Que el televisor está evolucionando lo vemos todos los días. Algunos se fijan en las especificaciones, la resolución o el tamaño. A mi personalmente me interesa más hacia dónde van las pantallas que colocamos en nuestro salón, y qué contenidos y de qué forma me los va a mostrar.
El televisor Sharp de la imagen, pensado en principio para eventos más que para el hogar de los consumidores, destaca para mí por ofrecer un navegador web integrado en su sistema. Esto nos deja ante un equipo que no requiere de otro elemento para obtener una función demandada: ver vídeos de Internet, contenido descargable o navegar sin ataduras de un ordenador o MediaCenter conectado.
Así, el televisor ha ido adquiriendo conexiones (Ethernet) y características que lo llevan más allá de sus funciones habituales y clásicas. Empezamos con el sintonizador de TDT, mejor en alta definición, luego discos duros para guardar contenido y grabarlos, y el paso más lógico para el futuro cercano, es dotarlo quizás de funciones de consola de videojuegos (Toshiba ya prueba el procesador de la Playstation 3 en un televisor) y de ordenador, aunando en el propio televisor el ecosistema de electrónica que suele andar por los alrededores.
Volviendo al televisor de Sharp, estará disponible a un alto precio, entre 4.000 y 5.000 dólares, con tamaños de 46 y 52 pulgadas, contraste de 2.000:1 y resolución FullHD.
Vía | EngadgetHD.
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