“Gamer”, jugador de videojuegos o usuario de ocio interactivo: podemos llamarlo como queramos. Pero algo está claro: una vez llega la paternidad al hogar, las reglas del juego cambian. Para siempre. No decimos nada nuevo, aunque sí nos gustaría saber cómo lo afrontan distintos perfiles de jugadores.
Por su propia concepción, el videojuego no se disfruta como otras formas de consumo cultural. A no ser que devores de series y cine compulsivamente, los juegos de corte mayoritario requieren una primera toma de contacto, previo aprendizaje, tras la que vendrán un buen puñado de horas extra. ¿Cómo se concilia esto con la paternidad y el mercado laboral? ¿Se eligen otros géneros, piezas breves, arcades de picoteo?
Mientras tanto, el ecosistema lúdico se ha transformado de punta a punta. Todo el mundo juega, en cualquier parte. Los géneros han mutado, las claves demográficas han estallado en mil pedazos. Y los prejuicios han saltado por la ventana. Jugar, de hecho, nos ayuda como padres.
Vivir para contarlo

Llevo jugando desde siempre, desde que ‘Wild Gunman’ se clonaba con legitimidad. Hasta que fui padre, con apenas 18 años. Tras aquel malabar de trabajar de día y estudiar de noche, donde una tarea termina por canibalizar a la otra, volví a los videojuegos. A fondo, de hecho: guión, análisis, ensayo y juego febril. Así fue durante un tiempo; años púgiles. Hoy tengo una colección de videojuegos que supera las 2.000 piezas y cuatro maravillosos hijos. No afano por lucirlos, a ningunos. Pero claro, para mí son los mejores.
El peque (7 años) lucha por alcanzar el nivel 50 (máximo) en ‘Splatoon’, ese ‘Call of Duty’ de Nintendo que sólo enseña sus perversas cartas jugando online, compitiendo contra japoneses que nunca se dejarían pisar. Eva, mi hija mayor (12 años), está terminando ‘Gravity Rush’ en PS4 mientras avanza des-pa-ci-to con ‘Xenoblade Chronicles’ y mata las horas en ‘Animal Crossing: New Leaf’, construyendo un espacio idílico. Ah, sí y ‘Bayonetta’, pero no sé hasta qué punto debería dejarle masacrar ángeles.
En resumidas cuentas: me han sustituido. Yo comienzo los juegos, ellos los acaban. Actúo como timón en la sombra, sin ejercer censura más allá de lo que la coherencia me impone. Y mi tiempo de ocio se ha reducido a lo anecdótico. Hace un par de días, charlando por Slack, me recordaba a mí mismo que tengo una cartera de 33 juegos abiertos sobre los que danzo de manera simultánea. Abandonados a medio terminar tendré otros 100. Un drama, según a quién preguntes.
Cambios, dead pixels y maternidad

Es imposible olvidar esa primera sensación de descubrir sin aspirar a nada más después. Esa affaire donde no buscas encontrarte con otra cosa, no persigues referencias ni intelectualizas nada, sólo tocas botones, joysticks o teclas. Y a disfrutar. Sí, tal vez tendría que recoger mi habitación y estudiar, pero el juego era el núcleo de mi pequeño planeta. Ese amor sigue ahí, titilando. Aunque nunca volverá a ser igual.
El juego era el núcleo de mi pequeño planeta. Y ese amor sigue ahí, titilando
¿Cómo se compatibiliza la paternidad para poder jugar? Pues «sacrificando horas de sueño», como apunta Ibra Chaer, KAM Comercial y padre de dos hijas adolescentes. Esta es una de las vías rápidas.
Jon, bombero de 37 años relata una situación idéntica: «entre semana, los días que no toca trabajar, con un poco de suerte juego por las mañanas después de llevar la niñas al colegio y hacer las tareas pendientes. Pero es por la noche, cuando todos duermen, el momento donde aprovecho siempre para jugar, bien sea online con amigos u offline. Solo necesito que me apetezca jugar a ese juego, nada más».
