Pasar de jugar a 60 Hz y hacerlo en un monitor de 144 Hz es milagroso. Es como pasar de la noche al día. Eso es lo que afirman muchos de los usuarios —no todos, cuidado— que han dado el salto a monitores especialmente orientados a gamers, pero ¿es esa diferencia tan destacable?
Eso es precisamente lo que nos hemos propuesto descubrir en unas pruebas en las que alguien como yo, jugador ocasional de FPS en un monitor de 60 Hz, ha tenido la oportunidad de disfrutar de un equipo potente y un monitor con soporte de 144 Hz. Veamos cuáles son las claves técnicas del milagro, y si ese milagro realmente existe.
Muchos factores a tener en cuenta
Al tratar de buscar la mejor experiencia en videojuegos para el PC las características del monitor al que conectamos ese PC son especialmente relevantes.
La tecnología en este ámbito ha avanzado de forma notable, y hoy en día es importante tener en cuenta diversas características si uno quiere exprimir al máximo esas sesiones.
Entre dichos factores están los siguientes, en los que no nos extenderemos demasiado para centrarnos más adelante en esas tasas de refresco que realmente nos interesan para nuestras pruebas:
Input lag
Este componente de nuestra experiencia en videojuegos es el retardo que hay desde que el monitor recibe una señal (un fotograma, por ejemplo) y la muestra en pantalla. En AnandTech realizaron un completo análisis de este apartado, y como indicaban allí, hay varios elementos que afectan a este proceso.

No solo puramente técnicos: nuestros reflejos también forman parte de esa ecuación. Sin embargo hay como decimos una serie de elementos clave para definir ese retardo, y entre ellos están nuestra conexión de red (si jugamos online, claro), nuestros periféricos, el hardware de nuestro PC y, claro está, el propio monitor que usemos para jugar.
Este parámetro sigue siendo uno de los más utilizados por los fabricantes para convencernos de estos input lag son cada vez más reducidos en sus monitores y que nuestra experiencia en videojuegos será óptima, pero como decíamos hay otros muchos factores que afectan a esa experiencia. Hay sitios especializados como Display Lag que informan a los usuarios de ese input lag en una gran variedad de monitores.
Tasa de refresco (fija)
La mayoría de monitores funcionan a 60 Hz en su resolución nativa, lo que significa que se pueden mostrar hasta 60 fotogramas cada segundo con un 'gap' de 16,66 ms entre fotogramas. Por definición esa tasa de refresco fija es el número de veces por segundo que el monitor actualiza su buffer.

Esa tasa de refresco ha ido evolucionando con las distintas tecnologías de pantalla, y por ejemplo los lectores algo más mayorcitos recordarán que en monitores CRT muchos buscábamos ese soporte de 72Hz que era especialmente adecuado para nuestras sesiones con el ordenador.
Con la llegada de las pantallas LCD la frecuencia estándar se ha situado en esos 60 Hz, aunque tanto en uno como en otro caso aparecieron y siguen apareciendo modelos con tasas de refresco notablemente superiores.
Algunos monitores soportan tasas de refresco fija de 120 Hz (8,33 ms de gap) e incluso mayores, como los que hemos visto últimamente con soporte de 144 Hz (6,94 ms de gap), 200 Hz (5 ms), 240 Hz (4,16 ms) e incluso más. Hasta los fabricantes de smartphones se han apuntado a esta tendencia y ya tenemos algunos terminales con pantallas de 90 Hz y de hasta 120 Hz.
Tasa de refresco variable
Una cosa es la tasa de refresco que ofrece el monitor y otra la que nuestro PC ofrece con cada juego (y cada nivel de detalle y resolución). Lo ideal es contar con una alta tasa de fotogramas en el juego —para eso necesitas una configuración potente, buena CPU y sobre todo buena GPU— además de un monitor con soporte de tasas de refresco elevadas. La diferencia entre los fotogramas que nuestro PC puede mostrar y los que es capaz de mostrar el monitor puede generar artefactos visuales porque ambas frecuencias no están sincronizadas.

Eso es lo que hacen las tecnologías NVIDIA G-SYNC y AMD FreeSync, que ajustan dinámicamente la tasa de refresco del monitor para que sea equivalente en tiempo real a la tasa de fotogramas del videojuego o del contenido del que estemos disfrutando.
Tiempo de respuesta
Al pasar de un fotograma a otro (con el gap asociado) es importante hablar del tiempo de respuesta del píxel, que es el tiempo que un píxel tarda en hacer la transición de un color (o estado) a otro. Se suele hablar de tiempos de respuesta entre distintas tonalidades de gris (según la intensidad del color oscuro) que oscilan normalmente entre los 2 y los 5 ms.

