La trayectoria en los últimos años de Canon ha estado marcada por un continuismo que, ahora, con el lanzamiento de su nueva cámara sin espejo, parece haber roto definitivamente. Como ya vimos en la presentación de la Canon EOS R y nos corroboraron en la reciente feria Photokina 2018, la apuesta es muy seria por las cámaras sin espejo de sensor full frame, con una nueva montura (y hasta cuatro nuevos objetivos) que parece marcar lo que será el futuro del fabricante japonés.
Tras la toma de contacto donde ya obtuvimos unas primeras impresiones positivas, ahora hemos tenido la oportunidad de probarla más a fondo, con una de las primeras unidades que han llegado a España. Su desembarco en las tiendas es inminente y muchos (especialmente canonistas) están expectantes para decidir si la EOS R puede ser su próxima cámara sin espejo. Vamos a comentar sus principales características en nuestro análisis.
Canon EOS R: Características principales
Tratándose de un modelo que inaugura un nuevo camino en Canon y por sus prestaciones conviene repasar en detalle sus características.
CANON EOS R | Características |
---|---|
SENSOR | Full Frame (36 x 24 mm) CMOS de 30,3 Megapíxeles efectivos / Espacio de color sRGB y Adobe RGB / Filtro de color primario |
MONTURA | Canon RF |
ENFOQUE | Dual Pixel CMOS AF (máx. 5.655 puntos) |
VISOR ELECTRÓNICO | OLED con 3,69 millones de puntos, 100% de cobertura y magnificación de 0,71x |
SENSIBILIDAD ISO | 100-40.000 ISO (expandido hasta 102.400 ISO) |
COMPENSACIÓN DE LA EXPOSICIÓN | ±3 (a 1/3 EV en pasos de 1/2 EV) |
VÍDEO | 4K UHD en formato MPEG-4 H.264 / Hasta 3.840 x 2.160 @ 30p / 480 Mbps, MOV, H.264, Linear PCM y 1.920 x 1.080 @ 60p / 180 Mbps, MOV, H.264, Linear PCM |
CONSTRUCCIÓN | Cuerpo de aleación de magnesio resistente al polvo y las salpicaduras |
VELOCIDAD DE OBTURACIÓN | 1/8.000 a 30 s y modo bulb |
PANTALLA | LCD TFT de 3,2 pulgadas, resolución de 2,10 millones de puntos y cobertura 100% |
TEMPORIZADOR | De 2 a 10 s |
CONECTIVIDAD | WiFi 802.11b/g/n y Bluetooth 4.1 LE |
FORMATOS DE ARCHIVO | JPEG, RAW (14 bits Canon CRW) y C-RAW (RAW comprimido de Canon) |
TARJETAS DE ALMACENAMIENTO | SD (soporta el formato UHS-II) |
CONECTIVIDAD USB | USB 3.1 Gen 1 (5 Gbps) |
DIMENSIONES | 135,8 x 98,3 x 84,4 mm |
PESO | 660 gramos (incluida batería y tarjeta SD) |
BATERÍA | Ion-litio LP-E6N |
AUTONOMÍA | Hasta 560 disparos (en modo de pantalla ECO) |
AUTONOMÍA (CIPA) | 370 disparos |
PRECIO | 2.600 euros (solo el cuerpo) |
Canon EOR R, review en vídeo
Diseño y ergonomía
Este es un apartado en el que hay que detenerse porque se trata de una cámara diferente a lo visto hasta ahora en Canon, incluso a su gama de sin espejo (APS-C) que hemos conocido hasta el momento.
Se trata de la cámara más personal que han diseñado en Canon hasta el momento
Se aprecia que desde Canon se han afanado en no buscar una evolución, sino empezar desde cero. Diseñar nuevamente una cámara, nuevo sistema, nueva montura y nuevos objetivos. Eso sí, sin perder por ello la esencia de la marca. No obstante, como bien recalcaron en su lanzamiento se trata de la cámara más personal que han diseñado hasta el momento.
Es una cámara de dimensiones contenidas, aunque muy similar a la competencia. Hablamos de la Sony A7 III (y A7R III), con la que hemos podido comparar sensaciones en diseño. Aún así, cabe destacar que posee un excelente agarre y gran comodidad (realmente buena en este aspecto) y la cámara se siente muy sólida en las manos. Sin ser muy pesada, se nota su buena construcción, calidad de los materiales y el cuerpo sellado que ha cumplido bien en situaciones con salpicaduras, polvo, etc. Además, cuenta con un acertado sistema que mantiene el obturador cerrado cuando se cambia de objetivos, protegiendo el sensor y que resulta un acierto.
