Los mundos procedurales son una de las grandes tendencias en el sector de los videojuegos. Esos escenarios que parecen no tener fin y que permiten no acabar de explorar un juego tienen no obstante un problema: suelen estar prácticamente desiertos. Es el caso de No Man's Sky o de Destiny, pero ahora una empresa está segura de poder resolver ese problema.
Se trata de Improbable, que lleva años trabajando en una tecnología que se encarga de que vastas cantidades de información puedan compartirse entre múltiples servidores simultáneamente de forma que se habiliten muchas más interacciones físicas entre objetos y jugadores, algo que hasta ahora estaba limitado en los juegos que dependían de este tipo de infraestructuras.
Eso significará que las partidas online a títulos que precisamente se caracterizan por estar basados en escenarios gigantescos podrán ser mucho más atractivas. Sobre todo en el caso de esos nuevos juegos procedurales en los que básicamente uno puede llegarse a sentir un poco solo. Herman Narula, cofundador y CEO de Improbable, explicaba cómo hasta ahora los juegos online suelen desarrollarse aplicando los llamados "shards", instancias en las que no más de 10.000 personajes pueden poblar esos mundos sin que la computación se vuelva insostenible.
Con la tecnología de Improbable ese límite desaparece, y un número ilimitado de jugadores puede ocupar el mismo mundo, y "todos verán lo que mismo que está ocurriendo en sus pantallas simultáneamente". Dean Hall, creador del juego Day Z, ya está trabajando en un proyecto que hace uso de esta tecnología, y según sus palabras este proyecto es "la cosa más alucinante que he hecho nunca".
Vía | MIT
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