No hay un estándar universal, pero lo que sí se cumple es que en paneles TN esos tiempos son más reducidos (4-10 ms) que en paneles IPS/PLS (8-16 ms normalmente) o en paneles VA (14-30 ms). Eso hace que precisamente los paneles TN sean apreciados por los gamers aun cuando tengan desventajas en otros apartados. Una mala gestión de esos tiempos de respuesta y de técnicas de aceleración da lugar a la aparición del 'ghosting', lo que perjudica la experiencia de usuario.
Desenfoque de movimiento
Tener una tasa de refresco o un tiempo de respuesta más lento de lo adecuado puede provocar que la imagen se vea borrosa. Si los tiempos de respuesta son lentos por ejemplo y los píxeles tardan algo más en hacer la transición de un estado a otro acaba apareciendo cierta estela, cierto efecto 'fantasma' ('ghosting') en el que la imagen nueva aparece superpuesta sobre la antigua algo difuminada.

También tenemos el desenfoque de movimiento provocado por el movimiento del ojo: nuestro cerebro puede percibir que el movimiento es borroso por cómo contemplamos el movimiento de una imagen en pantalla aun cuando esta imagen es estática.
Una mayor tasa de refresco ayuda a reducir esos efectos, pero existen las técnicas de inserción de fotogramas negros entre fotograma y fotograma.

Los monitores de los últimos tiempos centrados en el ámbito de los gamers incluyen además diversos sistemas (a menudo propietarios) para reducir ese desenfoque. Tenemos por ejemplo LightBoost (NVIDIA), Ultra Low Motion Blur o ULMB (NVIDIA), Dynamic Accuracy o DyAc (BenQ en sus ZOWIE), Extreme Low Motion Blur o ELMB (ASUS) o MotionFlow Impulse (Sony).
Ovnis voladores y tasas de refresco
Todos esos parámetros afectan a cómo disfrutamos de los juegos en nuestro monitor, y todos son factores que son analizados con distintas herramientas software y hardware. Las comunidades de usuarios que son especialmente sensibles a este tipo de apartados se reúnen en sitios web como BlurBusters, donde por ejemplo recomendan distintas herramientas para evaluar el comportamiento de nuestro monitor.

Es por ejemplo en BlurBusters donde encontramos una de las pruebas más celebres a la hora de evaluar esa tasa de refresco fija a la que trabaja nuestro monitor. Se trata del TestUFO Motion Test, que podéis ejecutar en vuestro navegador tanto en ese formato más claro como este aún más complejo y que permite apreciar las diferencias de fluidez de movimiento con ese pequeño ovni animado que recorre de un lado a otro la pantalla mostrado con la animación forzada a distintos FPS.
Si no estás seguro de qué tasa de refresco tiene tu monitor, es que probablemente uses el estándar de facto por la mayoría de fabricantes: los tradicionales 60 Hz que ofrecen una experiencia muy adecuada, aunque quizás óptima no para gaming.
En realidad hay numerosos tests disponibles en ese sitio web que permiten apreciar la diferencia por ejemplo en el scroll vertical al navegar por texto o que también muestran cómo cambia la estela del ratón en un monitor de 60 Hz y en uno de 30 Hz, por ejemplo. Todas esas pequeñas pruebas dejan claro que la tasa de refresco es importante.

El efecto de mejora visual es evidente cuando observamos la diferencia de ver la animación a 30 FPS en un monitor de 60 Hz o a 60 FPS en un monitor de 60 Hz. Esas mismas mejoras también se aprecian si aumentamos tanto los FPS como la tasa de refresco, aunque ese 'estándar de facto' de 60FPS/60Hz se ha convertido en la norma en la industria.
Lo más probable es que tu monitor funcione precisamente a 60 Hz —si no estás seguro, puedes comprobarlo desde la Configuración de Windows 10, por ejemplo—, aunque tu PC podrá hacer que ciertos juegos superen los 60 FPS y otros no lleguen a esa cifra.
Si tienes un PC potente que ronda los 100 FPS o más en esos juegos a los que juegas quizás deberías pensar en comprar un monitor que soporte resoluciones superiores, pero la pregunta es: ¿merece la pena invertir en un monitor de 144 Hz (o más)?
Jugar con monitores 144Hz te puede cambiar la vida (o no)
En los últimos años hemos asistido a una tendencia cada vez más pronunciada entre los gamers tanto ocasionales como profesionales. No importa tanto la resolución, sobre todo en el ámbito competitivo en la que muchos juegan con resoluciones 1080p o incluso resoluciones inferiores. Importa bastante más la tasa de refresco.

Eso es lo que ha hecho que los fabricantes de monitores hayan desarrollado modelos cada vez más capaces en este sentido. Aunque empiezan a aparecer modelos 4K con soporte de frecuencias de 144Hz, lo normal es encontrar monitores 1080p con soporte de frecuencias de 144 Hz (o más) nativas con diversos formatos y características adicionales. De hecho algunos modelos que no ofrecen esas frecuencias altas de forma nativa permiten hasta 'overclocking' para alcanzar esas tasas de refresco más elevadas.
Para muchos de los que ensalzan el cambio a los monitores de 144 Hz (o más), jugar con ellos es como entrar en otra dimensión.
La aparición de esos modelos ha generado una oleada de comentarios por parte de buena parte de la comunidad de usuarios. Por todos lados podemos ver debates y artículos que parecen tener una misma conclusión: jugar a 144 Hz es para quienes ensalzan estos monitores como entrar en otra dimensión. Dar el salto desde los 60 Hz es para muchos de esos usuarios una experiencia fantástica, y desde ese momento no pueden concebir volver a jugar a 60 Hz. Es, insistimos, totalmente inconcebible para ellos.

