Todos queríamos ser Tom Cruise en Minority Report. Aquella película de 2002 pareció desatar los sueños desbocados de nuevas interfaces de usuario, y poco después acabarían apareciendo la Nintendo Wii, Microsoft Kinect o Sony PlayStation Move. Todas proponían el reconocimiento de gestos como una nueva forma de disfrutar. Y todas prometían una revolución.
Años después esa revolución no parece haberse producido. Personalmente no le cojo el punto al reconocimiento de gestos. Lo probé con la Wii y más tarde con la Xbox 360, y sus ventajas parecían poco relevantes: llegar a cualquier parte de la interfaz acababa siendo más fácil y rápido con el mando. Y sin embargo todas las grandes --Apple, Google, Intel, Microsoft-- parecen estar seguras de que el mercado del reconocimiento de gestos tiene un futuro prometedor. ¿Tienen ellas razón?
Ser Tom Cruise no mola tanto (de momento)
Así es. Uno se pone delante de Kinect y empieza a hablar a gritos y a hacer gestos con la mano que no siempre funcionan como se esperaría. O se pone un Leap Motion delante y parece hacer magia con los dedos hasta que compruebas que, de momento esta "revolucionaria" solución ha sido criticada por su bajo rendimiento por todos los que la han probado.
Lo mismo ocurre con todos los productos que hemos visto en este segmento. Nos las prometíamos muy felices con la Wii o Kinect, con revolucionarios sistemas que teóricamente iban a hacer que los juegos fueran mucho más inmersivos. No ha sido así: la integración de Kinect por ejemplo --lo que más conozco-- ha sido muy, muy limitada en juegos de última generación, y los desarrolladores lo han convertido en un Wiimote supervitaminado con el mismo esquema de juegos (Kinect Sports, Kinect Adventures): divertidos en algunos casos, pero mucho más simplones de lo que esperábamos.
¿Por qué todas las grandes apuestan fuerte por este segmento?
Y sin embargo ahí tenemos a una Apple que ayer confirmó la compra de PrimeSense, a una Google que salió de compras en octubre y se hizo con Flutter, o a una Intel que se une al grupo y se compró no una empresa del segmento, sino dos: Omek en julio de este año, e Indisys, una empresa española especializada en reconocimiento contextual, en septiembre.
Uy, que se me olvida Microsoft: los chicos de Redmond fueron aún más previsores y compraron la empresa Canesta en octubre de 2010. No se sabe a ciencia cierta --algo comentó uno de los ingenieros en Reddit--, pero es casi seguro que la nueva tecnología de Kinect 2 que usa la llamada Time of Flight (nada de la luz estructurada de Kinect) está basada en los desarrollos de Canesta.
Así pues, ahí tenemos a todas esas grandes empresas alineadas, y a otras como la citada Leap Motion dispuestas a convencernos de que el futuro pasa por el reconocimiento de gestos y, probablemente, el reconocimiento de voz, algo que sí comienza a tener sentido en varias plataformas, tanto de sobremesa como móviles.
¿Será todo esto un bluff? Lo dudo, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de dinero y recursos que todas ellas están invirtiendo casi al mismo tiempo. Prepárate, Tom Cruise. Esto promete.
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