Bien, ¿qué hay de las madres? La maternidad es un trabajo a tiempo completo, y ya no digamos durante los primeros compases de la lactancia y primera infancia. En más casos de los que nos gustaría reconocer ellas son las verdaderas damnificadas. Aquí es donde entra en juego el rol —y contribución— de la pareja.

Meri “MeriLET” Gaig, programadora informática y tecno-madre, tiene una niña de apenas siete meses. «Esta fase tiene unas cualidades muy diferentes a tener un hijo que por ejemplo, ya habla y sabe jugar solo. Cuando una se mete en la aventura de ser madre, —generalmente— se es consciente de que muchas cosas del día a día van a cambiar. El de las aficiones es uno de los ámbitos que más se resiente y más se suele echar de menos».
Con un bebé hay que pasar más horas en casa, desde luego: «eso es algo bueno en el caso de los videojuegos, pero su nivel de dependencia es máximo. Eso deja a los padres unos huecos de tiempo muy limitados, los cuales se atesoran, y eso implica invertir el tiempo más eficazmente. Una ya no puede lanzarse a probar juegos de forma azarosa; la exigencia aumenta, y se suelen elegir los títulos “imprescindibles” del momento. La prensa del sector juega un papel muy importante. Y, sobre todo, que tu pareja comparta aficiones contigo facilita las cosas, jugando “a dobles” o reemplazando durante el día la música de fondo con algún canal de Twitch, y demás», sentencia MeriLET.
Hablamos ahora con Laura de la Cruz, Audiovisual Content Manager en ‘The Modern Kids and Family’.
Ella confiesa que lo ve complicado. «La verdad es que desde que nació la peque, jugar ha pasado a un segundo plano. Los primeros meses intenté aprovechar algún momento más tranquilo, mientras dormía, para jugar a ‘Broken Age’, pero lo dejé porque era imposible seguir la continuidad de una historia cortando cada 10 minutos. Al final me pasé al móvil, con juegos de puzles e ingenio como ‘Monument Valley’. Alguna vez hemos trasnochado mi marido y yo en alguna partida de ‘Starcraft’, como hacíamos antes de que naciera la peque, pero ella se despierta a la misma hora todos los días, así que ese tipo de “planazos locos” hay que programarlos con cautela».

Áurea Sanz propone un escenario distinto, ya con sus hijas bien mayores: «en mi caso la maternidad no es un problema, mis hijas son adultas. La primera vez que jugué a un videojuego fue ‘Day of the Tentacle’. Mi hija mayor tenía entonces 5 años y jugábamos juntas cuando ella volvía del colegio. Pero desde entonces abandoné los juegos y no volví a jugar hasta hace 5 o 6 años, habiendo un paréntesis de casi 20 de por medio. Ahora es como otras aficiones: no me obsesiona pero me parece muy divertido. En verano es cuando más horas le dedico».
Cada situación es un mundo. Pero si algo te gusta de verdad no vas a dejarlo así como así. El bendito verano es una de las claves. La mamá Pilar Hernández Toral reconoce que «es difícil. De hecho a veces paso semanas sin jugar. Me gusta hacerlo con tiempo: a mí jugar una hora no me luce. Juego sobre todo los fines de semana cuando están con su padre (estoy separada) y en épocas como el verano, cuando hay mas tiempo».
¿Y si eres un jugador pro, uno que no se perdía los devenires de la “industry” por nada del mundo? Alejandro Patiño, comercial veterano, coincide y se ha acostumbrado a «atesorar cada momento».
«Antes era muy de rituales. Antes de ponerme a jugar colocaba las almohadas en la manera óptima, adecuaba iluminación y temperatura, cerraba todas las puertas para evitar ruidos no deseados, me servía algo para beber ¡nunca para picar porque se manchan los mandos! Era casi como preparar un quirófano para operar. Todo tenía que estar perfecto, era mi momento zen: el videojuego y yo. Ahora me he tenido que acostumbrar a jugar mientras el pequeño grita y el mayor se queja porque también quiere jugar. Me he dado cuenta de que la mejor manera de atesorar el momento de jugar es precisamente jugando, cueste lo que cueste, sea como sea. Porque es la alternativa para un ritual que, he acabado comprendiendo, es tan innecesario como artificioso. Genial si puedes hacerlo. Pero si no, tampoco se acaba el mundo» —Alejandro Patiño.