Por su parte, el resto de controles y botones han sido concebidos desde cero, así que los habituales usuarios de Canon no encontrarán demasiada familiaridad en este sentido, en un primer contacto. Porque, con el uso sí que se notan ciertas sensaciones similares a una 6D o 5D, a pesar de su menor tamaño.
Algunos llaman mucho la atención, como el botón de modos (en el centro de la rueda posterior), que en realidad es algo más que el control de modos, porque nos permite acceder también a otros parámetros. También muy destacable es la pequeña pantalla auxiliar en la parte superior, que cuenta con información útil en todo momento. Permite aumentar el contraste durante unos segundos para mejor visualización en situaciones de mucha luz, aunque echamos en falta que al mantener la cámara apagada no muestre información del porcentaje de batería o capacidad de la tarjeta. Detalle a mejorar.
Necesita un manejo continuado para personalizarla y tenerla bien asimilada si queremos trabajar con soltura y agilidad
El resto de los botones (menos que en otros modelos de Canon debido a un tamaño menor de cuerpo) hace que requiera tiempo para hacerse con el dominio de los controles. No es que no sea intuitiva, pero necesita un manejo continuado para personalizarla y tenerla bien asimilada si queremos trabajar con soltura y agilidad. Para ello, la pantalla táctil se ha vuelto una herramienta más importante, porque es la forma más rápida de acceder a determinados menús y controles.
Nuevo control táctil deslizante
Una novedad muy destacable es el nuevo control táctil de la parte trasera. En vez de incluir un botón tipo joystick como en otros modelos, se ha apostado por un innovador control táctil, que funciona simplemente deslizando el dedo pulgar a izquierda y derecha para manejar alguno de los controles que podemos configurar ahí. En nuestra experiencia, nos ha transmitido sentimientos encontrados.
Por una parte, útil por su posibilidad de personalización (por ejemplo, controlar el ISO tiene mucho sentido aquí), pero por otra, si no lo desconectamos queda demasiada esa sensación de que podemos tocarlo accidentalmente y nos desajuste los valores. Para bloquearlo/desbloquearlo vale con dejar el dedo apoyado durante algo más de un segundo. Por lo que para un manejo rápido no es demasiado apropiado. En conclusión, es una idea innovadora, con mucho potencial de personalización, pero que requiere de mucha práctica para sacarle el máximo partido.
En cuanto al visor, cabe destacar que resulta excelente, y que no debe suponer ningún problema para el usuario que venga de DSLR. Es más, el trabajo es muy bueno por su tamaño, calidad y su experiencia de uso es muy buena. Y la pantalla, su posibilidad de usarla en cualquier posición por ser articulada, su buena resolución, brillo y su capacidad táctil la convierten en esencial para esta cámara, facilitando mucho el manejo.
Experiencia de uso
A la hora de trabajar con la cámara, al margen de su buena comodidad y un tamaño y pesos bien equilibrados, nos encontramos que nos permite, gracias al nuevo procesador DIGIC 8 un rendimiento general notable. Ágil en el enfoque (que comentaremos después) y correcto en velocidad. Aunque tampoco podemos decir que sea muy rápida. Esto ya es algo que comprobamos en la primera toma de contacto y que ahora, al trabajar con más intensidad se aprecia claramente.
Su velocidad de disparo puede ser suficiente para un uso aficionado pero corto si queremos sacar partido exigente en fotografía de deportes o con mucho movimiento
Nos permite alcanzar hasta 8 fotogramas por segundo con el autofocus fijo y su buffer admite hasta 47 disparos en RAW consecutivos. Con el enfoque automático continuo o de seguimiento, la velocidad se nos queda en solo 5 fps y solo a 3 fps si activamos el Dual Pixel. Esto demuestra que la cámara tiene mucho margen de mejora para desempeñarse bien en escenas de acción. Suficiente para un uso aficionado pero corto si queremos sacar partido a la fotografía de deportes o con mucho movimiento.
En diferentes escenarios, demuestra ser una cámara realmente polivalente. Tanto para paisajes, con su peso liviano, como para fotografía de calle, viajes o incluso retratos casuales, se desempeña con holgura. La velocidad de enfoque no es problema y si necesitamos discreción, no olvidemos que estamos ante una cámara sin espejo y que podemos activar el modo silencioso. Porque si no lo usamos, el sonido del obturador a cada disparo es bastante notable, tanto como si disparásemos con una réflex común. Eso sí, el modo silencioso requiere desactivar el sistema Dual Pixel y el de antiparpadeo.
