Con la llegada de las pantallas táctiles y la posterior reducción de marcos, el escaparate móvil se ha ido homogeneizando en lo que a diseño se refiere. La importancia de la pantalla hace que, salvo pequeñas variaciones, cuando están apagados todos los móviles sean rectángulos negros. Al mismo tiempo, el mismo protagonismo de las pantallas está dando lugar a nuevos conceptos que revolucionan esos diseños tan aburridos tradicionales. Lo hemos visto con los plegables y ahora también con el arriesgado concepto que LG nos mostró con el LG Wing.
Cerrado, el LG Wing también es un rectángulo negro, pero basta con darle un empujoncito a la pantalla para que ésta gire 90º y deje al descubierto otro pequeño panel. La forma se asemeja a una especie de cruz, con una pantalla horizontal arriba y una cuadrada justo debajo. No hay duda de que es un diseño nunca visto en el sector móvil, tanto, que genera muchas dudas sobre su utilidad práctica. Vamos a intentar responder a estas dudas en un análisis a fondo, pero no es un análisis cualquiera ya que vamos a contar con tres puntos de vista distintos. Acompáñanos en esta review a seis manos del LG Wing.
Ficha técnica del LG Wing
LG Wing |
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Pantallas |
Principal: 6,8" 20.5:9 FHD+ P-OLED FullVision (2.460 x 1.080 px / 395 ppp) |
Procesador |
Qualcomm Snapdragon 765G |
RAM |
8 GB |
Almacenamiento |
128/256 GB (hasta 2 TB con microSD) |
Batería |
4.000 mAh + carga inalámbrica |
Sistema operativo |
Android 10 + LG UX |
Conectividad |
Wi-Fi 802.11 a, b, g, n, ac / Bluetooth 5.1 / NFC / USB tipo-C (USB 3.1 Gen 1 Compatible) |
Dimensiones y peso |
169,5 x 74.5 x 10,9 mm |
Cámaras traseras |
64MP OIS (f/1.8 / 78°/ 0,8 µm) |
Cámara frontal |
32 MP (f/1.9 / 79,6° / 0,8 µm) |
Otros |
Gimbal Motion, cámara frontal pop-up, lector en pantalla, IP54, Quick Charge™ 4.0+,MIL-STD 810G |
Precio |
LG Wing 5G 8 GB + 128 GB Aurora Gray
Una review desde tres puntos de vista
Un smartphone tan distinto como el LG Wing se merecía una review también diferente. Emulando lo que hicimos hace cosa de un año con el Samsung Galaxy Fold y el Huawei Mate 30 Pro, en la review del LG Wing han participado tres miembros del equipo de Xataka, pero además tres personas con puntos de vista y tipos de uso distintos.
Mario Arroyo, editor de vídeo en XatakaTV: usuario multimedia. El LG Wing tiene una clara vocación de centro multimedia y este es el principal uso que Mario le da a su móvil. En el análisis se ha centrado sobre todo en como es el consumo de contenido multimedia en el LG Wing y su pantalla giratoria, pero también en la creación de vídeos con su cámara triple y el modo gimbal.
Jose García, editor en Xataka: usuario 'gaming'. Lo de Jose son los videojuegos y, además de en el ordenador, también está enganchado a unos cuantos títulos en el móvil. En el análisis se centra especialmente en como es la experiencia de juego así como ver cuántos juegos están adaptados a esta atípica doble pantalla.
Amparo Babiloni, directora de Xataka Android y Móvil: usuaria técnica. El último punto de vista corre a cargo de servidora, y en él daré un uso variado al terminal, pero desde un punto de vista más técnico. En este apartado haremos la review completa, pero sobre todo haciendo hincapié en los apartados clave del LG Wing: diseño, pantallas y software.
El LG Wing como centro multimedia
El LG Wing es un teléfono con un diseño muy arriesgado que apuesta por la doble pantalla en un formato que hasta ahora no habíamos visto. Las posibilidades de uso se multiplican y los procesos de multitarea serán el principal argumento de su compra.
Como hemos anticipado, he estado utilizando el teléfono como un centro multimedia, centrándome principalmente en el entretenimiento audiovisual, tanto para consumir contenido, como también para crearlo gracias a su módulo de triple cámara y a su nuevo modo gimbal.
A la hora de utilizar el LG Wing como centro multimedia, un detalle importante que hay que conocer, es que podemos utilizarlo con la orientación que queramos ya que la interfaz se adapta según como cojamos el teléfono. Así podemos tener la pantalla principal, de 6,8 pulgadas, arriba o abajo y la pequeña al lado contrario. O también, si preferimos tener el móvil en vertical, podremos elegir entre tener la pantalla principal a la izquierda o la derecha.