Género y número: pocos pero bien avenidos

Mi última maratón completista data de la navidad de 2008, frente a ‘Fallout 3’. Desde entonces no he vuelto a coger el timón de un juego y entrar en su mundo calándome hasta los hombros, haciendo todas y cada una de las sidequest. Casualmente, desde 2008 hemos vivido la mayor producción en el género sandbox: ‘Skyrim’, el multimillonario ‘GTA V’, ‘ARK: Survival Evolved’, ‘The Witcher 3’ o incluso ‘Minecraft’. Juego, disfruto, observo, pero nunca profundizo más allá de donde sé que no voy a salir. Porque sé que terminaré claudicando.
Al final acabas jugando a cosas online y que sean rápidas de jugar. No hay tiempo que perder
Como estos, los ‘Assassin’s Creed’ o cualquier MMO: mis tiempos de raideo en ‘World of Warcraft’ ahora son una nota nostálgica. Las bodas en Ventormenta son como un viejo libro de literatura fantástica que devoré en los descansos del instituto: algo lejano y extraño. Y no soy el único. Ibra Chaer sólo juega «a cosas online y que sean rápidas de jugar sin complicaciones. El 90% lo dedico a shooters. No hay tiempo que perder». Aunque esto deja de lado completamente a un gran espectro de géneros y estilos de juego, claro.
Pilar sí tiene preferencia por algunos géneros, «de hecho, lo que te decía de jugar una hora no me sirve porque me gustan los JRPG densos y lentos en el avance. Aunque también me gustan los plataformas —Sonic hasta la muerte— y los de conducción y lucha para unas partidas rápidas. En general suelo jugar offline, soy de vieja escuela, aunque a veces alguna cosilla online».

En todo caso, no siempre existe una línea común, como decíamos, cada caso afronta su situación como mejor sabe. Hay quien desprecia las aventuras gráficas y quien las prefiere por encima de cualquier cosa. Y cuanto toca abordar juegos “no aptos”, la única opción válida es jugar cuando todos duermen. Elegí devorar ‘Firewatch’ del tirón, empezando a las once y media de la noche. En ‘Yakuza 0’ he llegado a ver amanecer un domingo.
Áurea, sin las prisas de tener peques en casa, prefiere el juego offline, «básicamente aventuras gráficas y novelas visuales, además de otros híbridos entre ambos y juegos tipo “walking simulator”. A veces juego a cosas más sencillas, desde el explorador, pero yo sola, como Mahjong, Solitario… para cuando tengo 10 minutos sin saber qué hacer. No tengo ningún problema con la longitud del juego si me interesa, y de hecho ¡prefiero que sean largos si me gustan! El más largo que he terminado fue ‘El Profesor Layton 5’, con 34h, similar a mis tiempos en otros juegos de la saga»
«Cuando llego a casa lo que realmente me apetece es estar con ella, salir al parque, jugar, contarle historias…», Laura de la Cruz
Algo con lo que coincide Laura: «he crecido jugando aventuras gráficas, shooters, arcade, lucha, RPG, simuladores de vuelo, carreras… no le hacía ascos a casi nada. Ahora con la maternidad apenas me queda tiempo para el móvil, el último bastión de los videojuegos. Uso juegos sencillos, cortos, que no me de rabia dejarlos a medias durante bastante tiempo o que me corten la historia, como ‘World of Goo’. Mi chico lleva unas semanas recuperando abandonware, la idea es revivir viejos tiempos y que algún día, cuando sea mayor y si le apetece, le podamos poner algunos títulos míticos como ‘Lemmings’, ‘Monkey Island’, ‘Carmen Sandiego’ o ‘Baldur’s Gate’».
No forzar las cosas, una fórmula que opera en ambos sentidos. Como Laura me cuenta, al fin y al cabo jugar forzado no tiene sentido: «pensándolo fríamente no es que no tenga tiempo, podría sacarlo, pero faltan ganas. Me paso el día delante del ordenador, y cuando llego a casa lo que realmente me apetece es estar con ella, salir al parque, jugar, contarle historias…».