El problema es que ese teórico milagro no lo es para todos. Igual que encontramos numerosos testimonios de usuarios que han dado el salto a los 144 Hz y ya no pueden volver atrás, hay otros tantos que han dado ese salto para llevarse una gran decepción: no han notado absolutamente nada.
La leyenda urbana dice que el ojo humano no puede apreciar tasas de refresco por encima de 60Hz, y algunos YouTubers como Linus Tech Tips hicieron hace años un experimento con jugadores ocasionales para saber si detectarían la diferencia jugando a 60 Hz o jugando a 120 Hz. En su pequeño experimento (solo un participante) el resultado fue revelador: de los cinco escenarios en los que tenía que responder si creía que estaban mostrándose a 60 o 120 Hz, solo acertó uno.
Otros debates mucho más recientes parecen confirmar que efectivamente no todo el mundo aprecia esa diferencia o incluso acusa ese soporte de 144 Hz de ser una gran mentira, aunque la respuesta de quien sí las ven suele ser que seguramente tienen algo mal configurado.

Eso ciertamente puede ser el caso en algunas ocasiones, sobre todo porque entre los requisitos para poder disfrutar de los 144 Hz están el usar la conexión DisplayPort 1.2 o la DVI-D integrada en la inmensa mayoría de tarjetas gráficas del mercado. Los conectores HDMI 1.4 teóricamente permiten por ejemplo jugar a 1080p y 120 Hz, pero diversos hilos de discusión revelan como el puerto HDMI —por el conector en sí o los cables utilizados— puede dar problemas en este sentido.
Y sin embargo, las dudas son evidentes: unos dicen que el milagro existe, otros que no. Quizás lo mejor sería tratar de averiguar la respuesta por nosotros mismos... que es precisamente lo que hemos hecho.
Probando el "milagro": ¿existe diferencia entre jugar a 60 Hz y 144 Hz?
En Xataka queríamos ir más allá de la teoría y tratar de poner todos esos datos en práctica. Para ello contamos con la colaboración de Acer, que nos cedió dos productos de su familia de soluciones gaming Acer Predator para nuestras pruebas.

En primer lugar un monitor Acer Predator XB252Q, con un panel TN con una diagonal de 24,5 pulgadas, resolución FullHD y capaz no solo de soportar 144 Hz, sino hasta 240 Hz de tasa de refresco.
En segundo, con un Acer Predator Orion 3000 con un una configuración protagonizada por el Intel Core i5-8400, 16 GB de RAM, 256 GB de SSD y lo más importante, una GeForce GTX 1070 que fue clave para proporcionar la tasa de fotogramas por segundo suficiente para "alimentar" al monitor y poder así trabajar con altas tasas de refresco.

Eso nos permitió evaluar el comportamiento del equipo con diversos juegos. Quienes hablan de que jugar a 60 Hz y hacerlo a 144 Hz es como la diferencia que hay entre la noche y el día afirman que esa diferencia se nota especialmente en shooters y FPS. Que en otros juegos como los simuladores de conducción también se aprecian diferencias, y que en el resto de títulos esas diferencias no son tan claras.
Teóricamente los juegos que más se benefician de los monitores con tasas de refresco de 144 Hz (o más) son aquellos con acción vertiginosa y movimientos de ratón muy rápidos: FPS como 'CS:Go', 'Battlefield 1' u 'Overwatch' están entre los candidatos a emocionarnos.
Así pues, me dispuse a hacer las pruebas con cuatro juegos: 'Battlefield 1' (un FPS al que juego de forma relativamente frecuente), 'Fortnite', 'Dirt Rally' y 'Rise of the Tomb Rider'. Durante la semana de pruebas intenté comprobar que estaba todo correctamente configurado, instalé utilidades como CAM o FRAPS para cerciorarme de la tasa de FPS a la que se estaban ejecutando los juegos en cada momento y sobre todo, claro, jugué.
Lo hice conectando el Predator Orion 3000 al monitor Predator XB2 a 144Hz (también probé sesiones de juego a 240 Hz, aunque en menor número), pero también a un monitor por HDMI con soporte de frecuencia de 60 Hz. De hecho en la prueba definitiva conecté el PC a ambas pantallas de forma simultánea y configuré cada una para que funcionara a la frecuencia con la que quería realizar las pruebas. Eso, por cierto, no es trivial en Windows 10, pero gracias a aplicaciones como CRU es posible hacerlo.