Estos dos paneles funcionan de forma independiente uno del otro, aunque hay aplicaciones como las de mensajería, la galería, o la reproducción de contenido multimedia se adapta a este formato doble, ofreciendo el contenido principal en la pantalla más grande, quedando reservada la pequeña para el panel de control de la reproducción, el brillo y el volumen. Sin embargo, otras apps que considero esenciales para la reproducción multimedia como Netflix o Prime vídeo no están optimizadas. Sin duda, es algo que he echado de menos y que espero que llegue en futuras actualizaciones.
El uso más práctico del LG Wing como centro multimedia es reproducir una serie, una película o un vídeo en la pantalla principal, y tener en la pequeña alguna aplicación de mensajería abierta, para poder hablar con mis contactos al mismo tiempo que disfruto del contenido que yo quiera. También he aprovechado este pequeño panel para tener el navegador abierto, y consultar alguna información mientras se reproduce un vídeo en la pantalla principal. Por cierto, comentar que durante mis pruebas no he tenido problemas con el rendimiento y el LG Wing ha ejecutado las tareas sin ningún contratiempo.
Sobre la calidad de imagen, el LG Wing cuenta con dos paneles OLED, y sin duda alguna donde más disfrutaremos del contenido será en la pantalla principal de 6,8 pulgadas. A nivel de definición, nitidez y contraste, este panel desempeña un buen trabajo, ofreciendo unas imágenes de buena calidad, permitiéndonos disfrutar de nuestro contenido favorito sin ningún problema.
Ahora bien, hay un apartado clave que se debe tener en cuenta si queremos utilizar este dispositivo para consumir contenido multimedia: la comodidad. El LG Wing es un teléfono más aparatoso de lo habitual, alcanzando los 10,9 mm de grosor, un peso de 260 gramos y un tamaño bastante grande. Esto hace que su agarre no resulte especialmente cómodo, ni con el formato tradicional, ni cuando tenemos las dos pantallas activas, sobre todo si estamos sujetándolo en las manos durante toda la reproducción del contenido.
La utilidad de este formato puede ser cuestionada: ¿de verdad merece la pena ejecutar otra aplicación mientras estamos reproduciendo contenido en nuestro teléfono? Esta es una cuestión muy personal, y depende de cada usuario. En mi opinión, creo que el hecho de que exista esta posibilidad, ya es algo atractivo para mí. Normalmente, cuando veo una película o una serie, me gusta estar concentrado en el contenido. Pero de forma puntual, el formato que propone LG con su nuevo teléfono, puede permitirme seguir utilizando el teléfono para otros usos sin necesidad de detener la reproducción multimedia. No es algo que vaya a utilizar todos los días, pero saber que cuento con ello me parece interesante.
Si hablamos de la creación de contenido multimedia, este formato de dos pantallas se consigue aprovechar a la hora de grabar vídeo, sobre todo con la inclusión del “modo Gimbal”, una novedad que LG ha incluido dentro de la captura de vídeo, para emular un estabilizador que se puede controlar a través de la pantalla secundaria.
Bajo mi punto de vista, esta nueva función consigue hacer un buen trabajo a la hora de corregir las trepidaciones del movimiento, dando como resultado unas tomas bien estabilizadas. A cambio, la captura de vídeo en este modo, se limita a la resolución Full HD o HD, y la calidad deja que desear, obteniendo imágenes con más ruido y distorsión de la que me gustaría.
Desde la pantalla pequeña y a través de la aplicación nativa de cámara, contamos con varios modos que nos permiten modificar la configuración del modo Gimbal. Nos encontramos así con el modo ‘Pan Follow’ o de seguimiento panorámico, que bloquea, por así decirlo, el movimiento vertical que podamos hacer con el teléfono para ofrecer una toma estable en el plano horizontal. También podemos utilizar el modo ‘PFV’ o vista en primera persona, que focaliza toda la atención en el sujeto al que estamos grabando, aunque se encuentre en movimiento. A continuación adjuntamos un clip donde se ve el efecto del modo Gimbal:
Tras probarlo, creo que si el LG Wing fuese mi teléfono personal no utilizaría el modo Gimbal muy a menudo, quedando reservado para alguna ocasión puntual. A nivel de estabilización de imagen este modo consigue hacer un buen trabajo, pero si utilizase el teléfono para grabar vídeo, pienso que lo seguiría haciendo de la forma tradicional, y no le sacaría todo el partido. La doble pantalla de este LG Wing no se aprovecha a la hora de crear contenido multimedia, a pesar de las buenas intenciones de la compañía.
Donde quizá si se pueda aprovechar más este nuevo formato es a la hora de editar vídeo. La propia aplicación de galería de LG nos ofrece la posibilidad de recortar y modificar algunos valores de los vídeos que hemos capturado, y aquí si se saca más partido de esta doble pantalla. Podemos utilizar la pantalla pequeña para editar el vídeo, y la grande queda reservada para ir viendo los cambios que estamos realizando a tiempo real.