Renunciar a la vena completista tampoco es fácil, si está en tu ADN como usuario. Aunque lleve más tiempo. Jon me asegura que no renuncia a casi nada: «offline casi siempre juego a un action RPG, RPG, sandbox… Una vez los empiezo no paro hasta terminarlos al 100%. Últimamente he completado los ‘Dark Souls’, ‘Bloodborne’, ‘Salt And Sanctuary’, ‘Nioh’ y ‘The Legend of Zelda: BOTW’. Si hablamos del juego online, se ha reducido a ‘Overwatch’».
Y ese “casi”, en el caso de Jon, son los juegos más pausados: «no selecciono el género, simplemente hay géneros que evito y no es por el tiempo que demandan, sino por el “tempo”, son demasiado lentos; concretamente los ‘walking simulators’ y las ‘aventuras gráficas’».
«Creo que ahora tengo más experiencia con otros tipos de juegos. Esa es la parte buena. Adaptarse o morir» — Alejandro Patiño
En conclusión, la vis caprichosa de probarlo todo y quedarse con lo favorito desaparece: «es verdad que me he vuelto mucho más selectivo; también he dejado de lado mi vena completista. Yo era el típico personajillo que se tiraba 255 horas con ‘Final Fantasy X’ y ahora el juego tiene que ser MUY TOP para sacarle el platino o exprimirlo al máximo. Mi última partida al 100% es la de ‘Valkyria Chronicles’. Incluso he aprendido a disfrutar de aquellos juegos en los que la diversión llega de manera directa. Antes jugaba prácticamente RPG’s en exclusiva, y ahora juego shooters relativamente a menudo», nos expone Alejandro.
¿Y cómo se estructura ese 100%?
Alejandro me explica que, «si mi sesión de juego va a ser de 45 minutos un mediodía cuando he dejado a los niños en el cole a las 15:00 (yo entro a las 16:30 y salgo de casa a las 16:00), no siempre puedo aspirar a juegos con checkpoints muy separados. Sigo metiéndome mis 150 horas a ‘Pillars of Eternity’, pero dilato mucho la experiencia porque juego los fines de semana de noche. Y luego entre semana, con menos tiempo, me veo obligado a tocar juegos más cortos y de diversión directa. Creo que ahora tengo más experiencia con otros tipos de juegos. Esa es la parte buena. Adaptarse o morir».

«Dedicar las siestas de un bebé para jugar es una constante “patata caliente”. Las interrupciones son repentinas y aleatorias, y requieren poder dejar el juego en cualquier momento. La posibilidad de pausar un juego se agradece, aunque merme la experiencia inmersiva en títulos como los RPGs», desvela MeriLET.
Y continúa, «simplemente hay que buscar los títulos adecuados, como ‘Hearthstone’ por ejemplo, en el que las partidas suelen durar entre 5 y 10 minutos, y que encima te permiten breves ausencias durante las partidas entre turno y turno. Eso sí, hay que dejar el factor competitivo de lado, y ser consciente de que muchas partidas quedarán a medias. Aunque por suerte, sin jorobar a nadie como podría pasar en juegos de equipo como los MOBAs».
Educando a través del juego
Tal vez algunos aprendimos por las bravas, perdiendo la paga en los salones recreativos y viendo jugar a los más avezados, pero hoy somos los propios padres, usuarios más o menos activos, quienes podemos monitorizar, aconsejar y tutelar a qué juegan nuestros pequeños.

Nintendo fue la puerta de entrada para millones de jugadores. Sus NES, SNES, GameBoy se han convertido en verdaderos símbolos del juego para cualquier edad. Sólo hay que volver a ‘Super Mario World’ o ‘Yoshi’s Island’: serán un amasijo de píxeles, pero pocas cosas más perfectas. Jon tiene claro que «si algún mis hijas quieren empezar a jugar las introduciré al mundillo con Nintendo, básicamente».
No hay una edad correcta, desde luego. Son ellos mismos quienes deben, si les apetece, mostrar interés. Y a partir de ahí, que seamos nosotros los responsables en guiarlos. A Laura «aunque es muy peque aún. Con mis sobrinos he jugado y juego, siempre conmigo, para explicarles y ayudarles si lo necesitan. Creo que los niños deben jugar siempre acompañados».
