Puede que hoy en día no esté tan de moda, pero el buscaminas de Windows ha sido uno de los eternos compañeros de los sistemas operativos de Microsoft desde principios de los 90.
Este juego, que tenía un propósito oculto, no ha caído ni mucho menos en el olvido: sigue habiendo gente que juega al buscaminas, y de hecho hay hasta un ranking mundial con los elegidos: aquellos que logran resolver el buscaminas en el menor tiempo posible.
Un juego con solera
El buscaminas es un juego de lógico en el que nos encontramos ante un "tablero" con cierto número de minas oculto en diversas casillas. El objetivo es lograr abrir (clicar) en todas las "casillas seguras" en el menor tiempo posible.
Al clicar en una de esas casillas se nos muestran números en los que se indica cuántas minas tocan esa casilla segura, lo que permite deducir dónde hay otras casillas seguras y dónde pueden estar esas minas ocultas que no debemos tocar.
El juego adaptaba ideas de juegos que habían aparecido en años anteriores: las influencias de 'Mined-Out' (1983, ZX Spectrum) y de 'XMines', de Relentless Logic (1987, SunTools) eran obvias, y como explican en Minesweeper.info esas ideas fueron ayudando a que el juego para Windows tomara forma.
Lo hizo gracias al trabajo de Robert Donner y Curt Johnson, que empezaron a trabajar en Microsoft en 1989 y que colaboraron en el desarrollo de ese pequeño juego que se convertiría en un clásico de Windows. El juego formó parte del llamado Windows Entertainment Pack (WEP) en octubre de 1990, y a partir de ahí se integraría en las distintas versiones de Windows desde Windows 3.1.
Su evolución no cambió la esencia del juego, aunque sí se vieron cambios en la interfaz visual o en el icono y también en el tamaño del tablero o los modos de juego. El buscaminas, como el solitario, se había convertido en un clásico acompañante de Windows que permitió a millones de usuarios disfrutar de este pequeño juego en cualquier momento. La cosa, no obstante, iría a más.
Cuando el buscaminas se convierte en un deporte de competición
Ese objetivo de lograr resolver el buscaminas en el menor tiempo posible acabó siendo el detonante de un reto particular: el de que los usuarios compitieran por ser los mejores del mundo.
Las comunidades de jugadores se fueron formando en torno a ese objetivo, pero la que logró acabar convirtiéndose en referente absoluto fue Minesweeper.info, que sigue manteniendo diversa información sobre el juego y, por supuesto, el ranking con los mejores tiempos que han logrado jugadores de todo el mundo.
Aquello generó una actividad sorprendente para este juego, al que de hecho se le acabaron creando diversos clones "corregidos". ¿Por qué "corregidos"? Pues como explica uno de estos jugadores "profesionales" de buscaminas, el programa original tenía diversos fallos y uno de ellos era el de los "ciclos de tablero".
Este fallo en el desarrollo del buscaminas hacía que el número de tableros distintos fuera limitado (unos 3.000 en el nivel intermedio), lo que hacía que algunos jugadores acabaran conociéndose esos tableros y logrando el récord de tiempo en el llamado "Dreamboard". En este tablero bastaba un simple click para que todo el tablero se desplegase y se resolviese.Eso hacía que los jugadores esperaran a que acabara apareciendo lograran su mejor tiempo en dicho tablero.
Todos esos problemas provocaron la aparición de clones mejorados en los que además se habilitaban opciones especiales para este entorno competitivo. Juegos como 'Minesweeper Clone', 'Minesweeper Arbiter', 'ViennaSweeper' o 'Minesweeper X' permitían cosas como grabar vídeos de las partidas —para compartirlos y que los "certificadores" de esos tiempos los validaran en el ranking— y disponer de cronómetros mucho más precisos.
En esos clónicos además había otras opciones que ayudaban a fortalecer la comunidad, como clientes IRC integrados para poder chatear con otros jugadores, compartir las partidas y comentar sobre ellas. De repente el buscaminas, que había nacido como un juego para ser jugado "en local" y en solitario, se convertía en un juego online realmente espectacular para quienes lo jugaban.
Ese "modo online indirecto" ha hecho que los jugadores de buscaminas que querían entrar en el ranking acabaran formando una comunidad competitiva sorprendentemente activa aún en nuestros días.
Hay ciertos estándares y requisitos para considerar una partida y un tiempo como válidos, y uno de los más destacados es el llamado Bechtel's Benchmark Board Value (más conocido como '3BV') que establece el mínimo número de clicks con el botón izquierdo del ratón necesarios para resolver un tablero. Ese número cambia según el modo de juego (principiante, intermedio, experto), y permite ayudar a normalizar ese ranking que gestiona Damien Moore desde hace casi 20 años.
Resolviendo el buscaminas en apenas 30 segundos
Esas competiciones online han tenido incluso ediciones "físicas" como las que se han celebrado en Budapest, Vienna, Reino Unido o Munich entre 2005 y 2010, pero lo cierto es que la actividad se ha mantenido sobre todo en las competiciones online y en ese ranking al que cualquiera pueda aspirar entrar desde su casa y su ordenador.
No es tarea fácil, porque hoy en día el récord para el tablero en modo experto de esta competición es de 31,133 segundos, un tiempo que Kamil Muranski logró en 2010. Desde entonces nadie ha logrado superarle, aunque sí hay tiempos recientes muy cercanos, como el segundo clasificado, el chino Wei-Jia Guo que lo resolvió en 33,70 segundos el pasado mes de octubre de 2017.
En el ranking que mantiene Minesweeper.info encontraréis todos esos tiempos organizados de forma global o por país, por ejemplo, además de vídeos, consejos sobre estrategias o un foro que sigue activo. Parece que al legendario buscaminas le queda mucha guerra por dar, y nos parece fantástico.
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