El E3 ha empezado con fuerza, y lo ha hecho con una Microsoft que ha demostrado que ser usuario de Xbox One hoy es mucho mejor de lo que era ayer. En la conferencia de los de Redmond ha habido juegos por doquier, pero su verdadera carta ganadora es Xbox Game Pass.
Lo es por un anuncio fundamental: ahora esos 10 euros que pagas al mes te permitirán jugar a las grandes franquicias exclusivas de Microsoft desde el primer momento. Eso se une a la compra de nuevos estudios de desarrollo que sin duda fortalecerán una oferta que hace hoy más que nunca que Xbox Game Pass sea (de momento) la envidia de sus competidores. Y sí, te miramos a ti, Sony.
Más y mejor que nunca
Tras estos meses Xbox Game Pass ha ido confirmando su papel como el Netflix de los videojuegos, al menos en el caso de la Xbox One que Microsoft sigue defendiendo con uñas y dientes.
El catálogo de juegos ya era fantástico, pero es cierto que uno podía echar de menos el acceso a los títulos más actuales y novedosos de la consola. Eso cambia en gran medida a partir de hoy, porque de buenas a primeras los suscriptores de Xbox Game Pass podrán acceder entre otros a títulos que antes no estaban como 'Fallout 4', 'The Division' o 'Elder Scrolls Online', además de próximos lanzamientos como 'Forza Horizon 4', 'Sea of Thieves', 'Halo Infinite', 'Gears 5' o novedades que se sumarán pronto como 'Warhammer: Vermintide 2' o 'Afterparty' y futuros títulos AAA como 'Crackdown 3'.
No solo eso: ese goteo de juegos exclusivos que llegarán al servicio seguirá creciendo, e incluye ahora mismo 199 juegos que pertenecen al catálogo de la Xbox One, pero también a diversos títulos retrocompatibles de la Xbox 360 y la Xbox original. En Microsoft han prometido que se añadirán "al menos" cinco nuevos juegos al servicio al principio de cada mes.
A esas características que disfrutamos pagando 10 euros al mes se une el soporte de todas las opciones de los juegos convencionales de la Xbox One a los juegos antiguos retrocompatibles: podremos salvar partidas en la nube, grabar clips de esos juegos con Game DVR o hacer streaming de esos juegos a PCs y portátiles con Windows 10. Y si nos damos de baja en el servicio pero queremos seguir disfrutando de esos juegos, podremos comprarlos con un 20% de descuento.
Esa ambición de Microsoft por convertirse en ese Netflix o Spotify de los videojuegos va a más, y lo hace porque como indicábamos al comienzo la firma ha comprado varios estudios de desarrollo que le permitirán ampliar su catálogo de títulos exclusivos. En concreto han comprado Compusion Games ('We Happy Few'), Undead Labs ('State of Decay 2'), Playground Games ('Forza Horizon'), Ninja Theory ('Hellblade: Senua's Sacrifice') y una nueva compañía llamada The Initiative.
¿Jugar a todo lo nuevo exclusivo de Xbox a 10 euros? ¡Locurón!
Si te gusta jugar a todo tipo de títulos y vas variando de juego en juego, es evidente que Xbox Game Pass es como un sueño hecho realidad. Comprar todos los juegos disponibles en el servicio costaría una pequeña fortuna: disfrutarlos durante un año cuesta "solo" 120 euros.
Todos esos juegos se juegan como si se trataran de juegos convencionales: los descargas al disco duro para poder jugarlos en cualquier momento, incluso sin conexión e incluso sin estar suscrito a Xbox Live Gold, aunque en muchos de ellos esa suscripción desde luego añade muchos enteros a todos esos títulos.
El futuro, no obstante, podría ser aún más interesante: la llegada de FastStart permitirá jugar lo antes posible a los juegos que descarguemos en Xbox Game Pass. Esta iniciativa hace uso de técnicas de machine learning y solo estará disponible en ciertos títulos que nos permitirán jugar a ellos tan solo instantes después de que la descarga en nuestro disco de la Xbox One haya comenzado.
La otra novedad es igualmente prometedora, yá que en Microsoft confían en que en un futuro podrán ofrecer juegos por streaming. Ese es el futuro de los videojuegos para algunos expertos, y tanto Microsoft como EA —que ha lanzado su Origin Access Premier para darle muchos más argumentos— parecen posicionarse para ese futuro.
De hecho ambas empresas aseguran estar trabajando en la tecnología necesaria para ofrecer esa capacidad de jugar vía streaming a sus catálogos de videojuegos. Aquí Microsoft tiene una ventaja importante: su plataforma en la nube, Azure, se sitúa como aliada fundamental de ese futuro en el que ya no tendremos que descargar los juegos en nuestra Xbox One porque, atención, puede que ni siquiera tengamos que jugar a los juegos de la Xbox One en una Xbox One. Qué ironía.
En Xataka | Xbox Game Pass es un sueño para los gamers y una pesadilla para Sony
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