En esencia se trata de una constante transmisión de descubrimientos y conocimientos. «Mi hijo se ha criado viéndome jugar sagas como ‘Final Fantasy’ y ‘Pokémon’, y tenemos gustos muy parecidos. Pero nunca le he impuesto nada. Además, hay ciertas cosas que él juega y yo no y viceversa: le enseño cosas y él a mí también. Vamos juntos a salones manga y cosas así, y aprovechamos la suerte de compartir esto. Mi hija no muestra tanto interés pero ahora juega mucho a ‘Kingdom Hearts’, por sus personajes Disney», comenta Pilar.

Alejandro me reconoce que ha terminado siendo fan de juegos que nunca hubiese esperado «Nunca he querido empujarles a jugar, aunque sí que recuerdo que Héctor, frecuentemente, se acercaba a mí cuando lo hacía, con mucha curiosidad, y yo se la satisfacía. Empezó a jugar siendo muy pequeño, y le he comprado siempre los juegos que él me ha pedido, salvo alguna cutrez loca de estas que piden. ‘Splatoon’ entró en mi casa porque Héctor quiso ver un trailer un día que entramos a la eShop de Nintendo. Y ahora ambos somos fanáticos del juego. De hecho, siempre les canto para dormir la canción del ‘Splatoon’».
«No voy a intentar incentivarle una afición por la que no muestra un interés innato» — Alejandro Patiño
Respecto a su hijo pequeño, «él no ha prestado nunca tanta atención a los videojuegos, y es ahora cuando empieza un poquito, pero yo lo veo claro: lo hace más porque ve a su hermano que por otra cosa. Y lo respeto. Siempre que quiera jugar, echaremos un ratito, pero no voy a intentar incentivarle una afición por la que no muestra un interés innato. Solemos jugar juntos a cosas de 'Mario', aunque también a veces le damos a algún beat’em up arcade, plataformas, fighter… dieta omnívora».
MeriLET aún tendrá que esperar algunos años, pero es algo que no le preocupa en absoluto: «en casa de herrero, cuchara de palo. Es muy pronto aún, con una niña de seis meses, pero no me tiene obsesionada. No se lo inculcaremos a la fuerza, aunque es algo que formará parte de su día a día, y seguramente lo irá absorbiendo de forma natural. Dependerá de ella el querer abrazar una colección de títulos envidiable de cinco generaciones de consolas. ¡Yo me tuve que conformar con uno o a lo sumo dos cartuchos al año!»
Áurea Sanz tampoco marca las reglas: «intento jugar con sus hijas cuando ellas quieren, concretamente con la pequeña, que es la que me hizo recuperar el interés después de tantos años. Es mi hija la que me “reeduca” a mí y propone juegos que sabe que puedan gustarme. Y suele acertar. En juegos concretos donde, por mi torpeza para los mandos o las cámaras 3D, no consigo jugar sola, mi hija los juega conmigo (‘Heavy Rain’, ‘The Stanley Parable’, ‘Spec Ops: The Line’…). O los juega ella pero yo decido qué hacer cuando llega el momento de tomar decisiones. Para mí este tipo de juegos, vistos así, serían como ver una película pero siendo yo quien toma las decisiones».

Malabares con los horarios de trabajo, aprovechando cada minuto libre, dormir poco y jugar menos: no hay plan infalible. El núcleo duro de jugadores pocas veces abandonará su afición favorita, pero por el camino quedarán muchas joyas sin probar y muchas partidas sin terminar. Que las disfruten los pequeños, qué remedio. Se llama relevo generacional; a veces no queda más remedio que asumirlo. Y, si no, ya crecerán.
Imágenes | Pixabay, Heavy Rain (Sony Interactive Entertainment, 2010), God of War (SIE Santa Monica Studio / Sony Interactive Entertainment, 2016)
Ver 82 comentarios
82 comentarios
marcktuto
Mi caso, con 42 años recien cumplidos y 3 primates de 5-11 y 16 años los modo historia ya no me molaban, hasta que el enano de 5 me "obligo" a termina DOOM , Titanfall 2 y BF1, su entretencion era mirarme matar demonios y robots. Soy jugador de CSGO por que las partidas y juegos que quiten poco tiempo son mi prioridad, eso si con el enano a un lado, mirandome. El ya juega slime rancher, minecraft, LBP3, todo un niño rata, el orgullo de papa.
