Día de presentación del Moto G en España y momento de poner las manos sobre unas especificaciones que nos hubiese dejado algo fríos si no viniese con el precio que viene de 179 euros.
Sin ánimo de volver al detalle sobre sus características, podríamos resumir que el Moto G es prácticamente un gama media (recorta en cámara, RAM, resolución de pantalla y ausencia de 4G) a precio de gama de entrada. Una propuesta de valor muy potente para un mercado como el español, muy androide y bastante polarizado entre la gama alta (de la que el Moto G está muy lejos) y la gama de entrada, en la que destaca bastante.
La avalancha de móviles baratos Android
Algo que ha venido marcando el mercado en los dos últimos años es la aparición de multitud de nuevas marcas que, de una manera más o menos elaborada, gestionan la relación con un fabricante chino y añaden su imagen, soporte y capacidad de distribución.
Este fenómeno está siendo más acusado en tablets, pero en absoluto es despreciable en móviles donde un puñado de nuevos actores se reparte un trozo de la tarta suficientemente grande como para pensar en dar los siguientes pasos. Cuando hicimos nuestro reportaje sobre Bq es el camino que apuntaban, empezar con una marca blanca china y conforme captaban volumen y capacidad de inversión, ir metiendo mano en diseño de producto.
¿Qué supone el Moto G para los Bq, Unusual, Wiko, Kazaam y compañía? A bote pronto un desafío de eficiencia. Si con estructuras ligeras y costes muy contenidos habían conseguido precios muy bajos para sus terminales, ahora ven como un actor con Google detrás viene a aplicar sus economías de escala para conseguir una calidad/precio difícilmente igualable. Y con mucha más marca, a priori, que ellos.
Conquistar China es difícil, detener la conquista de los chinos...
Llevamos un año especulando con la llegada de la segunda generación de fabricantes Chinos con los Xiaomi, Meizu, Oppo y Lenovo como puntas de lanza. El hecho de que no hayan sido muy agresivos en su expansión puede significar dos cosas: una es que ya tienen bastante con alimentar el creciente mercado chino y les interesa más centrarse en buscar liderarlo; la otra es que los costes y desafíos de una expansión internacional han de ser tomados con cautela.
Moto G no parece un producto con el que Google quiera conseguir una cuota relevante en el mercado chino - aunque tenga condiciones incluso para competir allí no está en sus primeros mercados - pero tal vez sí para subir el nivel de dificultad de una hipotética expansión china con marcas propias y no tanto como meros fabricantes como en el epígrafe anterior.
¿Tanto interés tiene Google en competir con fabricantes que después de todo están promoviendo su ecosistema? Atendiendo a los costes de fabricación del Moto G la apuesta sería de márgenes muy bajos y mucho volumen si quieren hacer negocio en serio. Siendo así, convendría refrescar los debates acerca de la salida de Nexus: el equilibrio entre el dueño de la plataforma, los fabricantes y el negocio está lejos de haber sido alcanzado con Android.
¿Busca Google un ecosistema más simple, con menos fabricantes cada uno modificando el interfaz y amenazando con una desviación a lo Amazon o a lo Oppo con Cyanogen. Es una hipótesis, la otra es que...
... quiera cortar a Windows Phone en la gama de entrada
Que el mejor teléfono del año en los premios Xataka fuese para un Windows Phone - el Nokia 520 - no es casualidad: un terminal con una calidad/precio tremenda que explica muy bien por qué Windows Phone está creciendo en todo el mundo, un sistema muy fluido gobernando un hardware con muchos compromisos.
De hecho Moto G hay que entenderlo junto a Android 4.4, en el que han reforzado el mensaje de que la experiencia en la gama baja es una prioridad.
Windows Phone sería el primer objetivo, pero no el único. Las plataformas que están saliendo ahora del cascarón - Firefox OS, Tizen, Jolla, Ubuntu - reciben un recado de camino, no es que tengan que replicar el inmenso valor construido sobre Android, es que en calidad/precio también lo van a tener difícil.
Moto G no es Nexus, Motorola no es Samsung
Para redondear la jugada hay algo que merece la pena destacar, Moto G está en venta libre por supuesto, pero también lo venderán quienes más teléfonos despachan del planeta, las telecos. Hoy sin ir más lejos se espera a Movistar, Orange y Yoigo arropando a la criatura.
Si los Nexus quedaban para un público "muy avanzado" que frecuenta páginas de tecnología y compra directamente en Google Play, el Moto G tiene vocación de explotar las vías tradicionales de distribución y llegar al gran público.
Aquí creo que es pertinente mantener una duda, si bien es cierto que Motorola tiene "más marca" que un Wiko o un Bq, también es razonable esperar que después de haber desaparecido un par de años del panorama le pase factura.
Dicho de otra forma, Motorola no puede esperar de la noche de la mañana ser Samsung en España, siquiera ser reconocida como lo era hace dos años o, mejor aún, cinco. Lo primero que necesita para ello - el producto - lo tiene con el Moto G (que no con el decepcionante Moto X), el resto habrá que verlo en las próximas semanas y meses.
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