Con el objetivo Canon RF 24-105mm f4 L IS USM, que es el objetivo que encontraremos más habitualmente en un kit, tenemos un equipo equilibrado, de calidad y polivalente, como indicábamos. Se aprecia algo de distorsión excesiva en su máxima focal angular, pero la calidad óptica general es buena. Eso sí, nos han gustado más los resultados con el también novedoso Canon RF 50mm f1.2 L USM, que apreciamos ofrece un punto más de nitidez y calidad general.
Hay que recordar que una de las novedades de esta nueva montura con 12 pines es la posibilidad de añadir controles en el propio objetivo, como es el caso del anillo configurable. Este anillo, situado en la parte más próxima al cristal y más alejada de la bayoneta, tiene un tacto agradable y es muy práctico. Sobre todo porque podemos personalizar el control que queremos manejar ahí. Lo hemos probado con la compensación de la exposición, con sensibilidad ISO… y es fácil e intuitivo de manejar. Aunque con el zoom, se añade cierta dificultad, al disponer de tres anillos que accionar (el propio del zoom, el del enfoque y este anillo configurable).
En cuanto a la autonomía cabe reseñar que permite casi una jornada completa si no abusamos de la pantalla táctil (y mejor si activamos el modo pantalla ECO), o del Dual Pixel (activarlo solo cuando realmente lo necesitemos), pero tampoco posee tanta autonomía como una réflex, así que para los que viajen o realicen sesiones duraderas, recomendamos una segunda batería al menos.
Enfoque
El sistema de autofocus es uno de los puntos fuertes en este modelo
Como ya apreciamos en la toma de contacto, el sistema de autofocus es uno de los puntos fuertes en este modelo. En su presentación se jactaban del hecho de disponer de hasta 5.655 puntos de enfoque automático seleccionables, una cifra descomunal, pero nos parecía más interesante que dispusiera del mejorado sistema Dual Pixel AF, que tan buen resultado hemos visto en modelos anteriores.
En la EOS R viene mejorado y es el gran artífice del buen rendimiento que ofrece el sistema de autoenfoque automático. Recordemos que este sistema cubre casi el 90 por ciento del área horizontal del sensor y el 100 por ciento del área vertical, aunque depende del objetivo que estemos usando. No obstante, con los nuevos objetivos lanzados y otros a través del adaptador, la cobertura seguirá siendo excelente en una cámara con un sensor full frame.
En la práctica, hemos encontrado un buen trabajo en diferentes tipo de escenas, incluso en las de acción con el enfoque de seguimiento. No nos parece el más veloz, pero no se queda muy atrás. Donde sí se aprecia que está en un escalón muy alto es cuando disponemos de poca luz en la escena. Ahí es donde otros sistemas empiezan a bajar su rendimiento y velocidad, pero esta Canon EOS R sobresale. Es realmente efectivo, tanto en interiores como en exteriores cuando hay muy poca luz, con un porcentaje de acierto muy elevado y siendo de gran efectividad.
Además, cabe reseñar que el manejo del enfoque manual es también muy destacable. Lo han cuidado mucho y las opciones de asistencia en el enfoque son excelentes. Encontramos muy buena la opción de resaltar claramente la zona en foco, tanto en el visor como en la pantalla trasera, además de la posibilidad de hacer zoom en la zona que queremos precisar el enfoque. Esto, utilizando un objetivo como el 5 mm f1.2 en su máxima abertura es una delicia, porque nos permite ser muy precisos cuando se juega con tan escasa profundidad de campo.
Algunos aspectos mejorables en cuanto al enfoque los encontramos tanto en el sistema de AF a través de la pantalla trasera, que una vez activado y usando el visor podemos mover con el dedo el punto de enfoque. No resulta muy natural, pero ante la ausencia de un joystick o control específico es la única posibilidad. Cuesta acostumbrarse y no resulta cómodo.
Otro detalle es que el AF continuo (Servo) no permite más de 5 fotogramas por segundo (con el Dual Pixel desactivado). Suficiente para casi cualquier tipo de escenas, pero claramente no está concebido para sacar todo el partido a escenas de acción o deportes. En cuanto al sistema de detección de rostros y enfoque automático en el ojo, funciona correctamente pero está limitado solo al enfoque sencillo, de captura única, no funciona en seguimiento. Esto para retratos estáticos y controlados va bien, pero no siempre es así, y se podría disponer de esta opción que potenciaría la polivalencia de la cámara.
Calidad de imagen
El sensor de la Canon EOS R cuenta con 30 megapíxeles y es bastante parecido al que monta la 5D Mark IV que ya vimos. De hecho en cuanto a calidad es similar, por lo que no hemos encontrado grandes sorpresas. Es un sensor que rinde muy bien en rango dinámico, reproducción de color y calidad general. Por encontrar un detalle minucioso, nos gustaría que no tuviera el filtro de paso bajo, para lograr un punto de nitidez mayor.
