha con bastante más rapidez que cuando el mundo smartphone empezó a explotar, entre sus soluciones no falta tecnología relacionada con el Internet de las Cosas.
Tampoco se han olvidado del registro de información con cámaras especiales, y se van introduciendo en mercados que florecen como el de los drones y los wearables. Así que parece normal que quieran tener un rol importante en el futuro de los vehículos.
Con la cantidad citada, Intel Capital Foundation pretende invertir en startups que están trabajando en tecnologías relacionadas con el coche autónomo, también está interesada en colaboraciones con aquellas que estén desarrollando tecnologías de comunicación entre vehículos, o estudien los datos que generen todos los sensores y cámaras que hay un vehículo de estas características.
Krzanich describe a la tecnología del coche autónomo como el nuevo petróleo de la industria
Aunque lo anuncian ahora, en Intel llevan una buena temporada saliendo de compras, buscando este tipo de cosas. En abril adquirieron a la italiana Yogitech, especializada en seguridad de procesadores; en mayo compraron Itseez, creadores de algoritmos que trabajan el reconocimiento de imágenes, la “visión por ordenador”.
Nvidia ya está operativa, golpeó primero
Es una realidad que en Intel conocen bien, y parece que se vuelve a repetir. Hay muchas compañías desarrollando el cerebro de estos coches inteligentes, y entre ellas podemos destacar a Nvidia. El famoso creador de “GPUs” ya ha demostrado que sus soluciones Drive PX se llevan bien con la cantidad de datos que hay que tratar, y la referencia autónoma - Tesla Model X y S - en el mercado los utilizan en su Autopilot.
Otras compañías en el ajo son Qualcomm, que recientemente ha movido ficha, y la más experimentada NXP, actual líder del mercado con más de 30 millones de coches circulando, y la promesa de que también estará en el coche autónomo con su solución BlueBox.
Hacen falta equipos capaces de gestionar una nueva generación de conectividad móvil, que implica comunicación entre vehículos, al mismo tiempo que tienen que estar calculando infinidad de operaciones por segundo para que la inteligencia artificial y el deep learning hagan de nuestra conducción una experiencia más segura.
Intel va con BMW
La primera asociación importante que ha realizado Intel la conocimos en verano, nos contaron que sus compañeros de viaje iban a ser los chicos de BMW y MobilEye. Su meta es tener un coche completamente autónomo en 2021.
Aunque parece que el pescado se está empezando a vender, con Nvidia bien posicionada y Elon Musk diciendo que sus coches Tesla ya tienen todo lo que un vehículo autónomo necesita, desde Intel aseguran que hay demasiado trabajo por delante, mucha tecnología que está por desarrollar, y por eso ellos entran en juego. Comentar que Nvidia también trabaja con la china Baidu en una plataforma autónoma.
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