La marca que salió de la nada acumula un portafolio de productos que recientemente creció con unos auriculares, segundos de la marca. Los Nothing Ear (Stick) suponen un complemento a la sección de audio del fabricante más que una evolución a nivel sonoro. Y se hacen notar, tanto fuera de la oreja como dentro.
Para distinguirse en el segmento de los auriculares totalmente inalámbricos o TWS no sólo basta con profundizar en la calidad del audio, también el aspecto exterior ha de impactar al usuario que vaya a llevarlos en la oreja. Decenas de marcas tienen sus propios auriculares, la mayoría inspirados en cierta medida en los Apple AirPods. Y Nothing decidió caminar por libre apostándolo casi todo al factor diseño. Bajo mi punto de vista, le está saliendo bien.
Ficha técnica de los Nothing Ear (Stick)
Nothing Ear (Stick) | |
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Driver | 12,6 mm |
Batería | Auricular: hasta 7 horas con una carga completa Estuche: hasta 29 horas de escucha totales 2 horas de escucha con 10 minutos de carga |
Sistema de carga | Carga rápida por cable USB-C |
Conectividad | Bluetooth 5.2 |
Códecs Bluetooth | AAC y SBC |
Rango de frecuencias | 20 Hz - 20 kHz |
Compatibilidad | Android 5.1 o superior iOS 11 o superior |
Otros | Cancelación de ruido en llamadas con tres micrófonos Control por pulsación Resistencia IP54 Ecualizador en la app |
Dimensiones y peso | Auricular: 29,8 x 18,8 x 18,4 mm; 4,4 g Estuche: 87,1 x 29,8 x 29,8 mm; 46,3 gramos |
Precio |
Nothing Ear (Stick) - Auriculares inalámbricos, diseño ergonómico cómodo, Ultraligero de 4,4g, Driver Personalizado, tecnología Clear Voice, Controles táctiles, hasta 29 de batería.
Diseño: tan radical que sorprende lo bien que funciona
Pueden gustar o no los productos de Nothing, habrá quien encuentre demasiado agresivo su diseño y los que valorarán en mayor medida distinguirse del resto por llevar una pieza de tecnología de un aspecto diferente. Con los Nothing Ear (1) la marca inauguró su catálogo con unos auriculares que, siguiendo la estela de los AirPods para la forma del propio auricular (cabezal y bastón), elegía distinguirse con las transparencias, las formas sinuosas y la peculiaridad. Con los nuevos Ear (Stick) Nothing lleva esa apuesta por el diseño hasta el límite de la funcionalidad.
El embalaje de los Nothing Ear (Stick) ya ofrece una experiencia distinta. Nada más abrir la caja tirando de la lengüeta plástica queda desvelada la parte superior de un estuche cilíndrico. Dicho estuche está fabricado con la combinación de distintos plásticos: desde la carcasa transparente al interior en blanco, donde se alojan los propios auriculares. El remate de color lo pone el área del conector USB C, en un lateral. El rojo llama la atención, también mantiene cierta retirada a un pintalabios.
Cuando vi las primeras fotos me imaginé los Nothing Ear (Stick) como un producto similar a los Huawei FreeBuds Lipstick, que sí se hacen pasar por una barra labial. Nothing no: el cilindro ofrece una apertura giratoria que desvela el alojamiento de los auriculares con un mecanismo de tacto exquisito. Puedo tirarme un buen rato girando el estuche, notando ese "clack" al final del recorrido, haciendo que rote el eje una y otra vez, en bucle. Más que un pintalabios, el estuche de los Nothing Ear (Stick) me parece una cápsula espacial.
Los auriculares se alojan en la cápsula estuche encajando con los imanes que poseen tanto los propios auriculares como la base. La recarga se realiza por pines y en la parte interna de cada auricular; un detalle que, según Nothing, permite mejorar la cobertura gracias a una nueva colocación de las antenas Bluetooth (no he notado que el nuevo modelo pierda cobertura moviéndome por mi casa; con los Nothing Ear (1) si sufro algún corte al alejarme mucho del teléfono).
No cuestan demasiado de poner en su caja, tampoco de retirar. Al principio se me hacía difícil distinguir la oreja de cada auricular, pero basta con orientar el detalle en rojo del estuche a la derecha: como en los Nothing Ear (1), el rojo corresponde con el lado derecho.