En cuanto al rendimiento en altas sensibilidades, recordemos que es capaz de alcanzar hasta un valor de 40.000 ISO y hasta 102.400 de forma expandida. En general, la calidad con alta sensibilidad es buena, aunque nos encontramos con que hasta 12.800 ISO es aceptable, y si nos ponemos exigentes, a 6.400 ISO su resultado es bueno, con correcto control de la señal de ruido. Subir más es posible, así que para determinadas escenas donde lo necesitemos podemos aumentarlo y conseguir la escena aunque perdamos ese punto de nitidez y calidad general.
En su favor hay que decir, que en el revelado de los archivos RAW (realizados para este análisis con Digital Photo Professional 4, de Canon) permite buena capacidad de reducir esa señal de ruido, y, como es de esperar, una gran flexibilidad para levantar sombras profundas y recuperar altas luces. Veremos cuando esté disponible su revelado en Adobe Camera RAW y Lightroom, pero intuimos que irá por la misma línea, algo similar a la 5D Mark IV.
La reproducción de color nos ha parecido muy correcta, en la línea habitual de Canon, sin abusar de la saturación (especialmente en los JPEG que son estupendos). Aunque eso sí, el balance de blancos automático es mejorable. En escenas complicadas, como de noche en la calle, no siempre consigue ajustar bien los tonos, con gran tendencia a amarillear en exceso, lo que nos obliga a la consiguiente corrección en el revelado o postprocesado.
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Canon EOS R, la opinión y nota de Xataka
Canon ha aportado innovación con una nueva cámara que resulta muy competitiva y polivalente
Canon ha hecho un buen trabajo con la EOS R. Se nota que la experiencia hasta ahora con cámaras sin espejo ha sabido llevarles hacia un punto de inflexión. Han apostado por algo realmente nuevo, concebido desde cero y aportando innovación con una cámara muy competitiva en todos los aspectos. Especialmente en el sector de las cámaras sin espejo y más concretamente en las que tienen sensor full frame, que este año se ha potenciado desde la competencia (afianzamiento de Sony con la A7 III, el desembarco de Nikon con la Z7 y Z6, además del anuncio ya conocido de Panasonic o Zeiss que veremos más adelante).
Como hemos comprobado, la cámara ofrece muy buena calidad general, con aspectos muy destacados y pocas pegas. Llega con hasta cuatro nuevos objetivos y esa será una clave para ver su expansión en el futuro. Más objetivos harán que esta nueva montura sea más atractiva para más usuarios. Ahora es una tentación, porque es una cámara más pequeña y ligera que las réflex más potentes de la marca, que además con los nuevos adaptadores permite sacar mucho partido al amplio catálogo de ópticas de Canon y, no lo obviemos, es una novedad muy atractiva dentro de lo que ofrece habitualmente este fabricante.
Pero encontramos que el precio (recordemos: 2.600 euros el cuerpo y 3.650 euros para el kit con el RF 24-105 mm f4) seguramente va a alejar a potenciales compradores. Es una inversión alta y más para una cámara (y montura) recién nacida que necesita abrirse hueco. Seguro que muchos esperarán a ver cómo evoluciona el sistema, algún próximo modelo, más objetivos… pero claramente vemos que los usuarios de Canon pueden ser los que más se sientan atraídos por poder aprovechar sus objetivos.
La EOS R es una cámara muy apropiada para fotografía de viajes, para los que gustan de capturar tanto paisajes como arquitectura, que quieren una cámara ligera pero muy completa, con la seguridad de está sellada y es segura, con buenas opciones de vídeo, con conectividad... así como si gustan de tomar retratos porque se desenvuelve bien enfocando gracias a su sistema Dual Pixel. Resulta algo más débil en fotografía de naturaleza salvaje, acción o deportes tanto por falta de velocidad como por falta de ópticas específicas y apropiadas, pero no está dirigida a profesionales de estos géneros, y sí más a entusiastas, aficionados exigentes y profesionales que busquen un segundo cuerpo. Sobre todo como inversión de futuro, porque parece que Canon seguirá ampliando este nuevo camino que acaba de iniciar con buen pie en las cámaras sin espejo de sensor full frame.
9.2
A favor
- Comodidad y buena construcción
- Estupendo sistema de autoenfoque gracias al Dual Pixel
- Excelente calidad de las ópticas
- Calidad de imagen general y reproducción de color (con un gran resultado en los JPEG)
En contra
- Ausencia de estabilizador integrado en el cuerpo
- Balance de blancos mejorable
- Precio elevado
- La velocidad de disparo en ráfaga es algo limitada para fotografía de acción y deportes
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El equipo ha sido cedido para la prueba por parte de Canon España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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