TOVI
Para ser gamer con hijos hay que aprender/acostumbrarse a dormir poco, de lo contrario... poco se puede jugar.
Fdo.: Gamer con hijos identificado con el artículo
dabelo
Jugar es un hobby como cualquier otro y te quitará tiempo como ir a correr, jugar a padel, piscina , bici etc...
Todos necesitamos tiempo para cada uno pero si tienes hijos como es mi caso, creo que es mejor que pases tu tiempo con los hijos que jugando solo a videojuegos, al final te darás cuenta que la recompensa es mayor.
sugarterrorist
De entrada: ¿Qué es eso de "gamer"?! ¿Los que les gusta ir al cine son "ciners"? ¿Y los que les apasiona leer son "readers"?! Por favor, basta de chorradas. El "gamer" es como se autodenominan los "posers" que dicen ser fanáticos de los videojuegos solo porque están de moda.
Respecto al post.
Yo tengo 38 años y soy padre de un niño de 1. Siempre que puedo me hecho unas partidas al League of Legends o a la PS4 (aprovechando cuando el niño duerme). Tengo mucho menos tiempo para jugar que antes de ser padre, pero sigo jugando porque me encanta.
Cuando mi hijo sea mayor, le "educaré" respecto a los videojuegos . Nunca jugará a uno que no sea indicado para su edad y le pondré un control de horas de juego.
Usuario desactivado
Gamer desde los 18 en 8 bits...ahora con 45 y con dos tiranos en casa y una reina roja....poco se puede hacer, babear cuando ves que hacen lo que tu no eres capaz al FIFA o con "tu" consola o "tu" PC, nótese las comillas...y deseando tener un día de fiesta y los niños en el cole...
Yo era de juegos con modo historia, de tácticas militares o de estrategias y turnos, de simuladores...en fin de todo aquello en lo que pasabas horas y horas... ahora como mucho un par y cuando duermen y sólo al WOT porque a otra cosa te quita tiempo....y me van a echar del clan por no poder chatear con voz...jajajaja Mi hijo de 10 años tiene más invitaciones a jugar en pelotón que yo...jajaja
Relegado a jugar en el móvil de camino al curro...teniendo en casa multitud de consolas y pc gamers...para mí?...no, para ellos...en fin...son el futuro pues nada el de 10 años ya juega eSports y el pequeño de 8 es un crack en Battleflied y Battlefronts...yo soy incapaz de durar un minuto con lo que yo era....jajajajaja
emipta
41 Años y sin crías humanas, juego los findes, tengo vida social y el curro me permite caprichos como comprarme un juego cuando me apetece, y a los que tenéis críos: Que si, que si, que el niño es lo mejor que habéis hecho, que te cambia la vida, que es maravilloso... "Estáis locos"
En toda mi vida tuve claro que no quería tener descendencia, es mucho riesgo para el hombre entre otras cosas, pero si llego a tenerla tengo claro que la vida termina, todo se convierte en trabajar y darlo todo por la criatura (dejas de vivir) para que el crio no sea uno más del montón.
Por cierto, llevo 2 viajes largos este año, y en 3 meses regreso a Tokyo, creo que con críos tampoco podría hacer esto.
Besos papas y que sea leve!
crisct
Es cierto, cambian las prioridades y las rutinas,incluso el tipo de juegos que consumes. Yo era de precomprar y maratón desde el día cero, ahora soy más de de bundles o rebajas por un juego que me haga gracia, y dormir poco como dicen por ahí...