El estuche posee un diseño distintivo, en todo su conjunto. Incluso en el lateral, donde se aloja el conector de carga y el botón de emparejamiento. Este último está fabricado en metal y discurre por el interior del extremo transparente hasta la base blanca. Cada detalle está mimado a la décima de milímetro, Nothing puso especial empeño en el diseño. Y no es ni grande ni pesado: puede guardarse sin problemas en cualquier mochila o bolsillo. Sí es bastante mayor que un pintalabios.
Si la caja de transporte es llamativa, los auriculares no lo son menos. Transparencia para los bastones, blanco para el cabezal y detalles de plástico en acabado metálico para la salida del audio y la entrada de los micros (tiene tres). El tacto es de muy buena calidad, aunque se nota una ligera rebaba en la unión de las dos piezas del cabezal. El dedo se engancha mínimamente al pasarlo por esa zona; sin que dificulte en absoluto la colocación en la oreja.
Un punto a considerar relacionado con las transparencias: del uso las superficies se van arañando, sobre todo si se transporta el estuche dentro de la mochila o bolso con el resto de objetos del interior. Es algo que ya ocurría con los Nothing Ear (1) y que también pasa en los Stick: con el tiempo la transparencia puede volverse opaca.
El diseño del cabezal marca las características de audio
Si los Nothing Ear (1) ofrecen un diseño in-ear con una almohadilla de silicona que se introduce en el oído, los Nothing Ear (Stick) apuestan por un formato "half in-ear". Esto es, el cabezal de los auriculares queda alojado en la oreja sin que exista aislamiento entre la entrada al oído y la salida del audio.
Hay auriculares para todos los gustos. Habrá quien prefiera el formato más abierto, otros, entre los que me incluyo, seguramente opten por las almohadillas dentro del oído. Nothing se ha decidido a completar su gama de audio con ambos modelos de auricular; perdiendo una de las cualidades que sí tenían los Ear (1): la cancelación de ruido para el sonido multimedia, tanto activa (ANC) como pasiva (aislamiento del exterior gracias a la almohadilla).
Los auriculares no son molestos de llevar, incluso durante varias horas. Quedan bien anclados hasta en las orejas más pequeñas, como es mi caso. Y sirven para hacer deporte, al menos siempre que los movimientos no sean muy repentinos y violentos (pueden salir volando). Los Nothing Ear (Stick) ofrecen protección IP54 contra polvo y salpicaduras, incluyendo el sudor.
Sonido: buena fidelidad y un volumen muy alto
La calidad del audio está a buen nivel para el rango de precio de los auriculares. Con un rango de frecuencias situado entre los 20 Hz y los 20 kHz, los Nothing Ear (Stick) cubren el espectro auditivo mostrándose todoterreno ante cualquier género musical. Y cargando de matices la escucha siempre que no exista ruido en el exterior.
Estuve usando los auriculares con multitud de géneros musicales, en especial con el pop. La respuesta sonora me parece adecuada, quedan equilibrados en agudos y graves, el refuerzo de bajos no domina la escucha y acompaña realzando el sonido justo cuando hace falta. ¿Que necesitas más bajos? Desde la aplicación Nothing X puedes personalizarlos para que el "boom, boom" marque el ritmo en dance o reggaetón, por poner dos ejemplos.
Sonido plano y cargado de detalles, me han parecido una delicia para la gama a la que pertenecen. Eso sí, escuchando música en entornos silenciosos porque, de lo contrario, el volumen elevado, junto al ruido exterior, mata una buena parte de las bajas frecuencias. Para mis pruebas utilicé esta lista musical de Apple Music creada por Marc Alonso para la prueba de auriculares.
El volumen es muy alto, la música se escucha en cualquier entorno. Y no sólo de oídos para dentro, también para fuera: al carecer de aislante, los demás también oirán la música.
En cuanto a las llamadas, Nothing remarca la cancelación de ruido en las comunicaciones con un sistema Clear Voice que no sólo se basa en los tres micrófonos incluidos en cada auricular, también en los algoritmos de cancelación. El resultado son unas llamadas donde la voz del interlocutor se escucha de forma clara, también la que le llega a la otra persona. Incluso en entornos de mucho ruido, como el interior de un bar abarrotado. Además, el control desde los auriculares permite gestionar las llamadas.
Durante las pruebas, mi interlocutor me escuchó suficientemente bien incluso en entornos muy ruidosos (unos 85 dB). La voz se muestra algo metálica y se cuela parte del fondo cuando se habla durante la llamada. El sistema de cancelación no hace mal trabajo, aunque tampoco evita del todo el ruido. En cualquier caso, sí habilita una conversación inteligible.