En conclusión, el LG Wing enriquece la experiencia multimedia poniendo foco en la multitarea y con nuevos modos de grabación. Sin embargo, genera dudas porque se trata de funciones muy específicas que no suponen una revolución, y a cambio hacemos sacrificios como la comodidad.
El LG Wing como dispositivo gaming
Decía mi compañero Mario que el dispositivo sacrifica comodidad para añadir funciones adicionales. Debo decir que estoy completamente de acuerdo con esta afirmación, en tanto que mi experiencia jugando ha sido, por decirlo de alguna forma, mixta. Resumiendo en pocas palabras: la pantalla giratoria tiene potencial, pero no está lo suficientemente bien explotada.
Vayamos por partes. Para jugar durante mucho rato me parece un móvil demasiado pesado. O sea, son 260 gramos y se notan cuando hacemos una sesión de gaming larga. No obstante, se agradece tener una pantalla tan grande desde la que pegar tiros o reventar monstruos a espadazos. Una de cal y una de arena, que se suele decir.
El rendimiento es el esperado. Al fin y al cabo, el dispositivo monta un procesador Snapdragon 765G que es más que capaz de mover cualquier juego en una buena resolución. Precisamente por eso, porque es un dispositivo capaz, se echa en falta una pantalla de 90 Hz. Es de esas cosas que se notan bastante a la hora de jugar y una pena que no lo tengamos en este terminal. Y aprovecho que hablo del procesador para decir que no he notado un calentamiento más excesivo de la cuenta.
Pero vayamos al grano: jugar con esta pantalla giratoria. Lo primero de todo es que sólo hemos encontrado un juego adaptado y es 'Asphalt 9', que nos permite ver el mapa del circuito en la pantalla secundaria y el juego en la principal. No está mal, pero partimos de la base de que es un juego que tiene conducción automática, por lo que el coche va solo y nosotros sólo giramos. Es una implementación un poco... escasa.
Ninguno de los otros juegos que hemos probado, como 'Call of Duty: Mobile', 'Among Us', 'Brawl Stars' y 'Genshin Impact' están adaptados a esta peculiar pantalla. Por ello, y por una cuestión de ergonomía, no merece la pena tener la pantalla secundaria abierta (aunque ahora volveremos a esto). Si vas a jugar a 'Call of Duty: Mobile', por ejemplo, mejor con la pantalla cerrada.
¿Por qué? Porque la pantalla principal, la grande, es muy fina. Cuando jugamos con el móvil lo más normal es que sujetemos la pantalla por los lados, usemos el dedo meñique de ambas manos para apoyar el móvil y apoyemos el resto de dedos en la parte trasera para tener más estabilidad. Esto con el LG Wing no pasa.
Cuando la tenemos abierta y jugamos con la pantalla principal en horizontal y la pantalla secundaria arriba, el borde de la pantalla se nos clava en los dedos meñiques. Es demasiado fina y molesta. Tampoco podemos apoyar los dedos bien en la parte trasera ya que el módulo inferior, donde están todos los componentes, digamos el chasis del móvil, es demasiado grueso y se queda demasiado alto con respecto a la parte trasera de la pantalla principal. O no apoyas los dedos o los apoyas y llenas la cámara de huellas, tú eliges.
¿Resultado? No sujetamos el teléfono de forma estable y es complicado jugar a juegos frenéticos como 'Call of Duty: Mobile', 'PUBG' y compañía. Además, me da la sensación de que al jugar así se pierde gran parte de la vibración. Mi teoría es que el motor de vibración está en el chasis principal, por lo que si abrimos la pantalla nos perdemos gran parte del impacto. Tampoco es que tenga una vibración demasiado buena cuando jugamos con la pantalla cerrada, todo sea dicho.
Algo que me ha llamado la atención es que si jugamos con la pantalla secundaria abierta podemos abrir un panel de juegos con funciones interesantes, como activar o desactivar el banner de notificaciones, buscar algo en YouTube (una guía o un tutorial, por ejemplo) o sacar una captura de pantalla rápidamente. Eso sí es útil, pero mi experiencia como jugador es que estas funciones tienden a pasar desapercibidas a la larga.
En definitiva, es un dispositivo curioso, pero que no está bien aprovechado. Es una lástima que aprovechar la pantalla dependa de la pericia de cada usuario y de su curiosidad. ¿Cómo se puede aprovechar esta pantalla? Algunos ejemplos interesantes son jugar a 'Genshin Impact' mientras sigues una guía online, jugar a 'Pokémon GO' mientras hablas por WhatsApp por la calle o sigues unas indicaciones, jugar al 'Among Us' con amigos y con Discord abierto, etc.
Yo no soy muy partidario de hacer varias cosas mientras jugamos porque, al menos para mí, jugar supone un ejercicio de concentración. Sí agradecería, por ejemplo, tener el mapa de 'Call of Duty: Mobile' o 'Fortnite' en la pantalla secundaria, mi "build" en 'Mobile Legends: Bang Bang' o el pokeradar de 'Pokémon GO', pero claro, eso depende de cada desarrollador y habrá que ver si finalmente llegan estas cosas o si se queda en un concepto.