Jejeje, acabo de poner a mi niña de 4 años a dormir y tengo 1 hora hasta que llegue mi mujer. Vamos a darle al overwatch...
leandromartinez1
Más que artículo...parece una catarsis....18 años padre? Hay algo que se llama preservativo... condón, forro o similar según el país corresponda....
raulmartinezlaguna
34 años, papá de un nene de 2 y sigo con mi ocio desde que tengo uso de razón, mi técnica :
Trabajar de mañana, padre de tarde-noche , jugador de noche , yo he llegado a un acuerdo con mi pareja , ella las mañanas y yo las noches .. asique toca jugar con un auricular medio quitado de la oreja para escucha si llora...
Lo más importante es la rutina para el nene y tenerlo durmiendo a las 9 y media a más tardar, así tiene sus horas de sueño recomendables y yo mis horas de juego recomendables que suelen ser unas 3-5 , lo único malo es que nada es perfecto y tengo que ausentarme de las partidas competitivas algunas veces , pero no suele ser el caso, de todas formas siempre juego con amigos y no hay problemas ni malos royos.
También es adaptarse ... Siempre estoy con un juego "pesado" algún sandbox y otros más del estilo más online, así si el niño está peleón o malito esa noche .. toca sandbox que se puede pausar.
Nunca olvidaré esos momentos mientras el pequeñajo necesitaba estar en brazos para dormir por el mero contacto y mientras estar jugando al Zelda botw en modo portátil 😁
imf017
Depende de la pareja que tengas y lo que consientas. Yo tengo un amigo que desde que se casó vive en "arresto domiciliario".
Por supuesto, yo no voy a consentir que me ocurra lo mismo. Además, tener hijos también significa tener compañeros de juego.
jairgarcia
En mi caso, gamer, con hija de 3 años, sigo tratando de jugar pero ahora soy mas casual y mis juegos han cambiado, ahora busco más juegos que no me requieran muchas horas para avanzar pues al dejar semanas estancada la partida me cuesta volver a tomar el hilo cuando el juego es muy complejo (Dark Souls, Nioh, etc) sin embargo en juegos de aventura, e sports, conducción si me puedo tomar partidas de 1 hora, logro divertirme y dejar anclada la partida por semanas sin batallar para volver a encaminarme.
Un caso raro reciente fue Zelda BotW en el que lo compré por probar y me enganche mucho y ahí si le robaba horas al sueño y lo termine hace unos días, uff que experiencia, eso si fue un esfuerzo titánico. Ahora espero con ansia que mi niña crezca para poder introducirla a este hermoso mundo del gaming, eso si, ya nos "echamos" nuestras partidas de Mario Kart y parece gustarle.
Saludos
joshscofield
Lo mejor que ha podido suceder en mi caso la switch. No necesitas tv, y ademas cada vez que te paran lo dejas suspendido y sigues cuando puedas.
fanios
Qué bueno, me ha sacado muchas risas y alguna lagrimilla. Porque me siento identificado por supuesto.
154549
El problema no es tener hijos, mascota o un huerto. El problema es el puto trabajo, que quita más horas que tener 8 hijos y es el auténtico cáncer de nuestro tiempo.
jimalfred45
42 años 3 hijos, de 2, 5 y 9, trabajo en una financiera de lunes a sábado, salgo casi todos los días con mi familia a dar una vuelta de 1 o 2 horas, me reúno con mis amigos los viernes, mi esposa cree que soy muy buen padre, y le he echado 1712 horas al destiny, 1712!! wow!! que me asombro lo que he dejado de dormir, por que para llevar la fiesta en paz juego cuando se duermen todos.
tinerfe86
En mi caso es estupendo. Tengo un aficionado más en mi equipo de fifa. Un compañero en juegos como minecraft o plants vs zombies 2, brown force... Es un mínimo colegiata con el que jugar un rato.
Otro caso es que si quieres jugar un online con los amigotes tenga que ser a un horario más de noche. Lo que significa dormir menos, pero en mi caso: Compensa!
all_by_myself
Imposible. La lista de juegos iniciados pero no acabados y juegos nuevos a los que te gustaría jugar se hace cada vez más larga.
Al final mi actividad se reduce a algún partido rápido al FIFA y poco más. El G29 está nuevo y abandonado, ni me puedo plantear conectarlo para una sesión de carreras como las que me permitía hace unos años.
