No hace mucho contaba por aquí mi particular odisea con mi impresora láser: los fabricantes tratan de proteger a toda costa ese modelo de negocio en el que lo que da márgenes de beneficio son los cartuchos y tóneres y no las impresoras en sí. Ahora hemos conocido otro caso particularmente escandaloso de este fenómeno.
El plóter de gama alta Epson Stylus Pro 9900 cuesta cerca de 5.000 euros, pero los cartuchos no son nada baratos tampoco: un recambio con una capacidad de 700 ml sale por unos 200 euros por cada color, pero no podremos exprimirlo hasta la última gota: la impresora nos dirá que el cartucho está vacío cuando aún queda entre un 15 y un 20% de tinta en su interior.
Epson no responde
La empresa Bellevue Fine Art, que es propietaria de una de estas impresoras, descubrió el problema al recibir el aviso de que el cartucho de tinta estaba por debajo del 1% de capacidad. Al sacar el cartucho decidieron cortar esos cartuchos para comprobar cuánto quedaba de tinta en cada uno de ellos.
En los cartuchos de mayor capacidad de 700 ml se llegaron a sacar entre 100 y 150 ml de tinta restante en las bolsas: entre un 14 y un 21% del total. Para cartuchos más pequeños de 350 ml las cantidades restantes fueron de entre 60 y 80 ml, o lo que es lo mismo: Epson avisó al usuario cuando aún quedaba entre un 17 y un 22% de tinta disponible.
La empresa contactó con Epson en repetidas ocasiones para comentar el problema, pero por lo visto "siempre nos han ignorado o nos han dicho que estábamos equivocados". El vídeo grabado por esta empresa demuestra los hechos y vuelve a poner en tela de juicio la dudosa ética de estos productos y sus accesorios.
En este momento, se necesita instalar un cartucho con mayor nivel de tinta o nuevo para completar el ciclo de mantenimiento. Pero, es importante destacar, que tras este ciclo de mantenimiento, el cartucho original podría ser reinsertado y utilizado hasta que se alcance el estado de “No hay tinta”. Por tanto, no necesariamente hay que desecharlo o tirarlo.
Así pues, el sistema de impresión de Epson Stylus Pro 9900 se ha diseñado con la máxima garantía y dos niveles de medición del nivel de tinta. La señal “Bajo nivel de tinta” no impide que la tinta pueda ser utilizada hasta alcanzar la señal “No hay tinta”. En el caso de que un proceso de limpieza de cabezal se requiera tras la señal “Bajo nivel de tinta”, el operario profesional debería sustituir por un cartucho lleno para la limpieza y utilizar el cartucho con poca tinta tras finalizar el proceso.
Vía | Ars Technica
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