El LG Wing desde el punto de vista técnico: análisis a fondo
Reconozco que, como reviewer, el LG Wing es una gozada. Cada móvil tiene sus particularidades, pero este es una particularidad en sí mismo. La forma de abordar un análisis así es totalmente distinta a la habitual y eso resulta muy refrescante cuando llevas analizados tantos dispositivos tan parecidos. Pero el LG Wing no es un concepto de los que se enseñan en las ferias y que nunca llegan al mercado. El LG Wing ha llegado al mercado y LG quiere venderlo, por lo que la review tiene que responder a la pregunta clave: ¿Es un dispositivo recomendable?
La sensación al sacarlo de la caja fue de desconcierto total, un sentimiento que ya os adelanto sigue conmigo, aunque no con tanta intensidad como en ese primer contacto. En los plegables la intención está clara: poder reducir el tamaño total del dispositivo en su transporte sin renunciar a una pantalla más grande. Con el LG Wing la cosa se complica. Tenemos una pantalla de tamaño "normal" que gira 90º y deja al descubierto una pequeña pantalla cuadrada. No son paneles extensibles, sino independientes, y además forman una especie de cruz. ¿Esto qué es? Veamos lo que dice LG en su página oficial:
"Un factor de forma que ningún otro terminal te ofrece. Su innovador diseño te permitirá hacer un uso convencional de tu smartphone o disfrutar de varios contenidos a la vez gracias a la segunda pantalla, para disfrutar de las aplicaciones tanto horizontal como verticalmente."
La multitarea es la principal ventaja de tener dos pantallas y, tras probar el LG Wing, a día de hoy sin duda es su punto fuerte. Podemos ver Netflix en la pantalla grande, en horizontal, mientras en la parte inferior chateamos con un amigo por WhatsApp, navegar por una página web arriba y tomar notas abajo o consultar Google Maps mientras tenemos Spotify en la pantalla secundaria. En resumen, como la doble pantalla de toda la vida pero con un formato nunca visto.
La otra posibilidad que nos ofrece son las apps extendidas, es decir, aplicaciones que se adaptan a este formato como la Galería, que nos permite ver un vídeo grabado con el LG Wing arriba, mientras que en la pantalla pequeña tenemos el control de reproducción y la interfaz de edición. Esta característica es más interesante, pero como ya hemos visto (y detallaremos más a fondo en el apartado de software), desgraciadamente el LG Wing nos llega con muy pocas aplicaciones adaptadas que saquen provecho de su formato.
Cuando está cerrado, el LG Wing luce y se maneja como un móvil normal; algo más grueso y pesado que la media, pero normal al fin y al cabo.
Cuando está cerrado, el LG Wing luce y se maneja como un móvil normal; algo más grueso y pesado que la media, pero normal al fin y al cabo. Tiene un diseño elegante con una trasera reflectante, módulo de cámara rectangular y un frontal en el que la pantalla es protagonista absoluta gracias a que la cámara delantera está oculta por un sistema pop-up.
Si lo abrimos es cuando empieza la fiesta. El móvil llama la atención y no han sido pocas las personas que se han quedado mirándolo, algunas hasta me han preguntado por él, la mayoría con un curioso ¿y esto para qué sirve? El agarre es bastante cómodo en el modo abierto (o, como me gusta llamarlo, el modo crucifijo), aunque cuando empezamos a darle uso nos vamos encontrando con inconvenientes como que el peso queda un poco desequilibrado o el mal acceso a las teclas de volumen laterales. Pero no adelantemos más acontecimientos. Vamos con el análisis.
Diseño y manejo: un giro inesperado
Como ya hemos adelantado, cuando el LG Wing está cerrado parece un móvil de los de siempre. Tenemos un frontal muy bien aprovechado; los marcos superior e inferior son ligeramente más anchos y no hay rastro de cámara frontal ya que se oculta en un sistema pop-up. La pantalla está ligeramente curvada en los laterales, pero no llega a ser una curva excesiva que nos resulte molesta en el día a día.
La trasera también está ligeramente curvada y eso hace que el agarre sea bastante cómodo ya que no hay ninguna arista. Eso sí, el LG Wing es bastante grueso (10,9 milímetros) y sobre todo pesado, situándose en nada menos que 260 gramos. Con casi 17 centímetros de alto y 7,5 de ancho, el tamaño tampoco ayuda a hacer de él un dispositivo manejable que digamos.
Pasamos a la trasera y aquí vemos el LG Wing apuesta por el cristal en toda la superficie, incluyendo el módulo de cámara. El diseño de la trasera es muy elegante (siempre que consigas mantenerlo limpio). Sobre el módulo de cámara, lo de ser del mismo material hace que se vea más integrado, aunque sigue sobresaliendo. No es mucho, pero sí lo justo para que el móvil se quede torcido cuando lo ponemos en la mesa. En la caja viene una funda que soluciona este problema y el de las huellas, pero a cambio incrementa todavía más el grosor así que tampoco es la panacea.