Batería: sin problema para largas escapadas, aunque sin carga inalámbrica
La batería de los Nothing Ear (Stick) no es de las más holgadas que he probado en unos TWS, pero tampoco se queda corta ni para los viajes de larga distancia (los probé con desplazamientos en tren de ida y vuelta sin mayor complicación) ni para los usos esporádicos extendidos en el tiempo. La marca asegura que aguantan hasta 7 horas con una carga completa y hasta 29 horas si se le suma el estuche. Mis pruebas de campo arrojaron unos tiempos algo menores.
El volumen que utilicé se situó habitualmente a nivel medio: los entornos de prueba fueron mayoritariamente de interiores y en moderado silencio. Con una carga, los Nothing Ear (Stick) me aguantaron unas 7 horas y media, más o menos. Y con una diferencia entre dispositivos: en el iPhone 14 Pro gastaron más energía que en el Nothing Phone (1).
No se quedan demasiado lejos de las cifras oficiales y seguro que con un volumen más bajo pueden extenderse las horas de escucha al nivel cercano a esas 9 horas prometidas. Junto con el estuche, mis pruebas de campo alcanzaron una cifra de 22 horas y media totales, siempre combinando el uso entre el iPhone y el Nothing (también los emparejé con el ordenador). Me parecen cifras más que suficientes para cualquier uso.
Una de las pegas es que los Nothing Ear (Stick) carecen de la recarga inalámbrica, un aspecto que penaliza ligeramente dado el precio del dispositivo. Por las características físicas del estuche veo muy complicado incluirle dicha carga, seguramente ésa fuera una de las razones para desterrarla de las características. Aun así, el cable USB C es más que válido para la tarea de revivir el estuche; que a su vez revive los auriculares.
Estuve realizando las pruebas de carga con el cargador que Nothing distribuye para su teléfono: los Stick no traen cargador, sólo cable de carga. Esto es habitual en unos auriculares, por lo que no lo veo tan negativo como que un móvil carezca de cargador; algo que ocurre con el Nothing Phone (1), por cierto. Durante las pruebas, los tiempos quedaron de la siguiente manera:
Estuche
- 5 minutos de carga: 40 % de batería y 5,7 W de consumo.
- 10 minutos de carga: 50 % de batería y 5,8 W de consumo.
- 15 minutos de carga: 60 % de batería y 5,6 W de consumo.
- 20 minutos de carga: 80 % de batería y 5,6 W de consumo.
- 25 minutos de carga: 90 % de batería y 4,4 W de consumo.
- Total: 27 minutos de carga.
Auriculares
- 5 minutos de carga: 20/20 % de batería.
- 10 minutos de carga: 30/30 % de batería.
- 15 minutos de carga: 50/50 % de batería.
- 20 minutos de carga: 60/60 % de batería.
- 25 minutos de carga: 70/70 % de batería.
- 30 minutos de carga: 80/80 % de batería.
- 35 minutos de carga: 90/90 % de batería.
- 40 minutos de carga: 90/90 % de batería.
- Total: 80 minutos.
Tal y como asegura Nothing, con cinco minutos de recarga los auriculares pueden ofrece unas dos horas de escucha, así pude comprobarlo durante las pruebas. Además, el estuche se carga realmente rápido, más incluso que los propios auriculares. Es verdad que la ausencia de carga inalámbrica puede penalizar en un dispositivo de esta categoría, pero con conectarlos un rato al puerto USB C de un cargador, ordenador u otro dispositivo (incluso un móvil si cuenta con carga reversible, que es lo habitual en Android), es suficiente para tener horas de reproducción.
Y una curiosidad: al abrir el estuche de los Nothing Ear (Stick) la carga del propio estuche se interrumpe aunque la caja permanezca conectada a la fuente de electricidad.Seguramente ocurra lo mismo con la carga de los auriculares.
Experiencia de uso: nueva aplicación y control por gestos mejorado
No son unos auriculares complicados de utilizar, ni en Android ni en iOS (tampoco en otros dispositivos Bluetooth). Una vez emparejados ya están listos para funcionar. Y, como carecen de cancelación activa de ruido, los Nothing Ear (Stick) no incluyen esas opciones en los ajustes; lo cual facilita su utilización (por más que, lógicamente, reste posibilidades).
Pese a que el emparejamiento suele ser sencillo, me he encontrado con dificultades en algún teléfono: hay veces que los auriculares no se encuentran al hacer la búsqueda de un nuevo dispositivo (especialmente en el iPhone). La nueva app Nothing X tampoco ayuda demasiado. Incluso puede complicar las cosas, ya que acostumbra a entorpecer el enlazado de los auriculares con el sistema. En Android, Fast Pair suele hacer un buen trabajo al reconocer, y emparejar, los auriculares.