Pasaron las horas, pasaron los días, y tras probar primero con un solo monitor (pasando del 144 Hz al 60 Hz y viceversa), y luego con los dos monitores simultáneamente (en modo duplicado/mirror, centrándo la mirada en uno u otro cada cierto tiempo) llegó la revelación. O más bien, la ausencia de ella.
No noté nada. Absolutamente nada.
Jugué igual de a gusto en el monitor de 144 Hz que en mi monitor de 60 Hz, y no aprecié ninguna diferencia en el desarrollo de estos juegos, ni cuando me centré en los FPS con 'Battlefield 1' o 'Fortnite', ni cuando jugué al 'Dirt Rally' o al 'Rise of the Tomb Raider'.
Es cierto que en el escritorio, sin lanzar juego alguno, el movimiento del puntero del ratón (o desplazar una ventana) es por ejemplo más fluido y suave, pero el impacto en juegos, al menos en mi experiencia, fue nulo. Tanto había leído sobre cómo la experiencia cambiaba que busqué y rebusqué potenciales fallos en mi configuración. Cables, configuración de escritorio, de gráfica, de opciones visuales en el juego, activación o desactivación de G-Sync... probé todo lo que vi y se me ocurrió y el resultado siempre fue el mismo: nulo.

Así pues, me uní a esa comunidad de usuarios que tras probar la experiencia, quedaron con una sensación extraña: la de que a pesar de lo que dicen, el paso de los 60 Hz a los 144 Hz no significó nada para mí. Entre quienes lo notan -y ellos sí que lo hacen- están quienes juegan a nivel competitivo. Y ahí sí hay tela que cortar, pero hablamos de gamers con muchas, muchísimas horas de juego que perciben mucho mejor esas pequeñas diferencias.
Jugar en nivel competitivo a 144 Hz (o más) puede marcar la diferencia
Mientras que jugadores ocasionales como yo pueden tener algo más complicado apreciar esas diferencias, hay un nicho de mercado en el que efectivamente esas tasas de refresco sí tienen sentido: el entorno competitivo de los eSports.
En ese segmento los jugadores pasan tantas horas entrenando y jugando que aprecian pequeños cambios en sus experiencias de usuario con mucha mayor facilidad y rapidez. Los 144 Hz aportan algo notable respecto a los 60 Hz en ese nicho, sobre todo en FPS: en movimientos muy rápidos de ratón el punto de mira "te sigue" más rápido.
Eso es algo que yo puedo no apreciar pero que un gamer profesional sí detecta porque su memoria muscular hace que los movimientos sean precisos y muy, muy rápidos. Y si el punto de mira no está donde debe estar en el instante en que debe estarlo, el gamer lo nota.
Esa es una de las diferencias fundamentales al jugar con mayores tasas de refresco, que no afectan tanto a la "fluidez" del juego (ciertamente se reduce el efecto del ghosting, el movimiento es menos 'borroso' y más fluido sobre todo si lo comprobamos a cámara lenta), sino a esa representación casi instantánea de lo que el jugador espera que haya ahí cuando mueve el ratón especialmente rápido para apuntar en FPS, por ejemplo.