Toda esta apariencia sobria se va al garete cuando empujamos la pantalla y, con un giro de 90º, pasa a colocarse en posición horizontal, descubriendo una pantalla casi cuadrada en la porción inferior del terminal. El mecanismo de giro se siente robusto, pero es lo suficientemente suave como para que podamos abrirlo con una mano; la derecha, eso sí, porque solo gira hacia la izquierda. Si eres zurdo lo vas a tener complicado porque al intentar abrirlo con la izquierda, la pantalla choca contra la palma.
Al abrirlo, no es necesario acompañar el movimiento completo como sucede en los plegables. Aquí basta con empujar un poco la pantalla para que, superado el primer tramo, el giro se realice de forma casi automática. Al cerrarlo sí vamos a tener que acompañarlo casi hasta el final para que quede cerrado completamente ya que tiene un efecto "muelle" que puede hacer que nos quedemos a medias o que incluso vuelva a abrirse.
Una vez abierto, podemos tener varios agarres. El más común es el que ves sobre estas líneas: con el móvil en vertical, la pantalla grande queda en la parte superior a modo de cruz. Este va a ser el agarre que usemos en tareas que incluyan consumir vídeos en horizontal o al grabar vídeos en modo gimbal.
El agarre en este modo es el más cómodo de todos ya que seguimos sujetándolo casi igual que cuando está cerrado, incluso podemos usar una app de mensajería en la pantalla pequeña y teclear con fluidez. Sin embargo, tiene algunas pegas como que el peso se va a la parte superior y se siente un poco desequilibrado. No supone un problema grave ya que la pantalla que gira apenas es una lámina de tres milímetros, por lo que no pesa en exceso, pero si no lo sujetamos bien de la parte inferior a veces da la sensación de que se nos puede volcar.
Pero la mayor pega de este modo "cruz" es que los botones físicos de volumen y encendido quedan escondidos bajo la pantalla giratoria. Es posible ajustar el volumen o hacer capturas de pantalla bajando el desplegable de ajustes rápidos, pero resulta más incómodo que pulsar un botón.
Otra opción es girar el móvil 90º y usar la pantalla grande en vertical, dejando la pantalla pequeña en uno de los dos laterales. Este agarre es menos común (yo no lo he usado más que para probar), pero puede tener sentido si el contenido principal que estemos consultando es vertical, como por ejemplo stories de Instagram o el feed de Twitter. En la pantalla pequeña podemos tener cualquier otra app como Spotify, un vídeo o la app de notas.
Si lo sujetamos como se ve en la foto, es bastante cómodo porque estamos cogiendo la parte trasera, que es la más gruesa y nos da un mejor agarre, pero si lo queremos sujetar cogiendo la pantalla grande veremos que su delgadez es una desventaja porque se nos clava y no nos da un buen 'grip'. Ah, olvídate de usar apps de mensajería en este modo porque es incomodísimo.
Por último tenemos el agarre invertido. Esta opción es la menos habitual de todas, aunque veremos que en algún juego como Asphalt 9 tenemos la opción de usar la pantalla secundaria para ver más contenido, por lo que toca jugar en esta posición. Como ya he dicho antes, la pantalla giratoria apenas mide unos 3 milímetros de grosor y sujetar el móvil de esta forma no resulta nada agradable porque esa lámina se nos clava bastante.
Con respecto a la biometría, LG solamente incluye un lector de huellas integrado en la pantalla principal. Es bastante rápido y el área de desbloqueo es amplia como para que no haya errores por colocar mal el dedo, lo malo es que con las pantallas desplegadas es muy incómodo y nos obliga a desbloquear antes de abrir el móvil porque no, no tenemos reconocimiento facial.
Pantallas: OLED por partida doble
LG apuesta por la tecnología OLED en ambos paneles, aunque en el caso de la pantalla principal tenemos un P-OLED (Plastic OLED) y en la secundaria una G-OLED (Glass OLED). También cambia la resolución y, por supuesto el formato, con un panel alargado de 6,8 pulgadas y 20,5:9 y uno casi cuadrado de 3,9 pulgadas y 1,15:1.
Las dos pantallas están bastante cerca en puntos clave como calibración, contraste, brillo máximo e incluso densidad, sin que haya una diferencia de calidad notable entre ambas. Se agradece ya que así tenemos una experiencia más consistente entre pantallas, aunque la pantalla grande se lleva todo el protagonismo y será la que más usemos como es obvio. Lo que más las diferencia es el formato. La pantalla pequeña es casi cuadrada (no del todo) y eso hace que no podamos ver cualquier app en ella, o no correctamente.
