La revolución planteada por la Steam Deck ha sido uno de los grandes acontecimientos de los últimos años en la industria de los videojuegos. El concepto de consola portátil ha resurgido —con la inestimable ayuda, claro está, de la Nintendo Switch—, pero hay un problema: el mercado está fragmentado.
Tenemos la citada Switch con su propio sistema operativo (con nombre en clave Horizon), la Steam Deck con Steam OS, alternativas como la Asus ROG Ally, la Lenovo Legion Go que están basadas en Windows 11 y otras como la Razer Edge o la Logitech G Cloud basadas en Android. Incluso tenemos la Aya Neo Next Lite, que hace uso de HoloISO, un fork de SteamOS.
Demasiadas opciones a las que se suma un ecosistema de tiendas de juegos fragmentado: la Steam Deck está diseñada para que la uses con la tienda de Steam, aunque ciertamente es posible —pero no muy directo— disfrutar de juegos comprados en otras tiendas como Epic Games o GOG. Sin embargo, prioriza esa citada experiencia con Steam, que es justo uno de los puntos en los que tratan de diferenciarse sus competidoras con Windows 11 —más agnósticas— mientras que las Razer Edge o Logitech G Cloud se centran en el juego en la nube.
Cada plataforma tiene por tanto sus fortalezas y debilidades, y para unificarlas todas hay un proyecto especialmente interesante. Se llama Playtron, y tiene como objetivo crear un sistema operativo para toda una generación de dispositivos que quieren ser más que una consola. Según indican en su sitio web oficial, la idea es plantear el auge de las "súper consolas".
Un sistema operativo para conquistarlos a todos (los gamers)
PlaytronOS es un sistema operativo ligero tanto para arquitecturas x86 como ARM que como indican en The Verge está basado en Fedora Silverblue, una versón especial de la conocida distribución Linux Fedora. La propuesta quiere ser "compatible con todas las tiendas de videojuegos", y se prepara para ser compatible con un montón de dispositivos cuando aparezca su versión final.
Y cuando decimos dispositivos no solo nos referimos a consolas portátiles como la Steam Deck. La idea es estar disponible para ese formato, sí, pero también para portátiles y PCs e incluso plataformas que acaben apuntándose a este segmento como Smart TVs, coches o dispositivos de realidad virtual y aumentada.
Incluso será posible desplegar PlaytronOS en centros de datos para gobernar servidores de videojuegos que sustituyan a los tradicionales servidores con juegos. Aquí el factor diferencial para fabricantes de consolas, portátiles, PCs o servidores —o cualquier otro tipo de máquina— está en el coste: una licencia Windows para dichos dispositivos es cara (ronda los 80 dólares según The Verge) pero la licencia de PlaytronOS tendrá un coste estimado de 10 dólares. Eso supone un ahorro espectacular, sobre todo en productos que tengan ventas masivas.
El equipo detrás de Playtron tiene desde luego experiencia en este ámbito. Kirt McMaster fue el CEO de Cyanogen y ayudó a OnePlus a lanzar su móvil, el OnePlus One, basado en esta plataforma. John Lagerlink fue responsable de alianzas globales en la división Android de Google.
En el proyecto también han hecho fichajes como Franck De Girolami, el CTO de Playtron, que fue director del desarrollo de la franquicia 'Alone in the Dark'. Hay además en el equipo desarrolladores de ChimeraOS, el sistema que aprovecha las virtudes de SteamOS y añade lanzadores como Heroic Games Launcher para instalar juegos de Epic Games Store y GOG. Y por si fuera poco, cuentan con la ayuda del desarrollador de Box86, un conocido proyecto que permite jugar a juegos de Linux x86 en plataformas ARM.
Muchos (¿demasiados?) retos a la vista
La iniciativa, eso sí, se enfrenta a retos excepcionales. Los propios creadores de la iniciativa ya cometieron fallos importantes en sus respectivos trabajos previos. McMaster fue probablemente uno de los responsables de la destrucción de CyanogenMod al intentar convertirlo en CyanogenOS, y Lagerlink ayudó en la fracasada compra de Motorola por parte de Google. Como muchos recordarán, tres años después Google acabaría revendiéndola a Lenovo por una fracción de lo que pagó, aunque se quedó con las patentes.
Es de esperar que hayan aprendido mucho de aquellos errores, pero de primeras ya nos encontramos con un aspecto llamativo: este sistema operativo no tendrá un "modo escritorio" como el de SteamOS, y estará totalmente centrado en la experiencia de juego.
La empresa no deja claro hasta qué punto será Open Source —a pesar de estar basada en un sistema operativo que sí lo es—, y según McMaster el objetivo es centrarse en una experiencia de juego sencilla, cercana a la que por ejemplo está disponible en la Nintendo Switch. Incluso parece que están trabajando con Perplexity AI para incluir un asistente de IA que ayude a los jugadores ocasionales a avanzar en juegos con consejos.
Se espera que Playtron ofrezca una versión alpha pública en los próximos 60 días y a partir de ahí tanto usuarios como desarrolladores puedan contribuir a perfilar un proyecto que quiere convertirse en algo así como el Android de los gamers: un sistema operativo "universal" que ofrezca una interfaz sencilla y acceso a todo tipo de tiendas de videojuegos.
No lo tendrán fácil: Windows sigue siendo la alternativa clara, y de hecho Microsoft aquí tiene una oportunidad clara para crear una versión específica para gamers: una que precisamente se adapte bien a consolas portátiles y que aún así trabaje también con varias tiendas de juegos, como ya hace en su modo escritorio nativo.
En Valve parecen estar pensando también en ofrecer SteamOS a otras consolas —ya quisieron conquistar esa misma idea de Playtron con el lanzamiento original de SteamOS y las Steam Machines en 2013—, pero es que además proyectos como HoloISO, ChimeraOS o el prometedor Bazzite —basado también en Fedora— ofrecen alternativas estupendas a SteamOS que tienen objetivos muy similares a Playtron.
Sea como fuere, Playtron lo intentará. Y para nosotros, los usuarios, eso es una gran noticia. Que vivan las opciones.
Imagen | Playtron
Ver 12 comentarios