Lo explican por ejemplo en Lim's Cave, donde comentaban cómo aunque la diferencia entre los 60 Hz y los 144 Hz sí es notable, la cosa se complica mucho entre los 144 Hz y los 240 Hz incluso para jugadores competitivos. Como explicaba el autor:
Tus ojos serán capaces de percibir a un enemigo 2,78 ms más pronto en un monitor de 240 Hz que en uno de 144 Hz pero puedo garantizarte que todos nosotros, desde el jugador novato al profesional no serán capaces de apreciar la diferencia. En este caso tú eres el cuello de botella.
En mi pruebas quedó demostrado desde luego que el cuello de botella soy yo, pero otros muchos usuarios —no necesariamente gamers profesionales— han dejado claro que la diferencia existe y es apreciable.
Esa diferencia no podréis apreciarla bien en vídeos de YouTube: es algo que tendréis que experimentar en directo con un monitor de estas características que, eso sí, tendréis que acompañar de un PC que suministre tasas de FPS muy elevadas para aprovechar esas tasas de refresco igualmente elevadas.
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m0w
Cuando mas se nota es cuando, despues de una temporada larga jugando en un monitor de 144hz a una tasa de 144fps+ vuelves atras y pones un monitor de 60hz. Es cuando realmente te das cuenta y dices aquello de "no se ni como antes podia jugar a 60hz".
Es algo muy parecido a, cuando tras años y años jugando a 720p pasas a jugar a 1080p. Al principio es incluso molesto, y la diferencia que notas puede llegar a ser hasta desagradable y marearte. Igual que cuando pasas de 1080p a 1440p.
Y sin embargo, tras una temporada larga jugando a 1080p, si vuelves a 720p es alucinante la diferencia y dices aquello de "no se ni como podia jugar antes a 720p"... analogamente ocurre de 1080p a 1440p y viceversa.
googlade
Yo me considero afortunado ya que soy de los que aprecio esa diferencia y es absolutamente una delicia el cambio de 60 a 120. He de decir que más de ahí ya no lo aprecio. Entre 120 y 144Hz ya no noto nada el cambio, y mucho menos a 240Hz.
Te aconsejo que vuelvas a hacer la siguiente prueba si es que todavía tienes oportunidad.
a) Un único monitor configurado siempre a 120Hz con todas las tecnologías de eliminación de desenfoque desactivadas.
b) Un juego (a ser posible un shooter) configurado con la calidad necesaria para mantener 120PFS estables en todo momento. (Si hay que bajar la calidad se baja)
c) Desactivar en el juego VSYNC o cualquier otro tipo de limitación en cuanto a los FPS así como GSYNC o cualquier otro sistema de sincronización de HZ/FPS
d) Un programa que pueda LIMITAR los FPS del juego a voluntad (MSI AFTERBURNER que incluye Riva Tuner puede ser un ejemplo)
d) Limita el juego con el software anterior a 60FPS y juega un rato con el monitor a 120HZ dando movimientos rápidos de izquierda a derecha.
e) Ahora lo mismo pero limita a 120FPS el juego.
Si no notas nada, es que estás muerto :)
cobaltudk
Velocidad, dices que "Un ejemplo claro de esto es cuando programan el ciclo día/noche con esos 16,67ms en mente, en un 120hz, veras pasar el sol y la luna el doble de rápido que en uno con 60hz."
Pues no debería, al programar el juego no usas los 16 ms, sino un dato que es el tiempo del último frame, al que se suele llamar "DELTATIME" (al menos en los engines Unreal), y ese dato se usa en prácticamente todo. Así que si tienes el juego bloqueado a 60 fps, DeltaTime será 16 ms, pero si el framerate es variable, DeltaTime siempre te dirá lo que tardó el último frame.
Por ejemplo si mueves un bot a una velocidad, una constante, la multiplicas por DeltaTime en cada frame. Si quieres hacer un contador preciso, vas sumando a una variable el valor de Deltatime. Si quieres programar un ciclo día/noche, vas rotando la luz (que hace de Sol) por una constante multiplicada siempre por DeltaTime. La aceleración de bots, contadores para IA... prácticamente todo se hace usando DeltaTime como multiplicador para lograr un paso del tiempo constante independientemente de cómo vaya el framerate.
Si has visto algún juego en donde el sol o la luna se mueven más rápido o los bots corren más o menos según los FPS, es que lo han hecho mal... bastante mal.
Si quieres un ejemplo de mala programación, en mi juego hace tiempo programé la IA de combate de los bots en cada frame. Usando números aleatorios para atacar, defenderse, etc. Cuanto mayor framerate, más "inteligentes eran los bots", ya que había más posibilidades de acertar con el número aleatorio que hacía que atacasen o se cubriesen. Cuando me di cuenta, usé un contador con Deltatime, para que ejecutase esas funciones 2 veces por segundo, independiéntemente del framerate.
Respecto a los monitores, nunca he probado uno de más de 60 Hz, pero la diferencia entre jugar a 30 ó 60 fps con Vsync es enorme. Supongo que hasta 96 seguirá siendo enorme y a partir de ahí será cada vez más dificil de apreciar.
Y por otro lado a los juegos con gráficos realistas les cuesta sostener los 60 fps con las máquinas actuales. Y para usar Vsync tienes que ir sobrado, porque nada jode más que tener el juego andando con fluidez y de vez en cuando tener esos bajones que arruinan toda la experiencia.
Andrés Díaz