Muy bien el nivel de brillo máximo, pero si se nos queda corto además cuenta con una opción llamada 'Extra brillo' (hay que activarla en Ajustes) que eleva todavía más el pico máximo y facilita la lectura en exteriores. Sobre la calibración del color, no tenemos grandes opciones de edición pero el modo Natural es el que da un resultado más neutro. También satisface la respuesta táctil de ambas pantallas, aunque no habría estado de más tener 90Hz al menos en la principal.
Ya que hablamos de experiencia visual, antes de cerrar este apartado comentamos brevemente la experiencia sonora con LG Wing. El sonido no es nada del otro mundo y está en la línea de otros dispositivos de gama media. Cuando el volumen es más alto de la cuenta tiende a saturarse, pero es más que suficiente para jugar, ver películas o escuchar música en manos libres.
Un inconveniente que comparte con otros tantísimos smartphones es que el altavoz está en la zona inferior, por lo que es habitual taparlo cuando sujetamos el móvil en horizontal. En ese sentido, cabe destacar que no tiene jack de auriculares, si bien LG incluye un adaptador en la caja.
Rendimiento y autonomía: en la zona gris
El procesador elegido para el LG Wing es sin duda uno de los puntos que llaman la atención de su hoja técnica. El Snapdragon 765G es un chip enfocado a la gama media-alta, y para un terminal como este, cuyo precio que supera los 1.000 euros, tener un procesador de gama media es sin duda un punto en contra.
Con todo, el Snapdragon 765G está dando muy buenos resultados y el LG Wing no iba a ser menos. El procesador se desenvuelve sin problemas con las tareas del día a día y los 8 GB de RAM son un buen colchón para manejarnos con varios procesos abiertos, un punto clave del LG Wing. También mueve juegos de gran carga gráfica sin inmutarse. Aquí la temperatura se eleva un poco si pasamos mucho rato jugando, aunque nada alarmante.
Como contrapunto, en momentos puntuales hemos echado en falta un plus de fluidez. Por ejemplo al abrir las pantallas o girar el terminal, a veces hay tirones en la animación que adapta el contenido a la nueva orientación, aunque aquí podría tener culpa el propio software. Como siempre, os dejamos con las pruebas benchmark.
LG WING | VIVO X51 5G | REALME 7 PRO | LG VELVET | ONEPLUS NORD | |
---|---|---|---|---|---|
PROCESADOR | Snapdragon 765G | Snapdragon 765G | Snapdragon 720G | Snapdragon 765G | Snapdragon 765G |
RAM | 8 GB | 8 GB | 8 GB | 6 GB | 6 GB |
GEEKBENCH 5 | 606 / 1.827 | 635 / 1.983 | 572 / 1.699 | 593 / 1.742 | 554 / 1.832 |
3D MARK SLINGSHOT | 4.588 | 4.500 | 3.549 | 2.030 | 4.309 |
PC MARK WORK 2.0 | 7.988 | 8.773 | 10.058 | 10.541 | 9.194 |
En el lado de la autonomía, el LG Wing nos deja un poco fríos. Tiene una batería de 4.000 mAh, una cifra que en un dispositivo "normal" podría darnos una autonomía bastante holgada, pero la doble pantalla tiene un precio y hace que la capacidad se quede algo justa.
En nuestras pruebas hemos obtenido unas 15 horas de uso total con poco más de 4 horas de pantalla. Es cierto que hemos usado mucho la doble pantalla y funciones como el modo Gimbal consumen bastante, pero siguen siendo cifras muy justas.
Software: demasiado camino por recorrer
El software es la clave para aprovechar los nuevos formatos, tanto si es un dispositivo plegable o, como este, giratorio. ¿Qué podemos hacer con el LG Wing? Muchísimas cosas, cómo de útiles sean y hasta qué punto justifiquen este arriesgado diseño es lo que tendrá que decidir el potencial comprador. Veamos qué nos ofrece la pantalla giratoria en lo que a software se refiere.
Si no abrimos el móvil, la interfaz LG UI tiene la apariencia habitual. Es una capa que se aleja de Android stock (no radicalmente) y tiene un diseño muy cuidado con múltiples opciones de personalización. Al abrirlo, el launcher se adapta al nuevo formato y nos muestra una especie de carrusel con aplicaciones recomendadas arriba, aunque podemos acceder a todas las apps deslizando hacia arriba. En la parte de abajo también podemos acceder a las apps, aunque aquí a través de iconos normales. En esta pantalla podemos editar los iconos que se muestran, los efectos de cambio de pantalla o lo que se abrirá al hacer el gesto hacia abajo (a elegir entre notificaciones/ajustes rápidos, búsqueda integrada o nada).
La transición entre ambos modos es bastante rápida y si vamos girando el móvil, el contenido de ambas pantallas se adapta a la orientación que queramos. Sin embargo, como decíamos antes, en momentos puntuales hay pequeños tirones en las animaciones.