Una vez la conexión Bluetooth está activa no he apreciado desconexiones: el enlazado me parece más estable que el que llevan a cabo los Nothing Ear (1). Me he movido por las distintas plantas de mi casa sin desconexiones, también salí al jardín sin que se perdiera en ningún momento la reproducción. En lugares abarrotados sí sufrí alguna caída, como en las estaciones de tren. Siempre puntual, en línea de lo que suele ocurrir con los auriculares sin cable.
La aplicación Nothing X, estrenada con la reciente salida de los Stick, ofrece una gestión básica de los auriculares con la visualización de los estados de la batería, la personalización del audio con un ecualizador visual (en línea con el diseño de la marca), la activación de la latencia baja y no mucho más. Por la experiencia, la app es casi prescindible: con la información que ofrece el propio teléfono acostumbra a ser suficiente. Aunque eso sí, el iPhone no muestra la carga del estuche, sólo el nivel de batería de los Nothing Ear (Stick) (general, no para cada uno de los dos auriculares).
Este nuevo modelo abandona los controles táctiles por botones de presión, en los laterales de los bastones. Por mi experiencia, este cambio con respecto a los Nothing Ear (1) es muy positivo: si en los primeros resultaba muy difícil pasar de canción o gestionar el volumen, en los Nothing Ear (Stick) el control es tan efectivo como preciso.
Al apretar los bastones se hace un "click" que suena de forma clara en los auriculares. No hay falsos toques, como ocurre en los Ear (1): los gestos son precisos y fiables. Y permiten la gestión completa de los auriculares, incluido el volumen.
ACCIÓN | |
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UN TOQUE | Play/pause |
DOS TOQUES | Avance de canción |
TRES TOQUES | Retroceso de canción |
PULSAR Y MANTENER | Auricular izquierdo: bajar volumen |
El control del volumen usando los botones de presión me parece muy inteligente. Como pegas: tarda unos segundos en responder al gesto, los saltos de subida/bajada de volumen son algo amplios y es fácil pasarse de nivel. Con un poco de práctica se domina.
Nothing Ear (Stick), la opinión de Xataka
He estado usando activamente los auriculares durante un par de semanas mientras convivían con el resto de modelos que acostumbro a llevar encima. Y me parecen una excelente elección para quien no se sienta cómodo con las almohadillas introducidas en el oído, también para los que no valoran la cancelación activa de ruido durante la reproducción de su contenido sonoro. La calidad de audio es muy alta, ofrecen gran fidelidad, el rango de frecuencias es amplio, buen refuerzo de bajos y la sensación de que no tienen nada que envidiar con modelos mucho más caros. Y está el complemento del diseño, que también es importante.
Los Nothing Ear (Stick) son cómodos de transportar y caben en cualquier parte. Su estuche sorprende la primera vez y enamora con el uso. O quizá no, la propuesta es tan arriesgada que puede romper con los gustos de quien los adquiera (y el riesgo de que la funda vaya volviéndose opaca con los roces es alto). Válidos para cualquier fuente de audio con Bluetooth y compatible con sonido en HD. Lástima que Nothing no soporte más códecs de audio que los habituales SBC y AAC; por más que ya suenen de fábula tal y como están.
No son unos auriculares baratos, la etiqueta de 119 euros seguramente aleje a futuros compradores. Más económicos que unos Apple AirPods de tercera generación y sin que se vean en clara desventaja con ellos a nivel de sonido (la carencia de audio espacial penaliza a Nothing), tampoco con rivales del mismo estilo de auricular. Aunque, por ese precio, yo apostaría por la cancelación de ruido, hay TWS en el mercado que pueden cubrir esta necesidad. Lástima que los Nothing Ear (1) hayan subido hasta los 149 euros: de encontrarlos al precio anterior también son una buena alternativa a los Ear (Stick).
8.3
A favor
- El diseño es sorprendente, sin duda es uno de sus principales valores.
- Sonido plano y buena respuesta de frecuencias.
- Refuerzo de bajos adecuado.
En contra
- La transparencia del estuche conlleva un peligro: se percibe hasta el más mínimo arañazo.
- Sin cancelación de ruido.
- Sin carga inalámbrica.
Nothing Ear (Stick) - Auriculares inalámbricos, diseño ergonómico cómodo, Ultraligero de 4,4g, Driver Personalizado, tecnología Clear Voice, Controles táctiles, hasta 29 de batería.
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