Yo tuve en su tiempo un monitor de 120hz y realmente si se notaba la diferencia, ya que en los juegos todos eran más fluidos, claro siempre y cuando llegues a los 120fps. Incluso como dicen en el articulo, la diferencia se nota hasta en el Windows al momento de mover o arrastrar una ventana rápidamente, donde se nota que hay menos perdida entre frames, que una pantalla de 60hz.
xelux
Yo puedo dar mi opinión al respecto como poseedor de una pantalla de 144hz.
He de decir que, lo más importante para notar esto es tener 2 pantallas al lado, una a 60hz y otra a 144hz, y lo forma más facil de conseguirlo es con el propio windows, en el escritorio, moviendo el ratón.
En juegos la cosa es más complicada, para empezar porque los hz del monitor viene a ser la limitación de fps que podrás mostrar, un monitor de 60hz no podrá mostrar más de 60 fps (aunque vaya a 300), por lo que para jugar a 144hz vas a necesitar una de estas 2 cosas:
-Una GPU brutal y cara
ó
-Bajar los ajustes gráficos
Una vez que te has asegurado de que el juego funciona a 144fps, podrás ver la diferencia respecto a 60.
Bajo mi punto de vista, la diferencia existe, pero es mínima, solo lo vas a notar en juegos muy rápidos, overwatch o doom y cosas así, en juegos "normales" es inapreciable, y si no tienes las 2 pantallas a la vez para comparar, no vas a notar nada.
Para mi es mucho mas importante que el monitor en cuestión se vea bien, reproduzca una gama de color buena y que no tenga problemas con los angulos de visión, aunque esto es cuestión de gustos.
Respecto de si la gente nota o no, es "una batalla perdida", ningún usuario normal que no entienda de 30 o 60 o 144 va a notar nada, de hecho, la mayoria tiene problemas para diferenciar si un juego está moviendose a 30 o a 60 (hablo de usuarios que no juegan).
Lo más importante en un juego es que los FPS sean estables, es mucho mejor jugar a 30 estables que jugar en un rango de 40-60, ahora hay mucha "moda" con los 60fps y más allá, pero no son necesarios para la gran mayoría de juegos.
También hay muchísima desinformación en el mundo"gamer", hay muchísimos "crios" jugando a 300fps en monitores de 60hz y cosas así, y también hay muchísimo monitor con paneles TN a 600€, lo cual debería estar penado por ley, los paneles TN son una basura en todo lo que no sea tiempo de respuesta, y un jugador normal no necesita (ni diferencia) bajar de 8ms a 4ms.
En fin, muy buen artículo y tranquilo, no eres raro ni la gente que alucina tiene una vista superior, simplemente la diferencia es mínima, tan mínima que la gran mayoría de gente ni lo aprecia o no lo da importancia.
Spaniard37
guauuuu! o WOW - me lo he leido entero - muy buen report,siempre he tenido dudas sobre las diferencias y me parece genial que lo analizaras tu mismo!
Un aplauso con ovación!
Usuario desactivado
A mí me toca renovar el PC en breve, pero tengo claro que no voy a renovar el monitor (y cuando lo haga no lo haré con la tasa de refresco en mente).
Para mí lo importante es que la tasa de fps de la gráfica sea estable y exactamente proporcional a la del refresco del monitor. Mi monitor es de 60 hz y aunque la gráfica me permita más de 60 fps para según qué juegos, siempre limito a 60 (si la gráfica llegará a 120 fps estables entonces subiría a esa tasa, pero no a 80/90/100 que no guardan una relación proporcional entera con 60).
Si alguien tiene un pepino que le da 144 fps estables entiendo que se haga con un monitor de 144 Hz, aunque sinceramente yo antes de subir la tasa de refresco prefiero subir efectos y resolución en el juego y hacerme con un monitor que soporte esa nueva resolución y con un panel que ofrezca mejores colores/contraste/brillo (siempre que pueda alinear gráfica y pantalla a 60 fps/Hz)
PD: por si a alguien le interesa mi bagaje jueguil, he sido pcero toda la vida (incluso spectrum-ero), he pasado por el wolfenstein original y dooms a base de sprites, Duke nukem 3d, quakes, HL&CS, etc... he llegado a hacer un "sli" de dos voodoo 2 de 3dfx para jugar al tomb raider 2 a 640*480 y también tuve la primera GeForce 256 de Nvidia.
Usuario desactivado
Yo vengo de la era del Mario y el Sonic, así que los 60hz me parecen maravillosos.
silver2048
30 a 60 es es moderadamente buenos lo demás es ganancia.
xatakaman
Tengo uno de 100hz y no noto cambios si le cambio el refresco.
Con los monitores CRT distinguía perfectamente cuando iban a 60, 75, 85hz... pero con los modernos no. Para mi que los píxeles no se refrescan tanto como nos dicen.
dan1elnole
Antaño se decía que 30 fps era lo máximo que veía el ojo humano (cuando no se puede comparar, pues nosotros no vemos imágenes por segundo). El salto de 30 a 60FPS hoy en día ya es una realidad e ingenuo es el que lo niegue.
El salto de 60 a 144 se puede notar absolutamente de la misma forma que del 30 a 60. Solo hace falta encender el escritorio, configurarlo bien (que muchos se pensarán que es conectar y fuera, cuando tienes que cambiar la tasa de refresco de la pantalla manualmente) y empezar a disfrutar.
He hecho la prueba con gente que juega y gente que no. Lo he hecho en juegos, y lo he hecho en el escritorio. Para sorpresa de todos, en el escritorio lo han notado absolutamente todos. Tanto que, teniendo una pantalla al lado de otra (y no duplicadas, sino extendidas), al pasar una ventana de un lado al otro me decían "uff que mal".