Hay aplicaciones adaptadas a la doble pantalla giratoria como por ejemplo la Galería. Aquí LG nos da varias opciones como tener los controles de reproducción mientras vemos un vídeo, abrir la interfaz de edición o ver fotos en grande arriba mientras tenemos el carrete abajo. No son usos revolucionarios, pero viene bien para quitar elementos de la pantalla principal y que nos podamos centrar en la foto el vídeo en cuestión.
Como ya hemos visto, el uso clave de la doble pantalla es el 'modo gimbal'. En esta modalidad tenemos los controles de la cámara en la pantalla pequeña, incluyendo el joystick para ir haciendo paneos. Es sin duda la opción más novedosa de las que nos ofrece este software, aunque como veremos todavía tiene puntos que mejorar.
También hay algunas aplicaciones de terceros que aprovechan la doble pantalla como YouTube. De una forma similar a lo que hace Galería, podemos ver el vídeo arriba y tener los controles de volumen y brillo en la pantalla pequeña. Es una aplicación simple pero relativamente útil y que ayuda a que el vídeo esté más despejado. Sin embargo, echamos en falta tener algo similar en otras apps como Netflix o Amazon Prime Video.
En juegos acabaremos rápido porque, como ya ha comentado Jose, de momento el único título adaptado es Asphalt 9 (y no es una adaptación muy ambiciosa que digamos). En el resto de juegos podremos tener el panel de herramientas de juego desde donde silenciar alertas, ajustar gráficos o hacer una captura entra otras.
Otra opción que tenemos disponible es que el teclado de LG se puede lanzar a la pantalla pequeña, de forma que, por ejemplo, tengamos el chat de Telegram arriba en grande y el teclado abajo. Es bastante cómodo para escribir, lo malo es que solamente funciona con el teclado de LG y, al menos a mí, no me termina de convencer. He tenido muchos más errores escribiendo y el corrector muchas veces no nos sugiere la palabra que queremos escribir. Todo es cuestión de acostumbrarse pero sería ideal que se pudiera aprovechar del mismo modo con otros teclados como Swiftkey o Gboard.
En lo que se refiere a aplicaciones adaptadas específicamente para el LG Wing, esto es todo lo que tenemos actualmente. Lo demás que podemos hacer es básicamente multitarea, o lo que es lo mismo: abrir dos apps al mismo tiempo. Es lo mismo que haríamos en el modo de pantalla dividida de cualquier móvil, pero en lugar de tener una app al lado de la otra, éstas forman una especie de T.
Podemos seguir una ruta en Maps y escuchar Spotify. Navegar por Internet y tomar notas. Ver Netflix y chatear con un amigo. Disfrutar de un juego y estar pendiente del feed de Twitter... Las posibilidades son tantas como apps tengamos instaladas en el LG Wing, aunque no todo vale. Por ejemplo, ver stories en la pantalla cuadrada no tiene mucho sentido ya que nos aparece todo cortado, por lo que hay que tratar de elegir aquellas apps que mejor se adapten. Al final, lo más conveniente para la pantalla pequeña suele ser usar las apps adaptadas o llevarnos ahí el teclado.
Cámaras: triple cámara centrada en el vídeo
Llegamos al apartado fotográfico y aquí LG nos ofrece un conjunto de cámara triple que apuesta por angular, normal y la cámara Gimbal. El sensor principal es de 64 megapíxeles (por defecto hace Pixel binning a 16 megapíxeles). Después tenemos el gran angular de 13 megapíxeles y por último el sensor de 12 megapíxeles, también gran angular, dedicado al modo Gimbal de grabación.
Con el móvil cerrado, la app de cámara tiene la distribución habitual. Sobre el botón disparador podemos acceder a los distintos modos de disparo y en el apartado Más encontramos el resto. Todo esto se puede editar para así tener acceso más rápido a aquellos modos que usemos más y guardar los que no sean tan recurrentes. Sobre el control de zoom, con un tap sobre el icono '1x' se abre el angular y con un tap más vamos al modo 2x. El zoom digital llega hasta los diez aumentos.
Al desplegar el móvil se abre el modo gimbal automáticamente. En la parte superior tenemos la imagen y abajo los controles de grabación, incluyendo un joystick para poder hacer los paneos. Es importante saber que el joystick se mueve solamente en las cuatro direcciones marcadas, es decir, que no vamos a poder hacer un movimiento en diagonal. Tampoco podremos usar el modo foto con el móvil abierto, limitándose únicamente a los modos de vídeo.
Con el sensor principal y luz abundante, el LG Wing consigue instantáneas correctas, bien definidas y con el HDR ayuda bastante a mejorar el rango dinámico (compensa dejarlo en automático porque se activa cuando hace falta). Hay pegas como que paleta de colores es algo apagada o que, si hacemos zoom, se aprecia un efecto 'sharpening'. Buena calidad en términos generales, pero sin alardes.