Para más INRI, mi mujer odia los videojuegos (bueno, en general para ella es una pérdida de tiempo todo lo que me gusta a mi... :), así que cada vez que yo o los niños nos sentamos a jugar es un suplicio.
Usuario desactivado
Yo a mis hijos que están en primaria les he metido el gusanillo del Civilization para que vaya viendo como los actos y nuestras decisiones influyen en el desarrollo de las grandes civilizaciones y me alegro que vayan aprendiendo así cosas como la diversidad cultural, la diplomacia, el comercio entre naciones y la guerra y como evitarla...
También han jugado a simuladores de camiones coches y aviones, respetando las señalizaciones y creyéndose que lo hacen en la vida real sin que nadie les diga nada....
Si encima se lo pasan bien de lujo...
xolan
Por favor!!! mejor desarrollen un juego en donde cuides a tus crios. Con trofeos por cambiar pañal en tiempo record o no olvidarse de recoger de la escuela y todo arreglado.
gjosete
Está claro que al final al que le gusta los juegos seguirá jugando, aunque una vez que se es padre la forma de jugar puede cambiar algol aunque sea al principio de la paternidad. Los videojuegos son además un buen entretenimiento para los más pequeños, por lo que si combinas ambos casos es lo mejor.
koke32
Divorciado y jodido, por resumir un poco.
castillofranco
Me excitan las manos blancas de la miniatura.
richarito
Casi se me sale una lagrima al ver que escribieron un artículo sobre mi realidad como padre y actual empleado
Pero por las noches y vacaciones prolongadas son las que más aprovechamos.
cesarchip
Acaso soy de los pocos afortunados que siguen siendo gamers teniendo hijos?
Tengo dos niños, uno de 4 y otro de 9. Es verdad que juegos tan complejos como los RPG pasan ya a segundo término, pero en mi caso sigo disfrutando de historias como las de Uncharted (con puzzles sencillos pero con acción frenética), Mario Galaxy (siendo yo Mario y mi hijo el mayor capy), FIFA (jugando una campaña o en línea con los amigos), etc.
Debo decir que mi esposa me comprende al 100% en este gusto en particular pues entiende que mi gusto por este medio de entretenimiento se remonta a la commodore 64 (en los años 80). Le dedico mas tiempo a los juegos (alrededor de dos horas) en sábados y domingos, sin sacrificar un sólo momento con mi familia. Todo lo contrario, gustan de acompañarme en historias como las de Uncharted o incluso en el caso de mi esposa y por las noches un The last of us.
También aclaro que siempre le doy mayor importancia a que mis hijos practiquen algún deporte o simplemente salir en domingo al parque. Constantemente entre amigos se habla de series en Netflix y créanme que yo me he perdido casi todas pues prefiero un rato con los videojuegos
InternetMouse
Nada, que vuelvo a comentar aquí: sigo sin poder jugar mucho, pero me he pillado un Nintendo 3DS y pienso aprovecharla... cuando el terrorista de tres años duerme para ir a la mañana al cole :D
Que duro es ser padre y aficionado a los videojuegos´-
psicoactivo
teniendo en cuenta que (según un estudio reciente de científicos australianos) el mundo se convertirá en "poco" habitable a partir del 2050 y viendo la deriva ultracapitalista y liberal de este maravilloso primer mundo en el que hemos tenido la suerte de nacer la mayoria....tendreis a vuestros xurumbeles "condenados" a vivir 30-40 años en un estado semi capitalista-dictatorial y futuramente robotizado, subyugados por alguna corporación tipo "UMBRELLA"...véase la clarificadora película "elyseum" p.e.
disfruten lo copulado sin protección
P.D.- nacen, crecen, se reproducen y mueren
megalol
jorgerocha
excelente articulo, me identifico con muchos puntos.
juego, cod remasterized, gta v, ps4
esperando a ver si mi niña de 3 años se decide a jugar, pero se entretiene viendome
frikiman1
No se porque pero la frase,"arcades de picoteo" me resulta repulsiva.
matlok
36 años, 2 hijos, uno gamer, termino un juego como uncharted 4 en casi 2 meses, mi hijo a acabado Rachet and clank cerca de 4 en ese tiempo, claro, con mi ayuda.