En juegos es otro cantar. En primer lugar, tienes que llegar a esos 144FPS. Después, que el juego no esté hecho como el culo y no lo tenga limitado a 60 (ejem ejem, ports de dark souls). Para acabar, que no en todos los juegos lo vas a notar igual. Por ejemplo, yo lo noto mucho más en un juego como CS:GO que en uno como LoL.
Sin embargo, la prueba final es la más obvia. Juega durante SEMANAS en 144Hz a un juego, y luego limita los FPS a 60. Se nota, se nota mucho. Mi teoría es que tú te vas adaptando poco a poco a esos 144Hz, aunque a priori no los notas. Cuando bajas a 60, es un cambio brusco y molesto.
Hechs
Me abstuve de comprar un monitor de alta frecuencia por un motivo principal: si llego a percibir esa revelación, sé que será de aquellas características que no te aportan prácticamente nada pero que al volver atrás te sienta como un tiro. Como no creo que mi tarjeta diera para jugarlo todo a 144 fps -mucho menos las consolas-, me quedé con un monitor IPS y sus otras ventajas.
slarti
Yo me compré un monitor de 144 y lo noté nada más configurar el SO y mover el ratón, me cuesta creer que exista gente que no lo note ipso facto sólo ya con el puntero.
En juegos probé dos y también lo noté en seguida aunque sólo en uno, el otro, fallout 4 no, basicamente mi grafica no da para mover el juego a 144 frames, porque sí para disfrutar de las ventajas del refresco tan alto tienes que mover el juego a esa velocidad en frames
Al dia siguiente devolví el monitor, porque el refresco a 144Hz es la next gent pecera pero los paneles TN son el puro cancer y algo que no deberia existir sobre la faz de la tierra
iagodiaz uribe
Siento mucho decirte que tanta labor de investigación es totalmente estéril si no consigues una máxima. Y es que para apreciar realmente el funcionamiento de un monitor, la tasa de frames del juego que pruebas debe IGUALAR o SUPERAR los Hz de refresco del monitor en cuestión.
No sirve que "el tomb raider iba muy bien" por tener una GTX1070, si el ir muy bien significa no alcanzar los 144hz del monitor en cuestión y se queda entre 60 y 115 frames dando saltos, hace falta una tasa estable.
Tengo un monitor de 240Hz (un acer predator XB272), conectado a un i7 8700K subido a 5Ghz y una GTX1080ti. El Overwatch es una gozada jugarlo porque supero los 240fps, el CSGO es increible porque también los supero, y sin embargo cuando juego PUBG (capado por su motor grafico a 144fps) o juegos mas exigentes como BF1, DOOM, etc... pues me va muy bien, pero no es la misma sensación de fluidez ni por asomo, y es precisamente porque por muy bien que mueva esos juegos, no alcanzan los 240fps (o más) estables que se necesitan para aprovechar los 240hz del monitor. Por suerte, en esos juegos se puede activar Gsync y la fluidez mejora mucho, a costa de un mayor input lag (retardo entre mis ordenes y los movimientos en pantalla) que por otra parte para alguien que juega competitivo resulta inaceptable. Esta es la razón por la que la gente que juega competitivo prefiere un monitor con muchos Hz de refresco sacrificando resolución. Yo de momento no me planteo siquiera ir mas allá del FHD.
Aún con todo eso te aseguro, que incluso en esos juegos que no alcanzan el tope de los Hz del monitor en terminos de fps, se nota. Tal vez es como dices, porque llevo jugando de manera competitiva con mayor o menor constancia muchos años (empecé en las betas del counter strike, hará como 18 años).
Saludos a todos.
jettas
Uno que ya pasó las cuatro décadas, además de más de 25 años trabajar computadoras, la vista la tiene bien dañada, no persivo esos detalles ya más sutiles de imagen.
cobaltudk
De todas formas yo creo que los FPS no son la clave aquí, creo que por encima de 72 ó 96 fps poca gente apreciará la diferencia.
Quizás a partir de esos framerates sea más importante la ausencia de ghosting, más que llegar a un número de fps que no vamos a apreciar y sí van a servir para pegarle un calentón a la máquina.
Me estaba acordando de las máquinas recreativas de 8 bits y sus sprites por hardware moviéndose con una fluidez que para mí era total (sobre todo cuando volvía a mi casa y ponía el Spectrum con sus sprites por software usando interrupciones para el vsync, a 20 fps).
Esas máquinas usaban monitores CRT... a 50 FPS y sin apenas ghosting. Y en fluidez se meaban en cualquier monitor normalito a 60 FPS de hoy día, precisamente por el exceso de ghosting.
¿Al mover el ratón por vuestros monitores TFT a 60 Hz lo véis absolutamente nítido? ¿Os acordáis cómo sí se veía nítido en los monitores CRT a 72 Hz? Esa nitidez no puede ser producto de sólo 12 fps más, sino del ghosting.
250 Hz... ¿alguien es capaz de apreciar 250 cambios de posición por segundo, en serio?
¿Y 144?
154549
Me he planteado muchas veces en los últimos años actualizar monitor, pero nunca he sabido si actualizar yendo hacia el 4K o hacia los 144Hz...
Parece que estamos en una época de transición (4K, 2K, 120Hz, 144Hz, 250Hz, HDR+, FreeSync y GSYNC...).
Quizás teniendo en cuenta que también juego en consola acabe mirando más el 4K, al fin y al cabo la TV va a 60Hz.
webon40