Mismo escenario, pero esta vez capturado con la lente gran angular. El LG Wing cumple esa norma no escrita de que la lente angular siempre da peores resultados. El efecto el angular le da un toque dramático, pero si nos fijamos en los detalles, la imagen está más apagada y la definición es peor pese a que había bastante luz. Esto empeora cuando empieza a oscurecer.
Por la noche, el sensor principal consigue salvar escenas complicadas como este contraluz, conservando algunas zonas con el detalle bastante bien marcado, aunque otras como la cara del gato que queda ensombrecida no salen tan bien paradas. Hay un modo noche llamado Visión Nocturna, pero apenas supone una mejora sobre el automático. De hecho, cuando disparamos no es una larga exposición, sino que el disparo es instantáneo como si fuera un disparo normal.
Como decía más arriba, en la app de cámara tenemos acceso directo al gran angular, la lente principal y un zoom 2x que se realiza por software pero que da un resultado bastante bueno. En esta escena más compleja se ven más claramente las inconsistencias entre lentes, con un gran angular que pierde muchísimo detalle, mientras que el sensor principal y el tele aguantan bastante bien.
Sobre el modo retrato, con buena luz el resultado es óptimo. El recorte es bastante bueno, aunque el desenfoque que aplica por defecto puede resultar algo excesivo. Lo bueno es que podemos editarlo si preferimos un efecto más natural. Como pega, nos costó un poco que se activara con la mascarilla puesta y en general no funciona muy fino con objetos.
En el caso de los selfies, la cámara secundaria cumple con lo que podemos exigir a un sensor de este tipo. El rango dinámico es algo más limitado y en ausencia de luz las debilidades son mayores, pero en términos generales nos da unos resultados correctos en cuanto a detalle y colorimetría.
Del vídeo ya hemos visto una prueba en el apartado de Mario, pero ampliamos con un par más, empezando por un clip grabado con el modo "vista en primera persona" en posición Gimbal. Hay que pillarle un poco el truco para que no haya saltos bruscos al usar el joystick, pero una vez nos hacemos a él, la verdad es que se pueden conseguir movimientos de cámara interesantes. Eso sí, la estabilización no llega a nivel Gimbal, por lo que para mejores resultados es mejor no ir caminando o hacerlo con cuidado de no mover mucho el móvil.
En el modo Gimbal tenemos la resolución limitada a FullHD, por lo que si quereos grabar en 4K nos toca cerrar el móvil y grabar como haríamos con cualquier otro smartphone. La estabilización es bastante buena en máxima resolución y la calidad mejora notablemente, pero a cambio perdemos el punto diferencial de este smartphone.
LG Wing, la opinión y nota de Xataka
No es la primera vez que LG arriesga. Lo hicieron con el LG G Flex y su pantalla curva, LG G5 con módulos intercambiables y con el LG G8X y su accesorio de doble pantalla. El LG Wing los supera a todos.
El LG Wing es un smartphone muy solvente en algunos aspectos, pero casi todos vienen acompañados de un inconveniente. En diseño destaca por un frontal muy bien aprovechado, pero pesa demasiado. La experiencia visual con sus pantallas (sobre todo la principal) es muy buena, pero se queda sin los 90Hz. Aprueba en rendimiento, pero llevar un procesador de gama media le penaliza. Sobre la cámara, nos da versatilidad, pero no va a llevarse el premio a la mejor del momento. El modo de grabación Gimbal es un interesante añadido dirigido a quienes usan el móvil para crear contenido. ¿Es suficiente? Tras probar el LG Wing y habiendo visto lo que otros competidores consiguen en vídeo, no nos lo parece.
¿Y qué hay del consumo multimedia o el gaming? Estos son dos de los puntos en los que el LG Wing aporta un valor diferencial. Lo de poder ver una peli y controlar la reproducción en la pantalla pequeña puede resultar práctico, así como tener juegos que aprovechan la pantalla secundaria, pero de momento solamente hay uno. La multitarea pura es lo que más posibilidades nos brinda y aquí cada usuario encontrará la combinación que mejor se adapte.
El problema del LG Wing es que arriesga sin una dirección clara. A día de hoy nos parece que los argumentos que ofrece son insuficientes comparados con los sacrificios que tenemos que hacer por contar con esa pantalla giratoria, desde el peso, pasando por la ergonomía y acabando en un precio demasiado elevado. Queda ver si LG consigue ampliar las apps adaptadas, pero sin una oferta de software más sólida resulta complicado, no solo recomendar, sino entender este concepto.
7,6
A favor
- El formato da muchas posibilidades en multitarea.
- El modo Gimbal permite hacer movimientos de cámara interesantes.
- Frontal bien aprovechado.
- Buena experiencia visual.
En contra
- Muy aparatoso y pesado.
- Apenas hay aplicaciones adaptadas a su formato.
- El precio es muy alto para llevar un chip de la serie 700.
- Autonomía mejorable.
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de LG. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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