Buenas,
Voy a relatar brevemente mi experiencia. Tenía un ordenador con una GTX1070 y procesador i6700k y monitor de 24pulgadas a 60hz jugando a "un poco más de" 1080p (un poco más pq el monitor tenía relación de aspecto 16:10, con 1080pixels al ancho).
Llevo jugando casi exclusivamente al starcraft 2 desde que salió. Tenía una tarjeta gráfica que sobre el papel era correcta para jugar con mi ordenador y monitor, pero notaba cosas... no había una sensación "fluida". Ese fue el motivo de actualizar la gráfica a la GTX1070, quería que fuera perfecto, tenía trabajo, era mi hobby y me la podía permitir...
Sólo gané en texturas, podía poner al máximo todo, las físicas, todo lucía maravilloso, pero seguía faltándome "fluidez"... había como saltos en la pantalla... (y el contador de fps´s me devolvía valores por encima de los 180 de media, sin bajar de 130)
Me informé, ahorré un poco y decidí actualizar el monitor (que iba bien, pero ya era un poco vetusto...). Me compré un Dell de 27pulgadas 2K (este 16:9), compatible con gsync, que podía ponerse tanto a 120hz como a 144.
Y se obró el milagro. Esto sí era lo que buscaba. Posterioremente comprendí que lo que notaba yo era el stuttering por descoordinación entre el refresco de tarjeta y monitor. Para mí supuso una diferencia más que notable.
De todas formas, siempre he tenido la duda (pero nunca tuve la necesidad de despejarla) de si lo que obró el milagro fueron los 120/144hz (no notaba ninguna diferencia entre ambos modos) o el gsync
El sentido común me dice que la diferencia es el gsync: aunque no es comparable, el ping que algunas veces me devuelve mi proveedor de servicios de internet llegaba a 40ms, y seguía notando fluidez en la imagen y adecuada respuesta del juego, por encima de 60ms u 80, ya sí que noto lentitud en la respuesta de mis unidades cuando micreo).
Eso quiere decir que si el refresco de mi monitor es de 7ms (a 144hz) y no noto nada jugando con ping de 30/40 ms (mayor que el refresco de un monitor de 60 hz (refresco cada 17ms), la clave de la fluidez es el gsync.
Por tanto, mi conclusión es clara: Ni loco volvería a pillar un monitor sin Gsync (o freesync si tuviera gráfica AMD...).
Creo que no me ha quedado una respueta corta... :)
P.D. el VSYNC no me gustaba (con el monitor de 60hz). Me molestaba, se ganaba en fluidez, acercándose a la experiencia que yo buscaba pero al rato me dolía la cabeza y los ojos. Cosa que no me ocurre con gsync (en el dell no lo he probado... pa qué si soy ya feliz?).
prueba.rana
Yo tengo un monitor normal y no suelo jugar, asi que por experiencia propia no puedo decir nada.
Dejando esto claro, os pongo un enlace a un video que no solo miran el tema de si lo percibes visualmente o no, sino si ademas influye de otras formas, por ejemplo en el tiempo de respuesta del ratón.
https://www.youtube.com/watch?v=oWgXN5ijx4k
palamos2000
yo cambie de monitor hace poco... 60 hz y 4k o 144hz y 1080p la decision fue clara, 4k.
davidviedma
tras varios años jugando a 144hz es cierto que cuesta volver a jugar en 60hz (pero todos, hasta los que dicen que no pueden, podemos). creo que has sido victima del hype de los 144hz y tus esperanzas estaban por encima de la realidad.
hablando de los FirstPersonShooters y el enemigo que asoma por la esquina del edificio hablas de ms cuando la mayor diferencia de 165hz en mi caso a 60hz es el hecho de que tu al realizar giros de raton puedes ver la imagen "completamente estatica y sin cortes o solapamientos de fps" unido a lo que anteriormente comentabas de que el raton en windows.... en este caso el punto de mira se mueve de manera mucho mas fluida/coherente hasta apuntar en el objetivo(mejor identificado por menor ghosting etc).
pd: fijate el fuego generado en cs por la pantalla 165hz al lado de una pantalla de 60hz ahi tambien se aprecia la diferencia
klaithal
La diferencia es día y noche. Sobre todo para los shooters. Te invito a jugar al Titanfall 2 con 60Hz o con 144Hz. Son dos juegos distintos.
jvilchi
Yo pasé hace poco a uno de 144hz, pensaba que no iba a notar gran cosa, pero los juegos que se acercan o mantienen estables 144 imágenes por segundo, si que noté mucha mejoría.
El último Doom, por ejemplo, para mí mejoró bastante la experiencia el jugarlo a 144 imágenes por segundo estables.
Obviamente hay que tener buenas tarjetas gráficas que sean capaces de aprovechar los altos Hz de esos monitores.
eduardoperezvillamil
Mito? No tiene mito, el input lag es mas de 2 veces menor, y con una configuración de perifericos y equipo correcto, la ganancia es palpable. Hay muchisima diferencia.
marcospaccor
Desde mi experiencia con un monitor 144hz, e jugado por 2 meses y luego a la hora de limitar el juego a 60fps, se ve como si fuera a 30fps. Es horrible. Si tenes aun la oportunidad, proba lo que te digo.
miguelmorales3
Todo perfecto, pero mira que hablas de la impirtancia de la armonía tecnica entre el hardware y haces las pruebas con un Logitech de ofimática, necesitas un teclado con una tasa de refelresco grande y una respuesta en ms a la altura, a nivel competitivo han recortado la distancia de 2mm a 1,3mm la distancia de pulsado de las teclas solo para ganar esa posible ventaja. Buen artículo.